"Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca", Jorge Luis Borges
11 de diciembre de 2016
4 de diciembre de 2016
27 de noviembre de 2016
Entrevista a Pedro Merino para Xploralibros
Entrevista a Pedro Merino para Xploralibros:
1 ¿Qué es lo que te conllevó a escribir un libro?
Es cierto que el ego te imprime deseos de sobresalir. En mi caso es una variante de trabajo. Diría que es la primera opción. Realmente la literatura me es rentable todavía para mí. Mi primer libro publicado me dejó una ganancia de más de 7 mil dólares cuando vivía en Cuba. De hecho influyó en la inversión de mi salida del país. Claro que de un libro es muy difícil vivir, pero te ayuda en algo. En concreto: empecé a escribir como denuncia social, sin esperar un centavo a cambio, y el resultado fue el Premio de Novela Breve Juan March en España en 2003 con Quinta de la Caridad.
2 Este libro va destinado a un público muy pequeño que son los niños, ¿Has pensado en dirigirte a un público más mayor?
“Cuentos para niños” es un libro dirigido a un lector de entre 8 y 12 años de edad. De hecho comencé a escribir para adultos sobre la temática del realismo sucio, personajes marginados como asesinos, delincuentes, traficantes de drogas, proxenetas. El subgénero policial me atrapó desde el comienzo de mi andadura literaria. Quería sobresalir, no lo niego, y esas historias negras de corte policial influyeron en el boomerang que me lanzó en busca de lectores.
Ahora pienso al revés: quiero ganarme al lector más joven, llamar la atención a editoriales de mayor difusión. Siempre los niños están en la primera opción de los padres y del Estado que fomenta grupos u organizaciones en favor o fomento de los valores de la infancia. Ese es mi reto con ese título para niños.
3 Cuéntanos un poco de lo que libera tu libro.
En un llamado al rescate de las mascotas que no son bellas, que no son de raza, porque al fin y al cabo ayudan a quemar el estrés, la soledad, el vacío del hogar cuando un ser querido se marcha para siempre. También en defensa de la naturaleza, el hábitat que cada vez cede terreno y los animales quedan atrapados por las ambiciones del hombre poderoso. La práctica cruel con animales de laboratorios, dentro de la mente del niño, hace que piensen diferentes. Ya lo dije al principio, el derecho animal de ser tratado como mascota. Claro que también esos animales de laboratorios salvan vidas humanas, pero la forma en que se hace a veces denigra a esos diminutos animales. El Papa Francisco llegó a afirmar que “los perros son ángeles que tienen almas y que su función es alegrar al hombre durante su vida hasta llegar al cielo”.
4 Cuéntanos cómo ha sido tu experiencia al publicar un libro.
El autor antes de ver su libro impreso, leer su nombre y apellido en letricas de molde, la cubierta ya sea buena o mala, siempre reconforma al ego o los deseos de darse a conocer, de gritar a través de esa manifestación artística lo que se piensa, de querer cambiar al mundo entre líneas, de hacer amigos o seguidores, de ayudar a la gente sencilla. No siempre se logran esas metas, pero al menos uno aporta al universo de ideas hechas palabras, y eso es lo que importa: escribir, crear, denunciar, abrir sueños, etc.
5 ¿Cuándo son tus momentos de inspiración?
Yo escribo temprano en la mañana. Primero escribo a lápiz para atrapar las ideas que muchas veces corren más veloces que el tiempo. Luego las tecleo en un ordenador o computadora. Después lo imprimo y corrijo los errores. Uno ve cómo va creciendo la creación y luego la comparto con gente que hace lo mismo que yo. Claro, siempre escribo en una hoja aparte la historia y el discurso, si es en primera o en segunda persona, del pasado o del presente.
6 ¿Tienes más planes de escribir en un futuro y publicarlo?
Quiero diseminarlo a través de la Internet para que todo tipo de editores se den cuenta que se puede vender, lograr más ediciones, que puede llegar a varios sectores poblacionales. Ya descubrí un método muy eficaz de traducción al inglés. Es bastante confiable. Tengo varios libros traducidos por mí en Amazon y Createspace y espero muy pronto darme a conocer en esa nueva faceta de la escritura para niños.
7 ¿Cuál es tu género favorito?
El cuento es mi arma literaria, pero trato de mejorar la novela que es el género madre. Todos los géneros se pueden desarrollar en la novela, puedes hacer digresiones, etc., es increíble la trascendencia de la novela. De hecho los libros más difundidos pertenecen a ese género literario, a partir de las 200 páginas y hasta las 600 es una forma de atraer a las grandes editoriales. El lector ve mejor una inversión en una novela que en un libro de cuentos, de ensayos, teatro, etc., por esa misma razón de libertad en el género que respeta todos los valores literarios. Claro, es un reto para mí que poco a poco he ido mejorando.
