"Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca", Jorge Luis Borges


18 de febrero de 2013

Entrevista al escritor cubano José Tomás García


José Tomás García
(Guanajay, La Habana, Cuba, 1977)

Biobibliografía: 
Padres:  Olga del Carmen Naranjo (Secretaria)
             José Tomás García            (Electricista)


1982-1988  cursa sus estudios primarios  en  la escuela  “Amistad cubano chilena”   
1988- 1991 cursa estudios secundarios  en “José de la Luz y Caballero”
1991-1997 cursa estudios en Instituto Politécnico Mártires de Guanajay graduándose como técnico en                                          Mantenimiento Eléctrico.

Desde niño  sus actitudes artísticas se desarrollan  en el ámbito cultural de su localidad, participando  en obras de teatro, concursos de escritura y  actividades infantiles.  Gracias  a esto, en el año 1988 es ganador de una beca en la Escuela Nacional de Arte   (ENA), la cual no puede tomar por problemas familiares.
En la  adolescencia abandona los caminos del arte  y  se dedica a estudiar  la profesión de su padre.
Su pasión por la escritura y la lectura se mantiene  constante,  escribiendo  en esa etapa más de 300 poemas y algunos relatos, los cuales no logra publicar  por la censura y la dificultad de lograrlo dentro de la isla. 
Emigra a los Estados Unidos en el año 2005 y trae con él su sueño de retomar el camino del arte. Cuatro años después, en el 2009, publica su primer poemario “Con el alma desnuda” dándose a conocer como poeta en Miami, ciudad donde reside hasta la fecha.  En el año 2010 publica su primer libro de narrativa “Historias y destinos” y gana con este la buena crítica de  los grupos literarios de la ciudad. Libro que narra las vivencias de los cubanos emigrados  a lo largo del planeta desde un punto de vista humano. 
Después de estos dos libros y  siendo ya conocido  como escritor, decide abrir su propio sello editorial “Publicaciones Miami Editorial”, junto a un grupo de escritores amigos, buscando con este sello  ayudar a todos aquellos escritores latinos   a ver sus obras publicadas. Participa en  la compilación de escritores “De poemas y pinceles”, primer libro de su sello editorial.   
Ya bajo Publicaciones Miami  publica “Mientras te hago el amor” (2011),  libro de narraciones eróticas con lenguaje poético, alcanzando grandes números de ventas.  Un año después  lanza su primera novela “Bitácora Omega Alfa” (2012) donde el autor  usando a su personaje principal, John Paul,  envía un mensaje de  paz y amor al mundo. 
En  febrero del 2013  publica su segundo poemario “Confesiones en invierno”. El poeta se desdobla aquí regalando un poemario más logrado, cargado de  una pasión que  vive dentro de él y reclama convertirse en letras.
En estos momentos José Tomás García  prepara su segunda novela ,“Las cartas que nunca envié”,  y un libro de autoayuda, “Pon tus manos sobre el fuego”,  basado en su propia experiencia personal  de cómo conseguir sueños y  metas, y dirige la editorial Publicaciones Miami,  con más de 30 títulos  publicados. 



1. Tienes un nombre muy corriente. ¿Te gustaría tener un nombre artístico más atractivo que seduzca a lectores?

 Mi nombre  proviene  de mi familia: Mi padre  se llama  José Tomás García igual que mi abuelo, nombre aceptado por mi madre al  nacer yo. Tenemos todos el honor de llamarnos  igual que el primer presidente de la República de Cuba,  Don José Tomás Estrada Palma. No me escondería  nunca detrás de un seudónimo aunque no criticaría a quien lo hace,  me gusta mi nombre y creo que los lectores se seducen  con letras y con libros, no con nombres.

2. Pareces tener más éxito con temas eróticos que sociales. ¿El amor es el eje de tu musa, de tus inclinaciones como obrero de la pluma?

 Los temas eróticos  son complicados, trato de manejarlos con sumo cuidado,  una cosa es ser erótico y otra muy distinta es ser pornográfico al escribir,  tener cuidado de cada palabra, de cada frase,  es de suma importancia. Con relación al amor,  si.  Es el centro de todas mis letras,  por amor escribo y por amor pienso.  Por amar  comencé a escribir  cuando era apenas solo un niño.   Los temas sociales me interesan y muchas veces escribo sobre ellos, pero en toda sociedad está implícito el amor,  un pueblo que no ama, no existe, un ser humano que no ama,  esta demás,  por lo tanto creo que  es el amor  la fuerza que nos mueve.  Como seres independientes o como  seres sociales. Ya lo dijo Dios… ama a tu prójimo como a ti mismo.

