"Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca", Jorge Luis Borges


24 de mayo de 2013

La palabra, de Noe Fajardo Pérez


Ella está al servicio de todos, cuando quieran, como quieran y donde sea.
No hace distingo, igual sirve al profesionista que al iletrado, al sacerdote
o asesino.., y quizá la prefiere el comerciante rapaz.
Juegan con ella y la ponen de lado, de cabeza y como se les antoje usar...
La hemos degradado cambiándola por otra cuantas veces queramos. Se
le ha desconocido poniéndola en la pared, la mesa, y hasta el mismo suelo
ignorando su origen. Nos encanta usarla con la boca y manipularla con el
antojo más refinado y exquisito, pasando por el más libertino y psicópata
 desquiciado.
Y sin embargo ella sigue sirviéndonos como un perro fiel y con la pureza,
presteza y paciencia digna de un santo.
Ella es LA PALABRA...

Un día de primavera, de Enrique Meitín


UN DÍA DE PRIMAVERA

                                                  Enrique A. Meitín

Era de madrugada y Cuba estaba sóla… un día de primavera muy significativo…cumplía ya sus nueve meses de embarazo, dentro de poco daría a luz a su segundo hijo…pero estaba sóla… solo acompañada de su hijo varón, apenas adolescente. Sentía unos dolores muy fuertes… deseaba ir al baño, pero sabía que eso era normal… tenía que llamar a alguien. Su opción era entonces Librada, a pesar de que no había estado junto a su comadre en su parto dos años antes, pero sabía positivamente que ella no le guardaba rencor alguno y que en ese momento podía contar con su amiga.
Tomó el teléfono... vaciló un instante y terminó por discar el número de Librada. En realidad se debatía en la contradicción de llamarla o no, pues hacía ya tiempo que estaban distanciadas, debido a la posición de esta en favor del proceso y de ella como una “gusana” declarada. Pero ambas creían en la amistad, y estaba segura que no le fallaría.

La antropología en decadencia, de Noe Fajardo Pérez


LA ANTROPOLOGÍA EN DECADENCIA.

Etimológicamente se traduce Antropólogo="Tratado del hombre".
Se supone, se supondría.., o símplemente yo supongo que esta disciplina no científica, o científica (como a ud. le funcione mejor la visión de ella)...
Así como los científicos de todas las disciplinas se reúnen en Congresos, Mesas redondas, etc. Para investigar acerca de su disciplina afín y lanzar hipótesis, teorias y resultados de su trabajo profesional, obedeciendo a sus principios humanos y científicos.., o será al revés (ud que cree). Porque primero fueron humanos ya que sintieron, rieron y lloraron antes de ser científicos (con todo el respeto que nos merecemos mutuamente). Después se formaron como científicos, y obedeciendo a sus principios tienen que rendir cuenta de su trabajo para dignificación de el, o más bien su propia dignificación como ser humano y la de su ciencia a la que sirve específicamente. En este tenor se antepone el ser humano al ser científico y por ende creo que el trabajo del antropólogo debería de estar por encima de las demás ciencias (por definición propia).

Carta a Cándido de Voltaire, de Francisco Muñoz Soler


CARTA A CÁNDIDO DE VOLTAIRE


Cándido a ti que naciste en un paraíso de Wesfalia

que fuiste apartado de el

por conocer los olores del amor

correspondido de Cunegunda, flor inocente,

a ti, que te cubrieron con uniforme

Noche de desenfreno, de Noe Fajardo Pérez

NOCHE DE DESENFRENO

Esta noche de desenfreno
y brillantes luceros,
el jinete "destello"
cabalgará tu cuerpo.

23 de mayo de 2013

En tu huella, de Carlos Juan Méndez


En tu huella

Incansable sigo tu huella
mientras forjo en mi interior
lo que bulle en tu ser, cuando siento se
acrecientan mis ansias en este indolente

20 de mayo de 2013

La justicia acaba donde empieza el poder, de Francisco Muñoz Soler


LA JUSTICIA ACABA DONDE EMPIEZA EL PODER


La justicia acaba donde empieza el poder.
(sensación que experimentó el pueblo romano
durante la dictadura de Sila, 84 a.d. Cristo)
Si el destino de un hombre va asido

a la voluntad o capricho de terceros

que utilizan para su mayor provecho

qué será sin duda la penuria

del necesitado, de poco valdrán

sus ingenios, esfuerzos y sudores

porque sus necesidad ha sido dada

Muerte en Venecia..., de Eduardo Nabal Aragón


MUERTE EN VENECIA: MIRADA Y MASCARADA.