8 Danos tres razones para comprar tu libro.
Primero: en el caso de “Cuentos para niños“ porque tiene cerca de 100 ilustraciones a color de mi esposa Patrizia Corzo, pintora colombiana muy conocida en el Departamento del Meta. Su pintura goza de aceptación o admiración. Muchos curadores de arte de varios países han valorado su obra pictórica. Esas ilustraciones a color explican detalladamente la historia de cada cuento.
Segundo: el libro contiene 12 cuentos que son 12 historias diferentes que atraparán al lector más joven, y a los adultos también, porque siempre tenemos un poco de niño en nuestra sangre. Cada historia es sobre un animal o mascota diferente que ha logrado sobrevivir el azote de un peligro.
Tercero: ese libro de cuentos para niños cuenta con una versión bilingüe: español e inglés.
NOTA: doy gracias a Jorge, el autor de Xploralibros y exhorto a los lectores a que visiten mi blogwww.quintadelacaridad.blogspot.com Adelante, obrer@s de la pluma.
26 de noviembre de 2016
Entrevista a Pedro Merino por No sin mi libro
Pedro Merino, es un autor al que he tenido el placer de entrevistar, y desde aquí quiero darle las gracias por su amabilidad al contestar a mis preguntas.
Así que, os dejo con la entrevista, que espero que os guste y que sobre todo conozcáis un poco más a este fantástico autor.
Repasando su biografía, usted empezó a escribir en la adolescencia, ¿recuerda la edad?, y ¿qué fue lo que le motivó a escribir?
En la actualidad lleva publicado 10 ebooks de diferentes géneros. ¿En qué estilo se encuentra más cómodo escribiendo?
Dígame, un sueño por cumplir.
Así que, os dejo con la entrevista, que espero que os guste y que sobre todo conozcáis un poco más a este fantástico autor.
Entrevista a Pedro Merino por Cris (Blog No sin mi libro)
Repasando su biografía, usted empezó a escribir en la adolescencia, ¿recuerda la edad?, y ¿qué fue lo que le motivó a escribir?
Más o menos entre los 12 y 15 años me contagié con unos poemas. La poesía me envolvió como la red de un verdadero amor. Pero lo que más me conllevó a escribir fueron los temas sociales. Me gustaba mucho las asignaturas de letras, no tanto como las de ciencias o las matemáticas. En la rama de la geografía me llamó la atención el desarrollo agrícola en países industrializados que utilizaban máquinas para recoger naranjas, por ejemplo. También el desarrollo tecnológico de la NASA, en EE.UU. Fue la ciencia-ficción lo que en un principio me conmovió, pero los problemas sociales me agobiaron, sobre todo relacionado con el bloque socialista de Europa Oriental y la situación en Cuba. De ahí saca tus propias conclusiones. Debo aclarar que jamás he hecho carrera política.
En la actualidad lleva publicado 10 ebooks de diferentes géneros. ¿En qué estilo se encuentra más cómodo escribiendo?
El cuento es el género que más domino. Ahora trato de rivalizarlo contra la novela que es el género en el que más estoy metido, referente a lo histórico, el realismo mágico, mezclar la realidad con la fantasía para hacer más literatura y dejar a un lado la novela negra, policial, marginal, que a fin de cuentas es subliteratura o literatura de ¨pocos quilates¨, porque es muy fácil competir contra los muertos y los marginados.
En el año 2003 recibió el Premio de Novela Breve Juan March, ¿qué supuso para Usted recibir este galardón?
Usted mismo se define como contador de historias y no como narrador. ¿Podría explicar al público la diferencia de ambos?
Usted mismo se define como contador de historias y no como narrador. ¿Podría explicar al público la diferencia de ambos?
Primero que todo debo decir que la Fundación Bartolomé March fue bastante honesta porque yo no tenía un currículum literario u hoja de vida por el cual la mayoría de los jurados se guían para dar su veredicto. Si eres famoso, si tienes libros publicados por editoriales prestigiosas, entonces leen tu obra y la comparan con otros autores iguales o ¨superiores a ti¨. Desgraciadamente es así, Cris, tú sabes que la corrupción impera más allá de la nacionalidad, el sexo, la etnia, la política, el gusto por los colores, en todo, vaya, en todo. Sin embargo, en mi caso no fue así. Me encontraba inédito y me otorgaron el premio literario, que a mi juicio no hace al escritor, y me publicaron mi novela Quinta de la Caridad (Operación ¨Fula¨) que versa sobre el tráfico y la tenencia ilegal de dólares en Cuba, tema que ningún escritor de dentro o fuera de la Isla ha osado escribir.