 3. Emigraste a EE.UU. en 2005. ¿Fuiste censurado o ignorado en Cuba por causa de tus narraciones cortas como relatos? ¿Crees que las detenciones o golpizas que inventan algunos escritores en Cuba tiene un efecto boomerang para llamar la atención de editoriales extranjeras interesadas en el tema o caso cubano?


 Emigré en el 2005 y no era realmente un escritor conocido. Dediqué parte de mi juventud a  prepararme profesionalmente en  otra carrera,  no creo que haya sido censurado, solo  que comprendí muy joven que publicar en Cuba era casi  un imposible para alguien que no venía del medio, o que no tenía  la ayuda, (la palanca)  necesaria  para llegar a ser publicado. Conozco escritores  muy buenos dentro de la isla que  nunca serán publicados,  así como otros, no tan buenos, que son publicados todos los años solo por llevar un carnét  en el bolsillo,   Cuba es un caso especial cuando de arte hablamos.  Por otro lado, no creo que un escritor cubano reconocido  fuera de Cuba necesite  inventar una golpiza para hacerse notar,  siempre ha sido  Cuba un país  donde  se crean grandes escritores como  Carpentier, Guillén,  Vázquez Portal,  Raúl Rivero,  son ejemplo de ellos,  unos censurados y otros no. Ahora mismo tenemos el ejemplo de Ángel Santiesteban, ganador de varios premios nacionales e internacionales  en literatura. ¿Crees que este hombre necesitaba o necesita  inventar una golpiza para  lograr la atención de una editorial?  No sé. Yo de veras no lo creo.  Cuando Manuel Vázquez Portal  fue víctima de atropellos  y  encarcelamientos  por culpa de  pensar  libremente, ya era un escritor reconocido  en muchos países. Tampoco necesitaba  inventar nada,   no me gusta hacer juicios  en vano,  solo saco mis propias conclusiones.

17 de febrero de 2013

No apto para menores, lenguaje de adultos, de José T. García





  1. Es viernes en la tarde y amenaza la lluvia, conduzco mi auto y ya faltan solo unas cuadras para llegar a la casa, después de atravesar todo el tráfico de la ciudad. Estoy cansado. Por fin es ...viernes en la tarde y tendré todo un fin de semana para descansar, para relajarme en la tranquilidad del hogar.
    Me detengo en un pequeño mercado en la esquina de la casa, traigo mis planes después de toda una semana de trabajo, compraré unas cervezas, una botella de vino, llegaré a la casa, tomaré un baño y pasaré todo el fin de semana frente al televisor.

    Me sorprendes esperándome en la puerta, con señas y gritos me dices que no deje el auto fuera, que lo lleve hasta el patio y lo lave. Mañana tenemos una fiesta en la casa de una de tus amistades y el carro debe estar listo y limpio.

    Se echaron a perder mis planes.

    Obedezco pues lo último que deseo este fin de semana es una bronca contigo, sé que no te gusta perder y por lo tanto, sé que perderé. Nuestro matrimonio no va muy bien últimamente y hemos tenido algunas crisis. Me queda el aliciente de que el Domingo esté disponible para mi descanso. Aún así, siquiera lo digo. Te conozco.

    Llevo el auto hasta el patio con menos fuerzas que ganas, en la nevera de la terraza dejo el paquete de cervezas y el vino despidiéndome de ellos hasta el domingo. Estoy molesto y lo más que me incomoda es que no puedo siquiera rebelarme ante tus planes.

    Entro a la casa con la intención de cambiarme de ropa, me sorprende la tranquilidad que descubro y pregunto por nuestros hijos, me respondes que se quedarán con tu hermana hasta el lunes, no puedo evitar el pensamiento que viene a mi mente:

    “Coño, si hasta los niños iban a estar fuera, el fin de semana perfecto para descansar”

    Aún así sigo en silencio forzado y me cambio. Vuelvo a salir al patio esta vez con los utensilios necesarios para lavar el auto, ya con la manguera del agua en la mano miro hacia el cielo y en un acto de desesperación te digo.

14 de febrero de 2013

Sinónimos, de Diego M. Quintana


  1. Sinónimos

    Somnoliento, delirante, escondido,
    viviendo entre búsquedas, concilios,
    palpitando los segundos mudos,
    encallado, austero, desterrado.

    Escribiendo, sin creencias, agónico,
    ... a merced del deprimente suplicio,
    inmiscuido en premoniciones oraculares,
    sobreviviente, solitario desde niño, putrefacto.