El uso del zoom por parte de Luchino Visconti ha traído siempre de cabeza a críticos y admiradores del maestro italiano. Normalmente se argumenta que el director usaba ese medio en la última etapa de su carrera por cuestiones de comodidad en el desplazamiento, víctima de los achaques de la edad y la mala salud. Como si de un Von Aschenbach cualquiera se tratase, Visconti se convierte en un director juvenil recurriendo a uno de los más vilipendiados recursos fílmicos de los nuevos cines. Pero el buen uso que el maestro hizo de este brusco movimiento del objetivo de la cámara (hacia delante y hacia atrás) nos hace pensar que las razones de su empleo no eran, al menos no solamente, cuestión de la edad o la disfuncionalidad. 

Conclusiones de una vida santa del medioevo, de Francisco Muñoz Soler


CONCLUSIONES DE UNA VIDA SANTA DEL MEDIEVO


Amar la vida sin temor, amar a nuestros semejantes,
Amarnos a nosotros mismos, es amar a Dios.



-I


Lo

dice la leyenda, lo escribió Don Gonzalo,

que hubo un santo en las Españas

de nombre Santo Domingo natural de Cañas

mas adoptivo de Silos donde lució su halo,

de infante graves sentencias tomaba

para el cuerpo creyendo que así se suministraba

la gracia de Dios pues de la vida dada desconfiaba

porque en ella veía al demonio que le rondaba,

la vida con sus prójimos le tenía aterrorizado

porque si en él pecara otro se sentía culpado,

temeroso de Dios prefería vivir apartado

En el filo de silencios, de Eduardo Fernández Fernández


EN EL FILO DE SILENCIOS...




(Texto dedicado a mis amigos argentinos, Rosana Locascio

y Sergio Lanaro)




No espero que los obuses arrebaten la inmundicia

porque las penas son sabias, no tienen falaz sonrisa.

Reconocimiento a un ser que vive y vivirá entre nosotros, de Francisco Muñoz Soler


RECONOCIMIENTO A UN SER QUE VIVE Y VIVIRÁ

ENTRE NOSOTROS


La voz del poeta se quebró
sus ojos casi ciegos se humedecieron
todo había valido la pena
ahora que presiente el final de su vida.

Jorge Luis Borges el poeta

que embargado por la emoción

Jean Genet, ¿el enemigo declarado?, de Eduardo Nabal Aragón



JEAN GENET ¿EL ENEMIGO DECLARADO?

La editorial “Errata Naturae” en su impagable (en todos los sentidos de la palabra) colección “La muchacha de dos cabezas” ha publicado una voluminosa colección de artículos, entrevistas y ensayos de un “escritor maldito” donde los haya: Jean Genet. Sorprende la vigencia de los temas que aborda en El enemigo declarado,  aunque hoy pueda parecernos algo trasnochado ligar la homosexualidad a  las cuestiones de marginación social que vivió el escritor francés en su infancia y juventud. Plena vigencia tiene, no obstante, su lucha del  lado del pueblo palestino, su compromiso con los Panteras Negras durante los años setenta  y  con el antifascismo  -aunque se deja en el tintero la homofobia de la izquierda tradicional- y el libro toca tal vez demasiados aspectos sin profundizar lo suficiente casi ninguno. Entre sus interlocutores los también escritores Hubert Fitchte (Hotel Garni) y Nigel Williams, la prensa del momento  y los artículos de novelistas  Tahar Ben Jelloun, oriundo de Marruecos,  lugar donde se encuentra la tumba del autor de Las criadas y  Pompas fúnebres. Rescatado de la cárcel por personalidades de la cultura como Cocteau y Sartre, Genet, como de otra manera Foucault y otras voces de la disidencia sociopolítica, se  muestra algo sentencioso, cínico y cortante en sus respuestas, lo que pone de relieve su “sangre francesa” y su gusto por lo iconoclasta.
 Los “crímenes” de Genet pueden parecernos hoy chiquilladas al lado de los desfalcos de los políticos europeos de entonces y de hoy, pero su exaltación del “mal”, su gráfica descripción de lo erótico y lo sangriento, su negativa al encasillamiento, su individualismo   y su tenaz rechazo de las  normas sociales le valieron una fama que ha oscurecido y, en ocasiones, exagerado su innegable talento como escritor. Escritor  también de teatro y realizador de cine (Un chant d’ amour – realizada mano a mano con Cocteau- atrevido,  sensual  y,  durante mucho tiempo, clandestino  cortometraje  ambientado en una  prisión militar ) algunas de sus novelas han sido llevadas al cine como El balcón de Joseph Strick o, sobre todo,  Querelle (de la mano de R. W. Fassbinder y a mayor gloria de la belleza de Brad Davis y el glamour de Jeanne Moreau) y otras son considerados clásicos de la literatura universal como Santa María de las Flores o El Milagro de la Rosa  donde mezcla lo autobiográfico con lo poético y lo “bizarro”,  y nos muestra que la figura del travestí, el  “cruising”, la “herejía”  o el “amor intergeneracional”  no son figuras exclusivas de ningún tiempo, de ninguna cultura  ni de ningún lugar.

