"Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca", Jorge Luis Borges


14 de abril de 2018

La sección estadounidense del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York

Vista panorámica del patio exterior Charles Engelhard, donde se encuentra ubicada
 la renovada sección estadounidense del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York

Por Leonardo Venta 

            El Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (conocido como el "Met”), uno de los más grandes y visitados del mundo, fue fundado en 1870 por un grupo de destacadas figuras públicas, filántropos y creadores artísticos. Las colecciones del museo están seccionadas en 18 departamentos, responsable cada uno de ellos de la adquisición, conservación y exposición de sus propias obras.
            La sección de arte estadounidense –dentro de un perímetro de 136 mil metros cuadrados, enmarcados en el espacio de un hermoso palacio de cristal en el Parque Central–  se extiende desde el período colonial hasta nuestros días. Su renovación, por un costo de 100 millones de dólares, culminó en 2011. La primera fase, que se concentró en remozar las galerías del primer piso, había terminado en 2007.
            Inaugurado en 1980, como extensión del museo original, con muebles, artes decorativas y pinturas, el muestrario de este sector ha crecido considerablemente en número y calidad dentro de un ambiente en que visitantes y curadores coinciden en la búsqueda de elementos novedosos.
            El patio exterior Charles Engelhard –en donde la luz penetra armoniosamente a través de los cristales– cuenta con la fachada del edificio bancario estadounidense Martin E. Thompson, de corte griego y piedra caliza, así como otras salas correspondientes a diferentes períodos.
Fachada del edificio bancario estadounidense Martin E. Thompson
            El espacio actual, con 30 por ciento más de su capacidad original, está ocupado por algo más de medio centenar de monumentos de mármol, bronce, mosaicos, ventanas de vitrales y elementos arquitectónicos, muchos de los cuales están situados de forma tal que los visitantes pueden examinarlos desde un ángulo más cercano. Antes, las esculturas realizaban una función simplemente decorativa; mientras ahora se enfocan mayormente en ilustrar de forma global la trascendencia del arte estadounidense.
La escultura de bronce dorado “Diana”, del artista Augustus Saint-Gaudens, 
se erige en el centro del patio exterior Charles Engelhard
            Entre las obras exhibidas en el patio, resalta en el centro la escultura de bronce dorado “Diana”, del artista neoyorquino de origen dublinés Augustus Saint-Gaudens, apuntando hacia la entrada, colocada sobre un pedestal de mayor dimensión que el que tenía antes. También se admiran piezas de mármol del escultor romántico Daniel Chester French, que estaban previamente colocadas en el balcón del segundo piso, donde no resultaba fácil admirarlas.
Una vista de la sección estadounidense del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, que muestra tres esculturas de mármol de Daniel Chester French: "Memory" (extremo izquierdo), "Mourning Victory" (izquierda) y "The Angel of Death and the Sculptor" ( derecha)
            Además, se exhiben dos monumentales lámparas de estilo francés, de 1902, diseñadas por Richard Morris Hunt, que estuvieron guardadas por décadas y que ahora relumbran a cada lado de la entrada del museo. Asimismo, domina un puesto significativo en la exhibición un púlpito de piedra caliza tallada del escultor de origen vienés Karl Bitter, famoso para los neoyorquinos por su célebre fuente frente al Hotel Plaza. 

El púlpito y la barandilla del coro de la Iglesia de todos los Ángeles (ahora demolida), 
es una de las obras eclesiásticas más hermosas ejecutadas en Estados Unidos

Se pueden admirar, conjuntamente, las ventanas de vitral Tiffany, a cuya colección fue agregada una de 1867 de Henry Sharp, llamada “Fe y Esperanza”, de la Iglesia St. Ann de Brooklyn; así como un nuevo entresuelo de vidrio con sus balcones originales.

Henry Sharp proporcionó esta ventana, 1867-69, y muchas otras para la Iglesia Episcopal de Santa Ana en Brooklyn –de colores intensos, típicos de la época–, bajo el marco de una gran estructura de estilo neogótico construida por la firma Renwick and Sands
          Alrededor de doscientos cincuenta obras de alfarería estadounidense, hechas entre 1876 y 1956, fueron donadas al museo por Robert A. Ellison Jr., un importante coleccionista neoyorquino. Se exhiben poco más o menos mil objetos decorativos y joyas de hasta el siglo XVIII. Ajustándose a la luminosidad arquitectónica del lugar, un nuevo elevador de cristal transporta a los visitantes a las salas representativas de las diferentes épocas.
Un elemento central de la renovación del "Ala estadounidense" es un llamativo ascensor de cristal
          Después de la remodelación de 2011, los “curadores” decidieron agrupar los trabajos (3400 han sido añadidos en los últimos 30 años) cronológicamente, integrando los elementos como la plata con la cerámica para alcanzar efectos visuales más deslumbrantes. Los visitantes se enfrentan a una arquitectura que va desde la Massachusetts puritana del siglo XVII hasta un comedor de principios del siglo pasado, diseñado por el estadounidense Frank Lloyd Wright, uno de los principales maestros de la arquitectura del siglo XX. Las diferentes salas tienen pantallas sensibles al tacto, a través de las cuales los visitantes pueden informarse sobre los diferentes objetos en exhibición.

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"Criticar no es morder; es señalar con noble intento el lunar que desvanece la obra de la vida", José Martí.