Esa novela la escribí durante cuarenta (40) días, y le dediqué casi setenta y dos (72) horas. La escribí con unos lápices mochos, luego la transcribí a una máquina Olimpia, de segunda mano, de esas que donaron a Cuba. El señor que me la vendió en unos 40 pesos cubanos me dijo que si se rompía que regresara para darme otra o arreglármela. Se rompió. Regresé a verlo y me la arregló, pero no quedó nueva. Ya sabes lo demás. Así que tuve luego que corregir la novela en una computadora de uso social en los clubes de computación gratuitos que proliferan en La Habana. Para imprimirla tuve que invertir 3 o 4 dólares en una cinta de impresora en una tienda recaudadora de divisas que en Cuba le llaman shopping. En esas oficinas del Gobierno no prestan las cintas de impresora. Las hojas especiales para impresoras me las regalaron; eso me ahorró dinero. Y luego tuve que buscar a alguien que viajara a España o saliera del país con mi novela para que la depositara en la Fundación Bartolomé March de Palma de Mallorca o la enviara por correo ordinario a la dirección del certamen literario. Finalmente tuve que depositar solo una copia, pedían tres (3), en una oficina de correos en La Habana. Otra odisea fue cobrar los seis mil (6 000) euros que ofrecía el premio, pero creo que será en otra entrevista, porque fue largo y tortuoso. Pudiera escribir una novela de 500 páginas para revelar el trabajo que me costó reclamar el dinero.
Sobre lo de ¨contador de historias¨, es como decir ¨escribano¨ u ¨obrero de la pluma¨, alguien que no ha llegado a ser escritor aún.
Dígame, un sueño por cumplir.
¨Hombre es todo aquel que siembra un árbol, un libro, y un hijo¨. No sé quién es el autor. Quisiera ser papá, pues ya he sembrado árboles y libros. Hace tres años me casé: seguiré esperando.
Por último, ¿qué consejo daría a los jóvenes escritores que están empezando?
Que escriban por la literatura, no por la fama ni el dinero. Amazon es la mejor vía de auto publicación. Los ayuntamientos y fundaciones de España siguen siendo una buena opción para darse a conocer como yo.
Desgraciadamente la crisis mundial ha golpeado mucho más a los libros. Han desaparecido librerías, pero la Internet está más viva que nunca. Deben crear un blog para darle curso a las palabras y desafiar a la mala literatura. Háganse autores de sus propias palabras sin hacer mucho ruido que ¨la mentira puede correr un año, pero la verdad la alcanza en un día¨. Escriban sobre diversos temas para todas las edades. Sueñen. Construyan.
NOTA: Clic sobre No sin mi libro para leer la entrevista original.
13 de noviembre de 2016
Repasando el mito de Don Juan este noviembre
9 de noviembre de 2016
3 de noviembre de 2016
Minicuentos, de Pedro Merino
Sinopsis: Difícil género literario, abusado y creado para desafiar al lector. Desde minicuentos hasta digresiones y anécdotas, este MINICUENTOS transita por esas estadías de la creación literaria a través de pocos párrafos o menos de una cuartilla.
NOTA: Doble clic sobre el título para ir a Amazon. Lea a los demás autores.
1 de noviembre de 2016
Yarini, el chulo de La Habana (novela histórica)
Yarini, el chulo de La Habana
Este es un libro cuyo contexto es eminentemente histórico. El personaje protagónico, Alberto Yarini, fue una leyenda vivviente en su época. En el libro se recrean pasajes de la vida del notable proxeneta y de las circunstancias que lo caracterizaban. El mundo no solo del hampa y de las meretrices de La Habana, sino también el de la política a la que estuvo vinculado el chulo.
El autor
NOTA: clic sobre el título para ver las obras disponibles en AMAZON tanto en ebook como en formato papel.
30 de octubre de 2016
El Mundito de los Libros: Conozcamos a: Silvia González Delgado
El Mundito de los Libros: Conozcamos a: Silvia González Delgado: ¡Hola Lectores! He renovado esta sección, para dar a conocer a los escritores que me gustan, los que quisiera conocer, los que me hicieron ...
22 de octubre de 2016
Los lazos vulnerables de la amistad
Imagen de la película animada "El principito", dirigida por Mark Osborne, con guión de Irena Brignull, basado en la novela homónima de Antoine de Saint-Exupéry |
"Sólo se conocen las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no se dan tiempo para conocer nada. Compran todo hecho en las tiendas. Pero como en las tiendas no venden amigos, los hombres ya no tienen amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!".
Fragmento de El pequeño príncipe de Antoine de Saint-Exupéry
"Amistades que son ciertas nadie las puede turbar", expresa Miguel de Cervantes Saavedra en El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Sin embargo, ¿cuántos compartimos esa afirmación? La amistad es vaso frágil, siempre en peligro de quebrarse; puede constituir también un espejismo.
Una relación amistosa requiere entrega mutua, esfuerzo y sacrificio de las dos partes. Escuchar es uno de los mejores regalos que podemos brindarle a un amigo. Valorar las virtudes y pasar por alto los defectos es otro requerimiento para una buena amistad. La confidencialidad es menester indispensable de toda relación saludable. Debemos perseverar en cumplir nuestras promesas para fundamentar la confianza que deseamos en nuestras relaciones.