Tropezando con una azucena, de Sol Lora

A Carilda Oliver (Poeta Cubana)
TROPEZANDO CON UNA AZUCENA
Por Sol Lora
Para entender la esencia que me agita,
decidir no es equívoca esta vena,
bástame tropezar con la azucena,
¡con tu cepa dorada y tan bendita!
Son tus versos delirio de mezquita,
tubérculo que ensancha sangre buena,
alimentas con verbo a la colmena,
¡con tu miel desbordada y exquisita!
¡Ay, si Eva no existiera! Todo el gozo
de sentir esta carne en lo infinito:
No sería este mundo tan glorioso
Qué coincide al manjar más delicioso,
como fruto de edén que en arrebozo:
¡Reza el hombre inventándose erudito!

17 de mayo de 2013

!Flores para las muertas!..., de Eduardo Nabal Aragón


¡FLORES PARA LAS MUERTAS!
EL MUNDO FEMENINO ROTO DE DOS DRAMATURGOS DEL SUR




“And so it was entered the broken world
To trace the visionary company of love, its voice
An instant in the world (I know not whither hurled)
But no for long hold each desesperate choice”.
“The Broken Tower” by Hart Crane



“El teatro que ha perdurado siempre es el de los poetas. Siempre ha estado el teatro en manos de los poetas. Y ha sido mejor el teatro en tanto más grande era el poeta”.

Federico García Lorca


99 amaneceres, de Ani Palacios Mc Bride



Llega «99 Amaneceres», una novela que nos reconecta a nuestra esencia

«El amor lo es todo y tú eres amor incondicional y eterno», es el mensaje principal de 99 Amaneceres, una historia que nos alienta a conectarnos con nuestras esencias y a vivir la gratitud como un prólogo en lugar de un epílogo.

Aranís Mejía y la misteriosa Cindy la Soul Blender se encuentran por primera vez el 11 de septiembre del 2001, en el preciso momento en que el primer avión se estrella contra una de las Torres Gemelas. Meses después, en el apocalíptico mundo post 911 de la ciudad de Nueva York, Aranís recuerda a Cindy y la busca. La conectora de espíritus la toma bajo su tutela y la selecciona para pertenecer al Círculo de los 99 Amaneceres. Lo que sigue es una historia de renacimiento espiritual, romántica y profunda, que explora la esencia de lo humano y su guía divina: el alma.

En esta novela Ani Palacios Mc Bride invoca nuevamente un mundo mejor a través de personajes reales y plagados con fallas a los cuales les suceden experiencias increíbles.