    Extasiado, sincrónico, mediático,
    experimentando instintos alquimistas,
    usurero de fantasías cotidianas,
    ahorcado, remembrando, flagelante.

Para alguien que no lee mis poemas, de José T. García


  1. Para alguien que no lee mis poemas

    Cómo conquisto el imposible de tu amor
    si es imposible conquistarte con mis letras,
    cómo decirte que observo extasiado cada foto
    ... cada abrazo y cada beso que te dan,
    cómo hacer para que un día,
    me permitas arrodillarme frente a ti
    mirándote a los ojos,
    diciendo que te amo.

    Cómo hacer para poner en uno de tus dedos,
    un anillo que forjé con un libro de poemas,
    cómo decirte tantas cosas que me guardo,
    cómo rompo los silencios,
    cómo grito a todos que deseo
    que solo un día me permitas abrazarte,
    bailar contigo un vals de sentimientos,
    sentir entre mis manos tu vestido,
    llenarme el corazón de tu recuerdo.

Terror de Hypatía, de Eduardo Fernández Fernández


  1. TERROR DE HYPATÌA

    ¿Qué podré pedir a los dioses de las ciencias,
    quienes hicieron pensadora potente a una mujer,
    cuando las barbaries ignorantes
    que se hartan con licores de guerra
    ... como en el vulgar culto bacanal,
    culpan mis dotes con los números,
    silogismos y las artes del intelecto,
    como matriz sobrenatural,
    en traje de bruja
    y seductor empaque de hembra,
    de los males de mi querida Alejandría,
    gran luminaria del Helenismo,
    mixtura cultural que no se destilará
    ni en dos milenios sucesivos?

Crónica de un retorno, de Robert H. Moreno


  1. DEL LIBRO CONFESIONES AL VIENTO:

    CRONICA DE UN RETORNO
    (AL POETA CHALACO JUAN GÓMEZ ROJAS, MI MAESTRO)

    Mis pies despertaron con celo.
    Pues mi espíritu movido quedo…
    El fuego del ayer empezó a nacer,
    y es así entonces decidí volver.
    La balsa la tomé, cargado de muchos nervios,
    ... emprendí el viaje más incierto.
    De sal se llenó mi garganta en este camino…
    Esta fiebre no paraba; hasta no dar conmigo mismo.
    Gaviotas mentirosas aturdían el paso.
    El aire me jalaban los pelos.
    Mis manos rezaron un rosario al cielo…
    Es que ya quería llegar a mi destino.
    No tenía nada. Ni plata, ni oro, ni abrigo.
    Sólo artilugios. Que una vez fui jovenzuelo,
    al sol lo tenía como sombrero.
    Mis manos llevaba el libro de los recuerdos.
    Este añejo perfume de mar,
    a mis narices entró…
    Fue el pasado que se vino deprisa.
    Como rayo vino el ocaso.

Beso-manías, de Eduardo Fernández Fernández


  1. BESO-MANÍAS


    Vengo en derrame de labios
    a multiplicar semillas de amor
    sobre los poros vivientes
    ... que alimentan tu esencia
    con caldo nutricio de ternuras.
    Ansío depositar en cuenta corriente
    albricias, quimeras ardientes
    para en vuelo estallar.

    No habrá escondrijo citadino
    donde mis besos silencien trinos
    de décadas de soledad.

10 de febrero de 2013

Otro blog para leer: La caja de Vela Lujor...

Recomiendo este blog literario, contagiado de letras por alquien que padece de muchas lecturas. Espero les guste LA CAJA DE VELA LUJOR.

Ceremonia del sueño, de Eduardo Fernández Fernández


  1. CEREMONIA DEL SUEÑO
    (Soneto para Esther)

    ¿Cómo he de arroparte esta fría noche
    si bruñes hoy nuevo norte en mi vida?
    ¿Cómo subo al pescante de tu coche
    ... si hundes firme mi cayado, querida?

    Callo te he guardado sin vil derroche
    la única frontera no perdida,
    como el ave que resiste soroche
    a la cima de tus senos asida.

    Y si en calor del nicho silencioso
    donde nos prodigamos el amor
    no pernocta algún trasgo misterioso,

    pintaré alba del suave color
    que destila tu mirar azuloso
    como hilo de agua que aquieta el fragor.

    © Eduardo Vladímir Fernández Fernández, 10 de febrero de 2013

El escritor desconocido.


El escritor desconocido.