Hay muchas herramientas a nuestro alcance para cultivar una amistad. Si bien, la experiencia de perder a un amigo nos ha ocurrido a todos. Muchas veces, no están a nuestro lado en el momento difícil. En el peor de los casos, han muerto o, simplemente, han cambiado. También nosotros variamos sin darnos cuenta. ¿Alguna vez te has sentado a contar los amigos que has perdido por el mero hecho de que éstos, o tú, han cambiado? Es el caso de quien súbitamente pierde sus amigos de la taberna porque ha dejado de beber.
Gran parte de nuestros amigos de la infancia han emprendido disímiles rumbos. Puede ser que vivan en lugares distantes, que ocupen posiciones sociales diferentes, que respondan a intereses disímiles. Todo cambia: nuestras inclinaciones, anhelos, prioridades, energías, pasatiempos, gustos. Lo que nos atraía en una época, hoy puede ya no cautivarnos.
A veces, perdemos a los amigos y hasta a los familiares en competencias y altercados de diferentes índoles. Vivimos en una sociedad competitiva, en un entorno donde se nos inculca el sobresalir, el triunfar. Perdemos o ganamos amigos en este proceso, o, mirándolo desde otra perspectiva, ellos nos ganan o nos pierden.
Sin embargo, la pérdida más dura es la de un familiar. Los niños crecen juntos. Pasan los años y se separan. Lo que fuera una relación hermosa e intensa llega a perder su encanto. Si le agregamos las discrepancias, los altercados sobre propiedades o herencias, o, simplemente, los celos enfermizos, atestiguaremos cómo una armoniosa relación familiar puede transformarse en un infierno.
Mantener una amistad conlleva a veces la lucha entre los valores más elevados del hombre, el ideal iluminado, y la parte más burda de la realidad, sujeta a una sociedad donde la doble moral y la manipulación en muchos casos determinan el éxito. De esta parte retorcida, se deriva, en cierto sentido, el concepto del falso amigo, aquel o aquella que espera beneficiarse de nuestra relación económica o socialmente. Es el tipo de amigo que nos abandona cuando las cosas comienzan a marchar mal; a quien no le interesa otra cosa que aprovecharse de lo nuestro.
También perdemos seres queridos por el resentimiento. Cuando no somos amados o tratados de la manera que anhelamos, nos resentimos. Por otra parte, muchas veces tememos decirles nuestra verdad (o verdades) por el temor a que se alejen. No compartimos nuestros sufrimientos y aparentes debilidades para no ser incomprendidos y rechazados.
Se lee en el evangelio según San Juan: "Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos". Quizá nuestro afecto, y el que cuestionamos en otros, no alcance tal magnitud. De seguro, más de una vez hemos recibido lecciones por experiencias amargas. Si no fuera así, la palabra 'decepción' no apareciese en nuestros diccionarios. Sin embargo, es posible que alguna vez hayamos ignorado el apesadumbrado toque del prójimo a nuestra puerta. ¿Lo recordamos, lo admitimos? Por lo general, sólo nos percatamos de las faltas ajenas y no reconocemos las nuestras.
De la misma manera que debemos estar preparados para perdonar los errores ajenos, es nuestra obligación reconocer los nuestros y articular ese acertado ‘lo siento’, que bien puede salvar una relación vulnerada. Ya lo dijo Shakespeare: “Los amigos que tienes y cuya amistad ya has puesto a prueba, engánchalos a tu alma con ganchos de acero”.
3 de octubre de 2016
13 de septiembre de 2016
Cómo publicar en AMAZON: ebook y libro impreso.
Por otra parte, en www.createspace.com, otra compañía de Amazon, es la variante, en este caso, del libro impreso. Es muy fácil también, aunque está en inglés.
NOTA: haz clic en los enlaces para la creación de un ebook, o libro electrónico, y para un libro impreso.
8 de septiembre de 2016
LOS ABUELONES
LOS ABUELONES
Cuento
El tiempo se detuvo en aquella casa. Todo en ella evocaba el fulgor de tiempos pasados, tiempos de prosperidad, amor, e intimidad.
Ellas no recordaban cómo se habían envejecido. El tiempo las sorprendió y un día al mirarse al espejo casi no se reconocieron.
Ellas no recordaban cómo se habían envejecido. El tiempo las sorprendió y un día al mirarse al espejo casi no se reconocieron.
–¿Somos nosotras? –le preguntó Bernarda a Lorenza. Estaban en la pequeña saleta donde jugaban canasta. Un gran espejo cubría la pared de al lado de la puerta que comunicaba con el corredor.
–Sí, somos nosotras. Un poco mas viejas y cansadas –contestó Lorenza–. Pero, ¿no te habías dado cuenta, Bernarda? El tiempo se detuvo, solo los abuelones que adornan el pasillo no envejecieron. Siguen igualitos, serenos y con aquella mirada austera que de niñas nos intimidaba. ¿Te acuerdas, Bernarda,?
–Sí, sí, por supuesto. Le teníamos terror.
Los abuelones en cuestión eran dos inmensos bustos de sus tatarabuelos, tallados a mano por un artista afamado de la época. Durante generaciones habían permanecido sin inmutarse sobre sus pedestales en el pasillo central de la casona.