15 de mayo de 2013

Mámá, Patria y Libertad, de Enrique Meitín


MAMÁ, PATRIA y LIBERTAD

                                                     Enrique A. Meitín

Ella siempre quiso, que todos, y sobre todo su hija Libertad, estuvieses al alcance de su mano, mejor aún en cualquier lugar cerrado. Aunque ilusionado por su amor materno no fue capaz de interiorizar que para ser lugar, necesita el vacío que reafirma la propia noción de lugar... además que ella requería, sumida en su soledad prefabricada llenar de cosas su propio espacio, mientras su hija se bastaba para ocuparlo.
El distanciamiento y luego separación de su único hombre, viudez sin difunto... al “escapar” del país, la había convertido en apologeta de la soledad, donde el amor adquiría el sabor agridulce de los recuerdos. Con el crecimiento de su hija, separada en años del resto de sus hermanos la sangre volvió a tomar impulso en sus venas. La niña le hacía libre, cautiva y carcelera de sí misma. Sentía nuevamente que vivía en alguien, por alguien, para alguien.

Tamoanchan, de Noe Fajardo Pérez


TAMOANCHAN

Nacieron en un lugar ideal entre muchos amigos a los que todos los días les llegaba un calor reconfortante, tenían una tierra muy rica con agua que no les faltaba.

14 de mayo de 2013

Página en blanco, de Eduardo Nabal Aragón


PAGINA EN BLANCO

Es de noche y estoy frente a la pantalla del ordenador. Hay una página en blanco. El formato escapa. Se me han secado las lágrimas. El dolor ha pasado. No soy Jean Seberg perdiendo la inocencia ni Tennessee Williams  con el tapón de un tubo de seroquel en las amígdalas, ni siquiera estoy seguro de poder volver a coger el pincel, para pintar una forma, masculina o femenina, de conservar mi pluma intacta.
 Parece que las tormentas han cesado, no obstante sigo aquí, asombrado de seguir vivo, exhausto por no haber sido engullido por los últimos huracanes o de no haber sido devastado por los primeros incendios.
He sido un Tom Ripley engañado, cantando “My Funny Valentine” a un Dickie que no sabe nada de amores prohibidos, he soñado con ser Alice Walker, incendiando los bosques, he querido ser Genet cuestionando “la moral”, cambiando el mundo de raíz. Pero hay demasiados árboles de corteza áspera y  frutos podridos, policías de paisano o paisanos que hacen de policías. Ya no habrá más falsos sueños, mas muertas, ni resucitados.
 En pie frente a un acantilado por el que ya no quiero tirarme apareces tú, en vaqueros y sin camiseta. Me cuentas ese secreto que nunca contarías a nadie. Y yo, que te había prometido no escandalizarme, vuelvo a mirar al abismo y veo una ola que se rompe, la espuma que se deshace  y te hace pedazos. Lloro de nuevo, estás cerca, estoy lejos. Acaricio el final de tu espalda y nos miran mal dos viandantes, biempensantes. Hacemos caso omiso y seguimos sentados en el banco, blanco. Tu me haces una pregunta comprometida, yo lamo la sal de tus pezones

Monotonía ramplona y vacua y rabia contenida, de Francisco Muñoz Soler


MONOTONÍA RAMPLONA Y VACUA Y RABIA

CONTENIDA


La verdadera infelicidad viene cuando no se tiene ninguna esperanza

y entonces de nada sirve estar bien y no necesitar nada.



