NO QUIERO CONOCER LOS LIMITES
No quiero conocer los limites
de mi fonético mundo
abrazar las confortables cercas
que delimitan mi actual estancia,
quiero poseer una lengua
tan enorme y alta
que en la vertical de su espada
no se ponga el sol de las palabras,
amo la permanente incertidumbre
la que expande mis intangibles dominios
con avanzadillas de silabas
formando escuadras de ricos fonemas,
quiero doblegar todos los finisterres
domeñarlos en tierra fértil
de esponjoso limo y deleite,
que dejen de ser ignorados escenarios
de mis atribulados pasos
y si pasto devorador de mis vacilaciones
lumbre de atmósferas y significados
extensas formaciones de alejadas vertientes
de esdrújulas e irregulares componentes
que dote mi corporal mantra poético
de aletas, alas, branquias y vértigo,
un vértigo que recorra a latigazos
las membranas de mi poética
y de ellas broten mis sonoros silencios
arietes de conquista de adentros,
adentrarme en el infinito abierto
donde se esconden mis miedos
y con la espiral de mi léxico
succionar mi yo ignorado.
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"Criticar no es morder; es señalar con noble intento el lunar que desvanece la obra de la vida", José Martí.