Crees que solo tú puedes ayudarte y escribes sin parar. Casi no revisas lo que escribes y lo envías a cuanto concurso literario se aparezca ante tus ojos. No obtienes ni siquiera una mención en dichos certámenes. Dudas de tu autoría. Dudas de los jurados. Haces lo increíble para que revisen tu obra literaria, familiares, amigos y desconocidos. Sueñas con un contrato en una pronunciada agencia literaria. Lees muchas biografías e imaginas cuándo se publicará la tuya. Te apartas de las invitaciones y los premios, o los rechazas, porque crees que la posteridad o los dioses harán más por ti y por tu obra literaria. Participas en  concursos literarios, nacionales e internacionales,  acompañado de un ambiguo  currículum. Lees fragmentos de tus obras para alimentar a tu ego. Relees Cartas a un joven novelista, de Mario Vargas Llosa para saber que no estás solo. Escuchas fragmentos de los otros autores, noveles igual que tú, y lo criticas constructivamente para no buscarte problemas con él y tener a un aliado más que admire tu obra. Criticas  destructivamente a otros autores, noveles igual que tú, y ganas a un enemigo más. Buscas consejos de escritores profesionales, de ésos que  son famosos y salen en los noticieros o en programas radiales y de televisión y tienes mucho cuidado de no ofenderlos. Te tomas una foto con ellos y la exhibes en tu blog o en tu hogar para medir los talentos. Inclusive, participas como invitado al programa radial o televisivo y pides te autoricen diseminar un video cómplice de tu triunfo compartido con un ícono de las letras. Aún crees que no es suficiente y te dedicas a escribir artículos para que lean tu nombre y apellidos en letras de molde que releerás una y un millón de veces, quizás para aplacar tu ego y creerte conocido y que llegaste a un sector de lectores. Te aprovechas de las ventajas de Internet y las redes sociales  como Facebook y Twitters para, inclusive, obligar con dulces y engañosas palabras a amigos y desconocidos para que hagan click en ME GUSTA o ¨like¨ y de esta forma tu website o portal sea un poco más conocido. Juras que una antologia de poesía o cuento pudiera conectarte con otros soñadores. Confundes fetichismo con literatura. Donas uno o dos libros  tuyos, tal vez más,  a una biblioteca pública o privada para que tu obra sobreviva a los embates del tiempo. También pagas por tu obra a una pequeña editorial y te das cuenta que no es suficiente y haces lo indecible por conseguir dinero y autoeditar tu obra con una portada envidiable en una de las grandes editoriales que son blancos del ojo de la crítica especializada. No contento con ello, admites que el sexo y las buenas y malas palabras pueden llenar cualquier vacío y lugares comunes __ o frases de otros autores__ y te acuestas con un editor o editora. Sabes que no importa una relación homosexual o heterosexual y que el objetivo es darte a conocer por cualquier medio informativo. Te dedicas a entrevistar y a ser entrevistado porque cualquier pecado puede sacarte del anonimato y llevarte al podio del estrellato. Crees,  a veces erróneamente,  que el suicido pudiera catapultear  o ameritar tu obra al pasar los años.  No contento aún, pagas la traducción de tu libro más leído a varios idiomas,  quizás para que se acerque, o supere, a la Biblia. Amas la pobreza para que la musa y el razonamiento te enamoren y la riqueza se la regalas a los editores o lacayos de tu talento. Inventas problemas y persecuciones políticas para que la gran prensa se ensañe contigo y tu nombre y tu fotografía ocupen la primera plana de los diarios. Visitas galerías y teatros para ocupar un lugar en la farándula, la politiquería o el sudmundillo cultural antes que sea un mancillado como Napoleón Bonaparte porque  “una retirada a tiempo equivale a una victoria”.  Aseguras que el tiempo que le dedicas a la literatura es más importante que el amor a tu pareja, a tus padres, a tu patria... y más que Jesucristo o Mahoma.  Y crees que tu destino es lo que dijo   Honorato de Balzac: “ El gran problema que deben  resolver los artistas (o los escritores) es destacarse”.

Nota: la frase entre paréntesis es mía.