Alberto Moravia

Teoría de la involución humana, de Eduardo Nabal Aragón


TEORÍA DE LA INVOLUCIÓN HUMANA
Eduardo Nabal Aragón

El mono y después Dios- dijiste una vez.
Y luego te reíste de tus palabras, para quitarles importancia. Tenías que decir algo para relajar la tensión, después de hacer el amor,  mientras yo seguía mordisqueando esos pelillos juguetones que luchaban por llegar hasta tus tobillos.  Necesitabas poner una fachada intelectual entre tú y el mundo, entre mi cuerpo y el tuyo, entre dos mundos que pueden chocar pero nunca confundirse. Y cuando te diste cuenta del precio que eso iba a costarte ya era demasiado tarde. Estabas atrapado entre tu cuerpo, ansioso de caricias, de nuevas caricias,  de besos distintos,  y una muralla de palabras que decían cosas importantes, que deseaban ser publicadas. Una muralla terrible.
Querías ver tu rostro en la solapa de un libro. Pero entonces tendrías que prescindir del cuerpo. Porque en las solapas, dijiste también otra vez, sólo aparecen los rostros, no los cuerpos. Los cuerpos son defenestrados o las cabezas descuerpadas. Tu piel no te permitió escribir y las palabras te impidieron amar. Incluso, a veces, desear. Esto, pensaba yo, te lo diría al pie de tú tumba, cuando ya no pudieras replicarme y cuando tus numerosos familiares ya se hubieran ido con la música y la fiesta  a otra parte y sólo quedáramos tú, yo y el bosque.
Nuestros cuerpos, que se habían conocido en un recatado bosque se retirarían ahora, se separarían para siempre en otro recortado jardín con árboles o troncos de árboles. Especies protegidas- decía un letrero la primera vez que nos encontramos en el pinar. Los árboles entonces, parecían bien enfilados. Coto de caza- disparaba otro cartel, pintado en rojo sobre una lámina de hojalata. Nuestros cuerpos, a veces rebeldes, a veces sumisos, como tú mente confusa o apagada, llena de palabras que reñían con tus neuronas, ahora estarían separados nada más por algo más de un metro de tierra fría y húmeda. Sólo que la tierra sería ahora hacia abajo. No podría cruzarla. Y habría también una caja de pino barnizada por tu familia, yo nunca hubiera tenido dinero para eso. Y separados por un letrero, otro cartel de prohibido o permitido, donde ominosamente, pondría R.I.P.

13 de mayo de 2013

Los humanos, de Francisco Muñoz Soler


LOS HUMANOS


La humanidad busca el porqué de su singular existencia

y espera que su voz esa que no calla ni en sueños

no se apague después de esta vida tediosa y desplazada

del eje que trata de equilibrar sin éxito

Rara es la vez, de Francisco Muñoz Soler


RARA ES LA VEZ


Rara es la vez

que no me arranca

una sonrisa

el ilustre poeta

de mi amada tierra

Solo al cerrar mis ojos, de Sol Lora

SOLO AL CERRAR MIS OJOS
Sol Lora
(A mi Randy, querido mío)
Hay un sueño perpetuo detrás de mis pestañas,
evocando las tuyas, ¡tan tupidas!, ¡tan raudas!
El brillo de tu amor que emana en mi mirada,
¡que camina conmigo al hueco de mi alma!
En la niña que sueña, al borde de estos ojos,
se dilata tu imagen, ¡se imprimen mis nostalgias…!
Hay un niño que duerme colgado de mis ansias,
¡de un adiós y hasta siempre que duele sin palabras!
¡Es lágrima la angustia que te acuna en mi sangre!,
¡que remueve cenizas para volcar tu eterno…!
Son lágrimas de tinta derramando tu nombre,
¡con tu nombre que escapo al lugar de mi ensueño…!
Y en mis ojos te espejo, ¡y me vuelvo fantasma!,
¡porque un fantasma quiere traerte de regreso!,
¡y levanto las manos para poder tocarte!,
¡las mismas que te escriben con tinta de esperanza!
Se acortan las distancias al cielo que te atrapa,
¡donde nunca te alcanzo!, ¡donde siempre me aguardas!,
y en ese nido espectro, donde el amor nos ata,
donde somos la luz inmortal de este beso,
la frecuencia uniforme que el silencio rescata,
¡me llega tu sonido, y al oído me hablas…!
Y es mi voz, caracola al canal de tu estancia,
que te arrulla en suspiros desprendiéndose en versos,
en un poema extendido donde preña mi savia,
¡donde retoñas vivo con este amor de alas!,
¡y ya te abrazo perpetuo…!, ¡ya te acuna mi nana…!
¿Dónde puede la muerte borrarte en su ventaja?
¡No, no hay lugar infinito que limite mi anhelo!,
¡que mis ojos no alcancen!,
¡que al amor haga escarcha!,
¡que rompa a esta imagen concebida en mi apego!
Si al juntar esta celda descubro tu mirada,
y una voz ya se cuelga contando en su balada:
¡Solo al cerrar mis ojos, se abren tus pestañas!
2 de Marzo, 2013.

De ¨palabras¨ e ¨intelectos¨, de Eduardo Fernández Fernández



DE "PALABRAS" E "INTELECTOS"



(Antonio Gramsci "In Memoriam")



Te pregunto, señor intelectual

dónde guardas

la capa cebolluna del alma.

