- PESADILLA APOCALÍPTICA
Sostengo
que si no eclosionan milagros
como las yemas en primavera,
las tenazas de la omisión
... ocluirán las esperanzas,
y prescribirán los plazos,
aunque casquemos
el pecho con dura obsidiana,
en aras de la pubertad de los maizales;
no quedarán ya entuertos
por deseslabonar
y los bebederos de los animales
parirán arena;
secarán los lagrimales
de las megaciudades,
dejando a la intemperie
enormes cementerios de fetiches,
silenciosos artefactos del tiempo.
-con hiel en los labios-
que no encontraré
ni un solo vientre fértil
donde plantar las simientes de la vida
y que los textos sagrados
sonarán como viejos osarios,
y que no ladrarán los canes por las madrugadas,
ni las cigarras alegrarán los veranos.
Me escarnece el alma decirlo,
pero los supervivientes vivirán en antros,
sin las caricias de la luz de un cielo vitral
y se olvidarán los evangelios,
el sonido cantarino de un poema
y nadie guardará en su cerebro de mamífero
los miles de millones de frases,
que cantaron los milenios
en torno de la palabra “amor”.
Duro es reconocerlo,
empero, ya no correrá el tiempo;
la niebla petrificante
envenenará los amaneceres
con el hedor del vitriolo
y ni un solo mortal,
si es que el vocablo algo signifique
conocerá el tierno olor
de las hogazas recién horneadas.
No obstante,
a contrapelo de este mundo
o de ese universo de dis-topía probable,
también creo como Quijote sediento
que en algún lugar,
quizás en un arca postdiluviana,
ha de haber lumbre al acecho,
con avidez por reiniciar el ciclo
de la prometeica pasión.
© Eduardo Vladímir Fernández Fernández, 21 de diciembre de 2012Nota: tomado del blog La ermita del hereje
"Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca", Jorge Luis Borges
21 de diciembre de 2012
Pesadilla apocalíptica, de Eduardo Fernández
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"Criticar no es morder; es señalar con noble intento el lunar que desvanece la obra de la vida", José Martí.