Bernarda no recordaba cuánto tiempo había pasado desde que se quedaron solas. Primero partieron sus padres, quizás por el camino de luz del que muchos hablan. Después poco a poco los otros se fueron en un viaje sin regreso, pero a tierras extrañas: los primos, los tíos y los hermanos.
De noche en la vieja casona se escuchaban pasos y ruidos extraños que procedían de la planta alta. Ellas preferían quedarse en los dormitorios de la planta baja, como decía Bernarda, por si sucedía algo no tener que bajar las escaleras, porque ya no estamos para esos trotes. Siempre le tocaba subir a ver qué sucedía a la pobre Tete, la antigua sirvienta, que se quedó para acompañarlas. No es que fuera joven, era casi una octogenaria como ellas. Tal vez unos cinco años menos, pero había estado al servicio de esa familia tantos años que, cuando llegó el momento de irse, prefirió quedarse porque le daba terror dejarlas solas y abandonadas a su suerte. Las hermanas eran mujeres que no estaban preparadas para los nuevos tiempos.
Habían crecido en un ambiente refinado y era muy poco lo que podían hacer. Nunca se ocuparon de labores domésticas y no sabían ni freír un huevo, así que Tete se quedó para que no murieran de inanición.
Aquella casa parecía un museo, llena de porcelana fina, de muebles antiquísimos y de muchas historias contadas por sus dueñas.
Aquella casa parecía un museo, llena de porcelana fina, de muebles antiquísimos y de muchas historias contadas por sus dueñas.
La casona había pertenecido siempre a la familia. Entre patios, jardines y cochera tenía más de dos acres. La más joven de las dos, Lorenza, había sido también la más liberal. Se había casado y se había divorciado un par de veces. Si miramos que, a la sazón, tenía como unos 79 años, estaremos de acuerdo en que sí lo fue. Eran tiempos en que las mujeres no tenían ese tipo de comportamiento. Solían ser más discretas. No estaba muy bien visto en sociedad, pero a ella eso no le importó mucho.
Era delgada y no muy agraciada, pero, según sus propias historias, era muy aceptada por el sexo opuesto, porque resultaba divertida, le gustaba el trago y también fumaba. En fin, que era un poco bohemia. Bernarda por su parte era más recatada, sin ningún tipo de belleza que podamos describir, pero había logrado casarse y tener un hijo que hacía muchos años se había ido al Viejo Continente y nunca regreso. En su soledad y ocio solo contaban con algunas viejas amigas con las que se reunían cada martes para jugar canasta y compartir algún refrigerio.
Pero el placer mayor que ambas tenían era la hora del té, que contra viento y marea habían tratado de mantener. Era una tradición para ellas. Preciosas tazas de porcelana francesa de Limoges, vasos de Baccarat traídos de la region de Lorena, hermosas servilletas del más fino lino de la India, bordadas a mano con hilos de seda, conformaban el servicio del té, que era servido en una antigua bandeja de plata, reliquia muy bien guardada de uno de sus ancestros, un Marqués de gran renombre y pomposo título nobiliario. Pequeñas galletas y bollitos de pan con crema eran el toque dulce que su sirvienta, tan vetusta como ellas, preparaba.
Cada noche, al quedarse solas, solían sentarse con Tete y conversar de sus antepasados, recordando la hermosa vida que habían tenido.
Vivían aferradas a un tiempo que se fue, pensando que en algún momento podía pasar un milagro y que recuperarían su finca, la casa de la playa y todas sus posesiones, incluidos los panteones del cementerio.
Recordaban con nostalgia sus tiempos de juventud en la finca de su tatarabuelo, el Marqués español, pero sus anhelos no se cumplieron. En la finca ya no había cosechas, la casa de la playa se colapsó ante el inmenso mar y los panteones del cementerio se convirtieron en ruinas que sólo daban cobijo a raíces y plantas, alimentadas por el abono de los restos del Marqués y de otros antepasados.
Fue necesario decir adiós a las obras de arte, a los muebles, a la porcelana fina y a las vajillas de plata. Eran tiempos de supervivencia, había que resistir. Solo los bustos de los abuelones quedaron como recuerdo de su antigua grandeza y significaban mucho para ellas. Bernarda y Lorenza se quedaron en pie manteniendo su orgullo y su honra hasta el final. Este ya había llegado, solo que ellas no se habían percatado.
Copyright©2014.
Berenice Morales7 de septiembre de 2016
Las babas de don Gabriel
Hola a todos,
quiero hablaros de mi primera novela publicada, Las babas de don Gabriel. En ella podréis encontrar doce personajes, cada uno con voz propia, que nos narran su vida en primera persona.
El entorno donde se desarrolla la novela es original, y sus protagonistas nos hablan con un lenguaje llano y sencillo.
Os dejo uno de los comentarios que han hecho los lectores en Amazon.