Acaso eres el guante invertido

del buen silogismo de ultratumba

o habrá siempre una escafandra

para proteger el verbo.

Atenazado, de Francisco Muñoz Soler


ATENAZADO


Lo que los escritores de la nobleza toman gratuitamente de la
Naturaleza,
los plebeyos lo compran pagándolo con su juventud.




ANTON CHEJOV
Soportando los sistemáticos ataques

de alienamiento de la sociedad

que me somete a una sofocante

presión, a un estrangulamiento tenaz

voy dejando con gran pena y pesar

mi juventud, mi amada ilusión,

Monólogo en pendiente, de Sol Lora

MONOLOGO EN PENDIENTE
Por Sol Lora
Este cruel monólogo me aturde,
hace de mi voz una pendiente al abismo…
¡Mi voz de canto y sangre!,
¡mi voz de verbo y hambre,
que no llega a tus oídos…!
Precipicio sin fin, van mis ecos;
dispersos, conjugados a la nada,
rotos en algún punto
donde perdieron la palabra…
Y me dejan tus oídos inclementes,
¡y soy metal pendiente, vertical e indefinida!
Espera que se cierne entre un cálculo diferencial
que dé razones a lo largo de esta curva de hastío,
o que simplemente el rebote me devuelva a la vida…
Empero hubo un punto positivo,
en que paralelos los sonidos, contemplaron
desde una misma vertical el color de la vida,
ese nudo que rescato del averno
y que hoy llevo conmigo…
No soy casualidad,
y este timbre que se reinventa tras cada muerte,
renacerá de entre las llamas:
¡Volveré a cantar!,
¡es sólo cuestión de destino!

Nostalgia del VHS, de Eduardo Nadal


NOSTALGIA DEL VHS

 

Iba siempre al mismo videoclub, pero rara vez llevaba dinero para alquilar. Esto me provocaba una situación de creciente incomodidad. Yo era un mirón, un voyeur en un pequeño país reservado para los voyeurs que, al menos, pagan por mirar. Practicaba el placer de contemplar las carátulas. Bueno, esto no es del todo exacto. En ocasiones, alquilaba algo, unas veces por sincera pasión, otras con simple curiosidad o interés y otras para espantar el miedo que me producía que aquel joven dependiente me reprendiese por no alquilar. Me riñese por limitarme a mirar por fuera. Aunque eso nunca sucedió

Sabía que se llamaba Israel, porque en ocasiones venía a buscarle una chica muy habladora, tirando a gritona, a la que yo, equivocadamente, había catalogado como su novia. Israel parecía sacado de una comedia romántica hollywoodiense de las de ahora, con su flequillo rubio, sus ojos verdes y su talle de deportista. Solo su nariz, demasiado chata, estropeaba la belleza de su estampa. No obstante, era reservado, no tanto como yo, pero si bastante. Rara vez establecía largas conversaciones con los que pasaban por allí. Eso sí, parecía haberlo visto todo, no era maniático como yo, y sabía que película convenía a cada cliente. No los juzgaba. Yo en cambio catalogaba a la gente por el tipo de películas que cogían, incluso me atrevía a imaginar su ideología política. No se de donde sacaba tiempo para ver tanto cine, ya que trabajaba mañana y tarde y, a veces, cuando yo pasaba por allí al caer la noche lo veía todavía en la penumbra del interior, ordenando los dvds que los buscadores de películas habían puesto manga por hombro. No soportaba que un drama estuviera en el lugar de las comedias o que una película colombiana apareciera en el estante del cine español.

(Mis poetas), de Francisco Muñoz Soler


(MIS POETAS)

JORGE GUILLÉN


((Gozo de ser: el amante se pasma.
¡Oh derrochado presente inaudito,
Oh realidad en realidad sin fantasma!
Todo es potencia de atónito grito))




J.G
Tierra castellana bañada por el Pisuerga

es tu cuna, cantor del júbilo

que te produce la visión de la existencia,

tu mundo, tu canto, todo tu, puro,

la vida en toda su extensión

libre, fresca, sin ataduras, desnuda,

toda encauzada en su equilibrio

bañada por tu pura frescura.