El poeta mecánico, de Carlos Alberto Gamissans López


  1. El poeta mecánico

    José Borlaz era conocido en la ciudad por ser un honrado mecánico, provisto de una boina roja y unos brazos todavía ágiles que se abrazaban a los bajos de los coches y se manchaban con gusto de la grasa vehicular. Jamás r...etenía un automóvil más allá de lo necesario y cobraba a buen precio sus horas de obstinado tesón arrodillado junto a las carrocerías, inclinado sobre los motores o entreverado con los neumáticos. Ya se hallaba próximo a la jubilación e instruía en el taller a dos muchachos carentes de su vigor y de su vitalidad. Los dirigía con la determinación de un general, pero su condescendencia era más propia de una madre: la que habían perdido.
    Sin embargo, de espaldas al mundo (y de frente consigo mismo) José Borlaz se consideraba un mecánico correcto irradiado de una invisible vocación de poeta. Desde los veinte años dedicaba al menos una noche de viernes al intento de escribir poesía, aunque en realidad solía borronear no más de tres o cuatro versos que repasaba con incurable obsesión. Sus temas eran variopintos e inconexos. Si el primer verso trataba sobre la nostalgia del futuro, acaso el siguiente lo transformase en espía infiltrado en una guerra de flores.
    José Borlaz solo llegó a compartir sus anhelos poéticos con un ser de carne que, a los pocos días de su confesión, murió a causa de un accidente de tráfico. La noche en que falleció su mujer, escribió: “Si, como aventuran ciertos literatos, una novela es comparable a una esposa y un poema a una amante, hoy me he quedado sin novela, sin poesía, sin esposa y sin amarte”. Pese a su decaimiento nunca faltó a la cita ajedrecística de los viernes, en la que el combate versificado casi siempre concluyó en rendición suya.

9 de febrero de 2013

Oración del peregrino combatiente, de Eduardo Fernández Fernández


  1. ORACIÓN DEL PEREGRINO COMBATIENTE
    (Sonetos con rima imperfecta)

    -I-

    Intento desollarme frente al viento
    ... para demudar los surcos del alma
    sin indulgencias que compran la calma
    sin falsas sutilezas ni apresuramiento.

    Deseo enhebrar aguja con tiento
    para zurcir la arteria que desangra
    el sueño añejo y nueva la esperanza
    mientras respire sed y auxilie tiempo.

    Acaso desnudez no sea suficiente
    para limpiar la nata de alquitrán
    que embadurnó la buena simiente.

    Empero, no vengo a desmigajar
    como bufón los frutos de la mente
    que siempre decliné malbaratar.

La hormiga y la mariposa, de Robert H. Moreno


  1. LA HORMIGA Y LA MARIPOSA



    El sol se volvió sombra,
    ante una mariposa que anida en una flor.
    Grandes son sus ojos y fea.
    Si me volviera grande, la vería bella.

    Sus alas; sabanas de seda,
    coloridas como el arco iris.
    Le quema el silencio.
    ... Y fuga en aleteos, derramando sus versos.

    En tarde alborotada.
    Ella va deprisa, discutiendo con la nada…
    “Abre mis caminos pues, ya quiero llegar…
    Antes que la noche me coma. “

Yo sé señora, de José T. García


  1. Yo sé señora.


    Yo sé señora, que no leyó usted mi carta,
    yo sé que le faltó el momento y el valor,
    temblaron sus manos sobre el sobre sellado,
    como tembló su pecho de amargura y dolor.
    ...
    Yo estoy convencido que mis tristes letras,
    ofenden sin miedos al triste señor
    que hoy duerme a su lado y que no la respeta,
    como la respetan mis frases de amor.

    Yo sé que esas cartas, sin abrirlas siquiera,
    las echa usted al fuego por pena y pudor.
    Usted siente rabia por mi amor a destiempo
    y usted no las lee por ese rencor.

    Pero cada noche, mira usted las cenizas,
    de las tristes letras de las que soy autor
    y entonces no duerme, pensando en mañana,
    deseando que llegue otra carta de amor.

    Yo sé señora, que no lee mis cartas,
    porque cuando llegan usted siente ardor,
    ardor en su pecho por ser tan cobarde,
    entonces las quema, sin mirar su interior.

    Yo sé que no lee, pero sé que sufre
    y aunque parezca absurdo es así mejor,
    prefiero sentir yo solo las culpas,
    de amarla en silencio sin manchar su honor.

Versos para Alishia (2000), de Robert H. Moreno


  1. VERSOS PARA ALISHIA (2000)


    1
    Qué bello es verla sonreír.
    Como la azucena que retoña al sol.
    No dejo de mirar, esa gata que lleva dentro.
    Esa que sale a cualquier hora.

    Quiero detener el tiempo.
    Para que no le toque el tiempo…
    Y tenerla gravada en mis pensamientos.
    ... Ser el peine que acaricie sus cabellos.

    ¡Hay…!
    En su pecho lleva dos madres bellas,
    Y una cintura de cielo.
    Pues sus cabellos son de sirena.