Gracias.
https://www.amazon.es/dp/B01G7RDJ5M
EN UNA PALABRA: EXTRAORDINARIO,
29 de julio de 2016
quiero hablaros de mi primera novela publicada, Las babas de don Gabriel. En ella podréis encontrar doce personajes, cada uno con voz propia, que nos narran su vida en primera persona.
El entorno donde se desarrolla la novela es original, y sus protagonistas nos hablan con un lenguaje llano y sencillo.
Os dejo uno de los comentarios que han hecho los lectores en Amazon.
Gracias.
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EN UNA PALABRA: EXTRAORDINARIO,
Por
Compra verificada
Esta opinión es de: Las babas de don Gabriel (Versión Kindle)
Aconsejar la lectura de esta novela, porque lo
es aunque esté estructurada como relatos de cada uno de los
protagonistas, no es solo una recomendación, sino una exigencia para
quien quiera sumergirse en una lectura atrapante. Tan importante es lo
que se cuenta como la manera de hacerlo. Y la forma en la que la autora
muestra su historia es fascinante. Nueve personajes mundanos, (quizá
alguno no tanto) y otros tres de los que el lector jamás podría esperar
su aparición. No, no os lo voy a desvelar.
Las historias cotidianas se cruzan con el elemento fantástico con una naturalidad tan sorprendente como conseguida. Porque las vidas de los personajes son algo más su propia historia, la novela es un lienzo en el que se muestra un elenco de pasiones, deseos, ilusiones, miedos, pecados, tentaciones… Es difícil no identificarse con alguno de ellos, eso sí, si somos honestos con nuestros defectos.
La “chusma” de don Gabriel deberá rendir cuentas de sus actos, tanto por acción como por omisión. ¿De qué manera y ante quién? Tendréis que leerlo para saberlo.
Un libro que invita a una segunda lectura para comprobar el minucioso trabajo de la autora para no dejar cabos sueltos, para admirar la manera en la que cada historia encaja con las otras con precisión de cirujano. Para darse cuenta de que cada personaje vive, respira y habla con voz propia.
Conseguir doce voces narrativas creíbles es algo que merece la pena leer.
Y disfrutar.
Las historias cotidianas se cruzan con el elemento fantástico con una naturalidad tan sorprendente como conseguida. Porque las vidas de los personajes son algo más su propia historia, la novela es un lienzo en el que se muestra un elenco de pasiones, deseos, ilusiones, miedos, pecados, tentaciones… Es difícil no identificarse con alguno de ellos, eso sí, si somos honestos con nuestros defectos.
La “chusma” de don Gabriel deberá rendir cuentas de sus actos, tanto por acción como por omisión. ¿De qué manera y ante quién? Tendréis que leerlo para saberlo.
Un libro que invita a una segunda lectura para comprobar el minucioso trabajo de la autora para no dejar cabos sueltos, para admirar la manera en la que cada historia encaja con las otras con precisión de cirujano. Para darse cuenta de que cada personaje vive, respira y habla con voz propia.
Conseguir doce voces narrativas creíbles es algo que merece la pena leer.
Y disfrutar.
30 de agosto de 2016
Los juicios literarios en el Quijote
Mediante "El escrutinio de la
biblioteca", el propio Cervantes emite juicios sobre las obras literarias
de su época
|
Por Leonardo
Venta
La primera parte
de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha es precedida por un prólogo, escrito por el
propio autor, matizado por destellos mordaces que, entre otros elementos, se
mofa de la afectación erudita de la literatura de su época: “- Porque, ¿cómo
queréis vos que no me tenga confuso el qué dirá (…) cuando vea que (…) salgo
ahora, con todos mis años a cuesta, con una leyenda (…) sin acotaciones en las
márgenes y sin anotaciones en el fin del libro, como veo que están otros libros
(…) tan llenos de sentencias de Aristóteles, de Platón y de toda la caterva de
filósofos, que admiran a los leyentes y tienen a sus autores por hombres
leídos, eruditos y elocuentes?”.
En las valiosas notas preparadas
por Francisco Rico Manrique para la Edición del IV Centenario del Quijote,
2004, realizada por la Real Academia, apunta el filólogo y académico catalán:
“Al publicarse el Quijote , la literatura romance de mayor prestigio era la que
se presentaba como inspirada por la alta cultura clásica y formulada en un
lenguaje sólo accesible a los más doctos (…) ‘Turba lega’ llamaba Góngora a
quienes no exhibían ‘ático estilo, erudición romana’; y como ‘ingenio lego’ se
definía Cervantes a sí mismo en el Viaje del Parnaso”.
Hay quienes opinan que la
universalidad y prestigio del Quijote se debe a un zarpazo de suerte de
Cervantes, con lo que no estamos de acuerdo; ya que al adentrarnos en la
novela, y descubrir el vasto conocimiento que Cervantes tenía de los escritores
de su época, nos convencemos cada vez más de que no hubo tal lúcida estrella,
sino la elaboración de una obra monumental que refleja y analiza el profundo
caudal literario que le precedió.
