La mañana de Sant Jordi...

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  Sant Jordi
  
  La mañana de Sant Jordi amanecía. A pesar de no ser fiesta, decidí no trabajar hoy (es una de las ventajas de trabajar para mí). A las 9, las pequeñas Leila y Judit han entrado en el colegio, y entonces ha empezado una especie de peregrinaje por esa parte del cerebro que nos proporciona nervios, desquicie, prisa… Quería saludar a Ángel Gutiérrez y David Zurdo (tanto monta, monta tanto). Días antes, Ángel me comento que estaría a la 1 en la Librería Catalonia, un buen momento para conocernos y de paso hacer que éstos dos autores me firmaran su último libro : “La torre prohibida“ (Premio Minotauro de éste año, editado por Planeta). Entonces me he planteado que mi mujer (Montse) quizá querría venir a saludarlos puesto que, como yo, ha caido en la trampa literaria de éstos dos autores de libros como “La señal“, “616“, “97 segundo”, etc.
  
  Mi propuesta le ha parecido bien; el único problema es que las niñas saldrían del colegio a la 1.…¡Complicado ir a Catalonia! Un deambular por mil números de teléfono y mil derivaciones de centralita nos ha colocado en la pista….¡¡ Alibrí!! En ésta librería (que tiene un estand en la Rambla de Catalunya), varios autores, entre ellos David y Ángel, firmaban libros entre las 11 y las 12.…¡¡Uffff!! El horario era perfecto, podríamos ir y volver dándonos tiempo a regresar a la hora de recoger a las niñas (antes de que el zapatito de cristal explotara en mil pedazos, ja,ja,ja,ja).
  A las 10:30 arrancábamos el coche. El corazón, con un cada vez más rápido tic-tac-tic-tac… debido a la carrera, a la presión, a la prisa. El anuncio de “la abuela de la fabada” inculcado en mi cerebro: hay prisa, hay prisa, hay prisa ja,ja,ja,ja,ja,ja... Lo que debía de ser una carrera rápida por la autopista (Badalona-Barcelona) se ha convertido, en el último tramo, en una especie de peregrinación ( ¡¡Puta Barna y su circulación poco fluida!!). “La abuela de la fabada” increpándome cada vez más (hay prisa, hay prisa, hay prisa) Por suerte, a mi lado, la preciosidad de mi mujer aligeraba la tensión con su sola presencia (la jodia es muy guapa ja,ja,ja,ja…) ¡¡Uffffffffffffffffffffffffffffffff!! ¡Joder, las 10:50!
  Hemos podido aparcar en un parquing de Diputación (no me pregunteis cómo, lo he vivido como una exhalación). Casi en el lugar, tan sólo nos separaban de la Rambla un par de calles….¡¡¡Me meo!!!! (Los nervios me hacen mear). ¿¿¿Queee???? parecía increparme mi mujer, ja,ja,ja,ja,ja,aj,aj…¡¡¡¡Coño, que me meo!!!!….Ese bar nos vale. ¡¡Joder qué café…!! Estaba asqueroso pero claro, el café siempre es una lotería. Al salir he cogido a mi mujer de la mano y he empezado a semi-correr hacia la Rambla (juraría, por un momento, que los piés de mi mujer no tocaban el suelo) ¡¡Fiuuuuuu!!! ¿Es un avión?… ¿Es un pájaro…? ¡¡¡¡No!!!!! : ¡¡¡¡Es el Jordi a toda leche!!!!!
  Por fin hemos llegado a la “paradeta” y allí estaba Ángel de pié (en las fotos parece más bajo, jajajajajajaj) Al momento ha llegado David, hemos podido hablar un poco de unas cuantas banalidades. David ha aprovechado para decirme no se qué del Real Madrid…. (Siendo yo del Barça, y habiendo éste perdido… que poca delicadeza, jajajajajaajaja…)(Maldita rémora ésta). Han tenido la gentileza de firmarnos una dedicatoria (por cierto, éstos dos escritores me han incluido en los agradecimientos de su último libro: “La torre prohibida“ (Si quereis leer algo bueno ya estais tardando. De venta en puntos habituales) ¡¡¡Ufff!!! He de reconocer que lloré al comprar su libro y ver allí mi nombre impreso…Sólo espero que no se hayan dado cuenta de mi sonrisa idiota durante nuestra conversación, jajajajaj…¡¡¡¡¡Dos tíos muy campechanos con una pluma dorada!!!!!! Ha sido un placer Ángel Gutierrez, David Zurdo, un placer ….Quizá os pregunteis si después de todo esto, por fin se ha instaurado la calma. Sólo lo justo para comer y escribir estas cuatro palabras. Cuando me he querido dar cuenta “la abuela” ha asomado tras un pliegue de mi cerebro y la prisa se ha vuelto a instaurar en mis piernas, pero esto, esto, … es otra historia.