    Gota a gota, me lleno de miedo…
    ¡Es su sagrado cuerpo…!
    Me entorpece, no sé qué es lo que tengo.
    Dentro de ella hay algo. Que quiero devorarlo todo.

    Hacer mi mundo con ella.
    Llenarla de párrafos bellos.
    Que su alma se enrede con mi deseo.
    Fugarme con ella, al universo entero.

    ¡Baja de tu nube nomas…! Me dije a mi mismo.
    Esa mujer no va contigo…
    Me quede mirándola a lo lejos.
    Como el mar y el sol; reía con ella.

8 de febrero de 2013

Sol, de Uriel Ramírez Hernández




  1. SOL

    Apareces

    Radiante, hermoso, inmenso

    Abrazas al mundo
    besas el cielo
    enciendes la tierra

    ... Y entonces

    Ya todos somos tu rostro. 

6 de febrero de 2013

Disonancia, de Erasmo Alexei Dumpierre

DISONANCIA
 
Vienen de alturas, de los mares,
De ocultos volcanes de antaño;
Arados esculpiendo la distancia,
Lágrimas que revelan mis penas.
 
Clamo al delirio mi paz interna,
Invoco oráculos que me penen,
Apago un cigarro entre esperma,
Irradio apologías de mi conducta.
 
Los versos no suelen ser exactos,
Realidad convicta, astro matutino;
Se equivocan como mis antojos,
Con luces difusas en vaga afonía.

Confesiones al viento, de Robert H. Moreno

CONFESIONES AL VIENTO (1991-1994)
1

Desde el más allá.
El viene a mi espíritu,
contándome sus secretos en susurro…
Danzan
en el tiempo mis cabellos.
Su cantar solariego,
arrulla mi corazón.
La tarde se vuelve mi momento,
y la noche llega sin razón.
Cosquillean
las sirenas del cielo.
Cierro mis ojos…
Y
te veo a ti Dios.


Nota: Robert H. Moreno (poeta peruano)

La montaña de hierro, de Michel M. Deb

Más sobre el escritor chileno Miche M. Deb


La última vida


Cada noche Boris izaba la antena por una pequeña abertura que tenía el búnker, encendía el radio y esperaba con ansias la transmisión que, extrañamente, podía oírse únicamente al anochecer.

Hace más de un año que no sabía nada y no había visto a nadie, gustaba de salir al exterior muy temprano por la mañana, cuando la bruma era baja y el aire resultaba ser más respirable. Subía los seis niveles que lo separaban de la superficie, por la única escalera que llegaba a la escotilla de acero hacia el exterior. Su tarea, antes de la epidemia, en el ahora inexistente edificio que está sobre el refugio, era limpiar los pisos. Ya hacía un año desde que sonó la alarma, eran las diez de la mañana cuando, justo después de su café, todos huyeron al subterráneo. La intensa sirena solo significaba una hecho; un caza traspasó las defensas y detonaría un dispositivo bacteriológico, esa fue la primera de seis explosiones. El virus, modificado genéticamente, provocaba en menos de doce horas el descontrol del sistema nervioso central y en veinticuatro la muerte celular. El panorama que se originó era dantesco, cuerpos tirados por todos lados y en menos de un mes todos ya habían muerto. Solo a Boris parecía no afectarle, y aunque se sentía especial por el hecho de seguir con vida, en su interior lo único que deseaba era no seguir existiendo. Luego de la catástrofe, uno a uno llevó los cuerpos de todos a las enormes calderas, hasta que solo quedó él, muchas veces pensó en lanzarse, saltar al interior, sin embargo le faltó valor, pues tenia la leve esperanza de encontrar a alguien. Esa pequeña esperanza lo mantenía aún con vida.
Siempre al caer la noche captaba las señales de radio; la vida parecía tan normal, música alegre, entrevistas, el clima, hasta programas de humor, no hablaban de ataques, guerras ni mucho menos epidemias, era como si nunca hubiese existido, nada de lo vivido, las muertes, el sufrimiento. Un día, al pasar más de un año sin poder comunicarse con nadie, no aguantó más. Tomó lo necesario y decidió salir del búnker. No quería terminar sus días solo y pudriéndose en algún rincón. Subió los seis niveles a paso muy lento, casi esperando que una voz divina le dijera que no saliera, abrió la escotilla lentamente y como otras tantas veces, respiró del aire viciado del exterior; solo ruinas y escombros por todos lados, restos de vehículos, ropas y cuerpos casi secos por doquier. Caminó algunos metros y miró hacia atrás, donde se encontraba la entrada al refugio, tenía sentimientos encontrados, sabía que adentro moriría, pero sentía cierto cariño por el lugar, respiró hondo y siguió por donde antiguamente era la calle principal; 
con sus grandes comercios, tiendas, hermosos jardines y mucha gente circulando.
Hoy, solo cerros de tierra y cenizas.
Mientras avanzaba, recordaba el sonido del tráfico, el hablar de la gente, la risa de los niños, el trinar de los pájaros, se sentía como sumergido en aquellos documentales de Hiroshima y Nagasaki.
Ya con sus pies cansados y adoloridos después de caminar horas, sorteando grandes obstáculos y tratando de reconocer la otrora hermosa metrópolis en la cual vivía, se daría cuenta de algo que escapaba a sus más locas visiones y alucinaciones. Comprendió porqué motivo la radio que escuchaba no difundía la catástrofe, porqué razón a nadie había visto vivo ni escuchado en más de un año y porqué el aire estaba tan viciado. Su ciudad estaba literalmente aislada del mundo. Una gigantesca cúpula rodeaba la ciudad. Y comprendió también que su suerte estaba echada, nunca nadie oiría sus gritos y lamentos. Ahora con certeza sabe que morirá solo y pudriéndose en algún rincón.
El mundo se olvidó de ellos, el mundo se olvidó de Boris Chechenko, el último hombre de Grozni.