El prefacio está poblado por
hilarantes poemas: décimas de cabo roto, sonetos, que encomian la propia obra del autor, a la
usanza de aquel tiempo, para tutearse con piezas como el Amadís de Gaula de
Garci Rodríguez, que tuvo un éxito sólo comparable con el de las superventas
contemporáneas.
En el prólogo a la segunda edición
que la Editorial Porrúa realizó del
Amadís de Gaula, en 1971, el profesor de la Facultad de Filosofía y
Letras de la UNAM, Arturo Souto Alabarce
expresa:
“Quizá sea
exagerado pensar que sin el Amadís no se hubiera escrito el Quijote, pero lo
cierto es que Cervantes hace más que imitar la estructura, la trama de la obra.
En este aspecto lo sigue casi a paso a paso, pero es en cosas más profundas,
esenciales, donde Cervantes encuentra una fuente de inspiración: la fidelidad
amorosa del Amadís; el hecho de que declare, más de una vez, no necesitar la presencia física de Oriana,
pues la tiene siempre en su corazón, en su fe; y queda por subrayar todavía el
hecho de que Garci Rodríguez, en Las sergas de Espladián, inicia el juego
cervantino de la intromisión del autor en las andanzas de sus personajes, el
juego de la nivola que aprovecharían mucho más tarde Unamuno y Pirandello y que
es uno de los elementos cruciales en el desarrollo de la novela moderna".
Ser caballero era el anhelo del tal
Alonso Quijano, que enloquece leyendo libros de caballerías, y en su noble
saludable locura, enfrentándose a la hostilidad burda de la existencia, contra
toda lógica, se hace caballero medieval, para desarmarnos de nuestra rígida
sensatez de “leyente”. Para estar a tono con Cervantes me valgo del arcaísmo
“leyente”, empleado en el Quijote, y no el de lector, como corresponde al
castellano actual.
Un cura y un barbero revisan los
libros que han enloquecido a nuestro caballero andante, y lanzan a la hoguera
aquellos que encuentran responsables de su mal. No sin antes el sacerdote, que
representa la fuerza inquisitorial y la ilustración en manos de pocos, y el
barbero, que, en contraste, simboliza el vulgo, en su función iletrada de
obedecer ordenes, emiten juicios que obviamente provienen del mismo Cervantes
sobre las obras de su época.
Asimismo, en su primera gran y más
célebre aventura junto a su escudero Sancho, don Quijote se enfrenta a molinos
que cree gigantes, y después de caer ante el primero de ellos, totalmente
lastimado, al escudero señalarle su grave error, con insuperable maestría
imaginativa el Quijote insiste en que el sabio Frestón, el mismo que le había
robado los libros, había transformado a los gigantes en molinos al momento de
encimarse sobre ellos para robarle la gloria de su hazaña.
Con respecto a la excusa que le da
su sobrina al Quijote sobre la desaparición de los libros que le causaban su
locura, confiscados por el cura y el barbero, leemos en el capítulo VII de la
Primera Parte de Don Quijote: “(…) un encantador que vino sobre una nube una
noche (…) entró en el aposento , y no sé lo que se hizo dentro , que a cabo de
poca pieza salió volando por el tejado y dejó la casa llena de humo; y cuando
acordamos a mirar lo que dejaba hecho, no vimos libro ni aposento alguno (…) –
No sé –respondió el ama– si se llamaba Frestón o Fritón (...)”. A quien se
refiere el texto es a Fritón, el mago y supuesto autor de Don Belianís de
Grecia.
Por otra parte, Cervantes no cesa
la crítica literaria que había iniciado en “El escrutinio de la biblioteca”,
capítulo VI. En los capítulos XLVII y XLVIII
–si convenimos en que el autor se vale del canónigo de Toledo para
emitir sus juicios literarios– concluiremos
que desfavorecía las “fábulas que llaman milesias, que son cuentos disparatados
que atienden solamente a deleitar”, mientras pondera las “fábulas apólogas, que
deleitan y enseñan juntamente”; además, opina que el elemento fantástico (que
el canónigo llama ‘mentira’) en la literatura resulta más aprovechable “cuanto
más parece verdadera y tanto más agrada cuanto tiene más de lo dudoso y
posible...", lo que se acerca al concepto que tenemos hoy de suspenso.
En el capítulo XLVIII de la
Primera parte, constatamos la manera en que al curan le exasperan los
anacronismos, la desfiguración de lo histórico y las invenciones de milagros:
“Pues ¿qué si venimos a las comedias divinas?
¡Que de milagros falsos fingen en ellas, qué de cosas apócrifas y mal
entendidas, atribuyendo a un santo los milagros del otro!”. Incluso, divisamos
abiertos ataques a su archienemigo Lope de Vega, cuando el canónigo señala:
“(…) véase por muchas e infinitas comedias que ha compuesto un felicísimo
ingenio de estos reinos con tanta gala, con tanto donaire, con tan elegante
verso, con tan buenas razones, con tan graves sentencias, y, finalmente, tan
llenas de elocución y alteza de estilo, que tiene lleno el mundo de su fama; y
por querer acomodarse al gusto de los representantes, no han llegado todas,
como han llegado algunas, al punto de la perfección que requieren”.