Tu cántico evoca la poesía de las cosas

que estimula la contemplación

de la materia hacia la exaltación

en la realidad del universo,

el amor, la existencia, tu poesía

es un cántico de esencial armonía.


(( La vida, la continuidad de la vida,
tiene que afirmarse a través
de todas las experiencias y dificultades))

Las memorias inmorales de S.M. Einsestein, de Eduardo Nadal Aragón

LAS MEMORIAS INMORALES DE S. M. EINSESTEIN

 

S. M. Einsestein no tuvo una vida feliz.

Hoy sin embargo es un clásico donde los haya en el cine universal.

Es recordado por el cine y el arte, por pensadores, críticos, literatos y constructores de espacios visuales, como un arrebatado del montaje, como un loco de una causa revolucionaria que acabó volviéndose contra él.

Pero si recorremos su testamento escrito podemos ver lo más silenciado de su trayectoria intelectual y espiritual.

Como Lorca viajó de un territorio patriarcal a otro donde quiso ver la fabrica de sueños

y se topó con la factoría de billetes, que hicieron imposible su vida de artista y sus sueños de glamour y celuloide.

El sentido de existir, de Francisco Muñoz Soler


EL SENTIDO DE EXISTIR

-I


Mediatizado,

perdido en el agujero

de la sociedad donde supervivo,

pervivo y eventualmente vivo,

voy desgranando mis días veinteañeros

dejándolos caer en un pozo sin fondo

lleno de nebulosa y alienante olvido,

descuadrado del soporte de mis sentidos

orientativos voy dando tumbos

dejándome en mi caminar rociado

en el empedrado manjares de mi tiempo

existencial, riquezas de vida, vida viva,

Triste es comprobar que el gozo

de mi propia existencia se volatizó

por mi afán de alcanzar ciertos deleites.


-II

El chico de la silla de ruedas, de Eduardo Nadal Aragón


EL CHICO DE LA SILLA DE RUEDAS


EN EL CORAZÓN DE LOS CHAPEROS ANIDAN MARIPOSAS DISECADAS

 

 

Guión teatral basado en el relato homónimo de Víctor Ablanedo.

 


Personajes:



Nacho

Iván

Andrés

Madre de Andrés



 

(Un piso modesto pero coqueto. Un salón amueblado modestamente con una televisión y una biblioteca con un teléfono y un montón de revistas y periódicos desordenados. Dos habitaciones al fondo, dos dormitorios con dos camas grandes. La cocina queda fuera de nuestra vista. Entra Iván, un chico atractivo, tira la gorra sobre los sofás frente al televisor y se dirige al público)



IVAN: Me llamo Iván y trabajo en este edificio. Un edificio elegante, mitad viviendas, mitad bloque de oficinas. Lleno de médicos, abogados y gente dedicada a profesiones liberales. Como nosotros. No sabría muy bien decir porque me dedico a esto. Vendo sexo a cambio de un poco de dinero. Para este trabajo son necesarias tres cualidades: La primera, ser joven. Con más de treinta ya puedes ir pensando en la jubilación. Dos, no fallar nunca. Es decir, estar siempre a punto. Y la tercera, bueno, estar bien dotado. Parece ser que eso a la gente le da mucho morbo. Muchos piensan que este es un oficio degradante. Dicen que preferirían robar, matar o fregar suelos antes que trabajar de putos. Allá ellos. A mi no me va nada mal. También hay quién cree que todos los clientes son viejos, gordos y decrépitos. Yo puedo aseguraros que eso es falso. Suelen ser hombres de mediana edad y también los hay jóvenes y atractivos. Si os soy sincero, creo que debería ser yo el que pagara por estar con alguno de ellos.



Hasta ahora no he tenido problemas con los vecinos. Me cruzo todos los días con médicos, notarios, secretarias o guardias de seguridad pero a la mayoría no he vuelto a verlos. Algunos clientes aprovechan la ocasión de venir a vernos para hacerse un reconocimiento médico o arreglar algún asunto pendiente. (Esto debe ir acompañado de una representación de un hombre de mediana sentado en una camilla y un médico con bata blanca auscultándole)