 


4 de febrero de 2013

Entrevista al escritor chileno Michel Saito Deb


Michel Saito Deb

1. ¿Qué te motivó ese cambio de la música por las letras? Me refiero a la vocación de escribir.
Siempre he tenido esas ganas por escribir o de expresar mis ocurrencias . A los 10 años quise hacer mi primera historia, la cual no llegó a ningún puerto. No tenía las herramientas para expresar mis ideas, y bueno la música me ayudo tener una perspectiva más abierta, por lo tanto más seguridad a la hora de escribir. Cuando la banda se disolvió ya hace algunos años atrás, cabe señalar que la banda y la música eran parte importante de mi vida, quedé a brazos cruzados, sin motivaciones, fue en ese entonces que me propuse plasmar algunas historias que tenia en mente hace ya mucho. Bueno, el resultado de eso fue un blog, aceptables comentarios y de ahí, esta que es mi primera obra.

2. Abordas temas como la ciencia ficción y la fantasía. ¿Te atreverías a incursionar en la temática social o en la literatura política?
Creo que la critica social siempre ha estado presente en mis letras, sea directa o indirectamente. Muchos de mis relatos muestran sociedades distópicas, donde tal vez las modas, el consumismo o la televisión llevan al ser humano a un estado catastrófico y aun futuro no muy acogedor. Para producir un cambio de conciencia  debemos tratarla nosotros mismos, tener una pequeña guerra contra el mundo y una de mis armas son las letras.


3. Provienes de una familia de clase media. ¿En qué año emigraste a Rusia? ¿Eres exiliado político? ¿Te afectó la dictadura de Pinochet?
Mi familia era de clase media y sí la dictadura nos afectó a todos, unos mas unos menos. Desde el simple hecho de comprar en un almacén o salir a la calle. Tengo recuerdos vividos de salir al centro de Santiago y ver a los militares en las esquinas o Carabineros reprimiendo una manifestación de manera brutal. Bueno, no es muy diferente a como están tratando a nuestra gente en mi país el día de hoy.  Creo que en todo el planeta, las masas están despertando y los poderosos no tienen otra herramienta que no sea la violencia, amparados o protegidos por los gobiernos. Veo con mucho dolor cómo aun no son castigados muchos que cometieron crímenes terribles en esa época, pero tengo esperanza que no se volverá a repetir algo como eso en Chile, de ser así, confirmaría que la gente olvida muy pronto.

3 de febrero de 2013

¿El Premio Literario hace al escritor?


  1. ¨¿El premio literario hace al escritor?¿Todos los escritores premiados tienen etiquetas de relevantes, imprescindibles (...)? No sé si es la duda o la convicción lo que me interroga.¨
                                                                                                                       P.M.

    Con esas interrogantes traté, otra vez, de infundir atención en redes sociales. Recibí disímiles respuestas que acontinuación trataré de reproducir a groso modo. Disculpen la irregularidades en las opiniones. 

    ¨El premio no le hace, pero cómo le ayuda!