En tanto, en el capítulo III de la Segunda
parte se nos presenta, a través del bachiller Sansón Carrasco, la reflexión sobre
el texto en sí. Carrasco es lector de la obra del historiador moro Cide Hamete
Benengeli, que en la ficción, aparece como primer autor del Quijote, y al que
se refiere expresando que “hay diferentes opiniones, como hay diferentes
gustos”, para luego, entre otras observaciones, esgrimir un juicio sobre la
Poética de Aristóteles: “(…) pero uno es escribir como poeta, y otro como
historiador: el poeta puede contar o cantar las cosas, no como fueron, sino
como debían ser; y el historiador las ha de escribir, no como debían ser, sino
como fueron, sin añadir ni quitar a la verdad cosa alguna”.
Isaías Lerner, en su estudio sobre
‘la parodia e invención’ en la Segunda parte del libro, sugiere la necesidad
del autor en legitimar la obra, a través del auto examen, como comprobamos en
los juicios sobre la novela emitidos por Carrasco en el capítulo III. “Pero de 1605 a 1615, Cervantes debió
enfrentar el desafío de la creciente popularidad de su libro, la necesaria
atracción de otros lectores y la aparición de un apócrifo en 1614, cuando más
de la mitad de su Segunda parte estaba ya escrita”, afirma Lerner. En el
capítulo V, aparece “la intervención del traductor inventando en la Primera
parte para parodiar la fórmula de los libros de caballería que proponía el
encuentro de un misterioso manuscrito en lengua ignota”, agrega Lerner. En la
Segunda Parte, el lector descubre que el traductor es igualmente censor: “(…)
venían tres labradoras sobre tres pollinos, que el autor no lo declara”.
En el capítulo LIX, Cervantes
arremete contra la Segunda parte apócrifa de Don Quijote, escrita por Alonso
Fernández de Avellaneda. En una venta se habla sobre dicha versión: “– ¿Para
qué quiere vuestra merced, señor don Juan, que leamos estos disparates, si el
que hubiere leído la primera parte de don Quijote de la Mancha no es posible
que pueda tener gusto en leer esta segunda?". Don Quijote la llama falsa:
“(…) es que yerra y se desvía de la verdad en lo más principal de la historia”.
Desde el mismo primer párrafo del
prólogo al Segundo Libro, el de 1615, Cervantes arremete contra el apócrifo
publicado por Avellaneda, con pie de imprenta en Tarragona, en 1614. Además, en
el mismísimo vasto párrafo final de su inmortal novela, Sancho expresa: “(…)
solos los dos somos para en uno, a despecho y pesar del escritor fingido y
tordesillesco que se atrevió o se ha de atrever a escribir con pluma de
avestruz grosera y mal deliñada las hazañas de mi valeroso caballero”.
El tema de Avellaneda y su tan
odiada por Cervantes novela apócrifa, vuelve a resurgir en el capítulo LXX. Aquí,
Cervantes lo sitúa en el preámbulo del Infierno, así como emplea la técnica de
alejamiento del autor de los juicios emitidos en el texto, mediante el empleo
de un narrador ambiguo: “Dijo un diablo a otro: ‘Mirad qué libro es ése’. Y el
diablo le respondió: “Ésta es la Segunda parte de la historia de don Quijote de
la Mancha, no compuesta por Cide Hamete, su primer autor, sino por un aragonés,
que él dice ser natural de Tordesillas". Sonreímos, inmediatamente,
gracias al espléndido ingenio cervantino, al leer: “Quitádmele de ahí,
–respondió el otro diablo– y metedle en los abismos del infierno, no le vean
más mis ojos".
Al llegar el final del amado libro,
su fantasioso protagonista yace en el lecho de muerte. Recibe al cura, al
bachiller, al barbero y a su entrañable amigo escudero. Recobra el juicio, lo
que constituye la anagnórisis del teatro griego: vuelve a ser Alonso Quijano y
reniega de los libros de caballerías. Pulsando los latidos demoledores de la
muerte, se confiesa y realiza su testamento. Después de tres días de
agonía, muere.
En el largo párrafo que baja el
telón de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, Cervantes arremete
nuevamente contra Avellaneda, y pone en tela de juicio las historias de los
libros de caballerías; “(…) a quien advertirás [Avellaneda], si acaso llegas a
conocerle, que deje reposar en la sepultura los cansados ya podridos huesos de
don Quijote, y no le quiera llevar, contra todos los fueros de la muerte, a
Castilla la Vieja, haciéndole salir de la fuesa, donde real y verdaderamente
yace tendido de largo a largo, imposibilitado de hacer tercera jornada y salida
nueva: que para hacer burla de tantas como hicieron tantos andantes caballeros,
bastan las dos que él hizo tan a gusto y beneplácito de las gentes a cuyas
noticias llegaron, así en éstos como en los extraños reinos".
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