    ¨Luminarias de la Literatura universal como Jorge Luis Borges, León Tolstoy, Federico García Lorca, Marcel Proust, Paul Valéry, Franz Kafka, James Joyce, Julio Cortázar, Mark Twain, Arthur Miller, Émile Zola, Henrik Ibsen, Graham Greene... y otros tantos más merecieron el Premio Nobel de Literatura, pero tampoco se ofuscaron por ningún tipo de premio o galardón; lo que nos da a entender, que no es necesaria su obtención para ningún intelectual, porque tarde o temprano, éste alcanzará sus objetivos a través del trabajo disciplinado y constante. Que llegue al público y éste le acepte, a la vez que compre sus obras, es el mayor premio que puede alcanzar. Las grandes multinacionales del mundo editorial fabrican sus intelectuales o doblegan a otros que podrían ser grandes promesas futuras en el marco de su libertad creativa y de expresión. En 1958 lo rechazó Boris Leonidovich Pasternak el famoso autor de la monumental obra, "Doctor Zhivago", y en 1963 el escritor y filósofo francés Jean Paul Sartre. http://unlibroaldia.blogspot.com.es/2012/10/quedate-con-tu-premio-literario.html

    ¨Los premios son reconocimientos a su trabajo. Pero no es eso lo que le convierte en ello, es su destreza con la pluma. Hay grandes escritores que han sido reconocidos y galardonados en título póstumo.
    Imposible que exista un premio para cada escritor. El éxsito merecido o inmerecido no puede tocar las puertas de todos los escritores. Lo importante es crear, crear, y crear; te reconozcan o no, y si te ganas un premiecito "qué rico", sino seguiremos haciendo ccamino al andar: golpe a golpe, verso a verso. Viva Machado y  (Pedro) Merino el autor de esta página que invita a la reflexión sincera. Un abrazo.

    ¨El premio te puede ayudar o no. Me explico, los hay que después de recibir un premio se crecen y pierden toda la modestia, quedándose incluso anclados. Y en otras circunstancias pueden ser aliciente para seguir creciendo.

    ¨Elevarse está bien, pero hay que luchar por mantenerse. Y eso es a base de trabajo, constancia y crecimiento personal.

    ¨El premio es un reconocimiento que desde luego ayuda, el gran juez del tiempo te otorgara el del reconocimiento a la universalidad de la obra, su atemporidad y muy importante su autenticdad si es una obra de arte , el escrutino final , lo decide la grandeza del y el de sus seguidores, no solo hace grande y eterna a un autor un premio otorgado por una organizacion, ya sea el Nobel , el premio lo da el consumidor que es capaz de elevar la obra por encima del tiempo y la hace eterna en la conciencia de la humanidad. nadie duda de la grandeza de autores que sin ser premiados conforman el mundo del arte, no podemos hblar de arte sin ellos, desde el primero que grabo en las cuevas sus habilidades de cazador, dejo sus huellas y nos regalo una realidad transformada por la magia del creador..

    ¨El premio te da dinero, te abre las puertas para entrar en editoriales, te da fanáticos...

    ¨Los premios son cariñitos .... nadie se lo cree



    ¨En definitiva, que los premios tienen la importancia que uno mismo quiera darle

    ¨Es cierto. Hay autores que NO merecen un premio y lo disfrutan como amos.


Nicho fenómeno-lógico, de Eduardo Fernández Fernández

NICHO FENÓMENO-LÓGICO

Hay algo más
que los eslóganes que vomitan el edén en las pantallas
y las flores diamantinas
que edulcoran las tiaras sanguinolentas
de tantas monarquías,
magros afeites de hedores seculares
al mejor estilo de boutique,
arte de embalsamar con perfume francés.

Ese algo no neonato
sino infinitesimal,
gotea como chispas saltarinas
desde besos que se tejen
en este derrame de servidores,
ubicuo refugio de lamidos silentes,
ensartados como bruñidas cuentas
en el haz de siete husos horarios
y distienden luenga la cama,
con ese desparpajo primigenio
de seres expertos en imantarse,
sin las patentes de corso
de “sacros reverendos”,
ni sotanas pútridas
ya encartonadas
por la esperma inciensal
de dos milenios.

2 de febrero de 2013

Recomiendo el blog del escritor brasileño Humberto Dib

Pues claro que sí. No lo pensé dos veces. El blog del escritor brasileño Humberto Did tiene más de 3000 seguidores y es, además, muy interactivo, tiene más de 200 comentarios por entrada.
Sin más, les dejo el enlace:

HUMBERTO DIB...  a leer.

Mis manos, del escritor cubano Erasmo Alexei Dumpierre