Autor: Leonardo Venta
Este jueves, 28 de octubre de 2010, comienza el XXII Festival Internacional de Ballet de La Habana, con una gran gala en el García Lorca, que cuenta con el estreno en la Isla del documental "Alicia Alonso. Para que Giselle no muera".
El material fílmico, transmitido como parte de la serie "Imprescindibles", de Televisión Española, rescata segmentos de actuaciones de la legendaria bailarina, materiales históricos, declaraciones de artistas e intelectuales, y un poema de Eliseo Diego, musicalizado e interpretado por Martha Valdés, Premio Nacional de Música.
Los teatros más importantes de la capital cubana presenciarán el estreno de doce coreografías en esta magna celebración danzaria. La Alonso sorprende nuevamente en el nonagésimo aniversario de su natalicio (en qué no habría de asombrarnos), al estrenar para esta ocasión tres obras de su autoría: “Impromptu", dedicada al inmortal Ernesto Lecuona; “La muerte de Narciso", basada en el poema homónimo de José Lezama Lima, uno de los escritores más significativos de la literatura hispanoamericana; y "La noche del eclipse", un pas de deux que recrea la decimonónica pasión amorosa entre la poetisa Juana Borrero y el también poeta Carlos Pío Urbach.
El American Ballet Theatre (ABT), compañía muy vinculada a la vida artística de Alicia Alonso, se presenta en Cuba después de 50 años de ausencia. “Alicia es parte de nuestro pasado, y seguirá siendo parte de nuestra familia. Hay lazos especiales con el Ballet Nacional de Cuba”, expresó Rachel Moore, director ejecutivo del ABT.
Dos primeras figuras del ABT formadas en Cuba: José Manuel Carreño, de 42 años, quien anunció el pasado año en Tokio su retiro para 2011; y Xiomara Reyes, que bailará en su Cuba después de 18 años, brindarán suma emotividad a las presentaciones en La Habana de la compañía de ballet estadounidense, con sede en la Metropolitan Opera House del Centro Lincoln de Artes escénicas de Nueva York.
El programa del ABT en el Festival comprende: “Temas y Variaciones”, de George Balanchine; “Las Siete Sonatas”, de Alexei Ratmansky, y “Fancy Free”, de Jerome Robbins. Además, alentarán aplausos cubanos, figuras del New York City Ballet, del English National Ballet, de la Compañía Nacional de Danza de España, del Ballet de Munich, del Teatro Colón de Buenos Aires, del Teatro Teresa Carreño de Venezuela, y de la Ópera de Berlín, con su director Vladimir Malakhov.
Los apasionados conocedores del arte de las puntas podrán disfrutar de estrellas cubanas residentes en la Isla – como Viengsay Valdés, admirada en los más importantes escenarios del mundo –, figuras extranjeras de primerísima clase, entre otras, la española Tamara Rojo, Premio Príncipe de Asturias, y la brasilera Roberta Márquez, ambas, primeras bailarinas del Royal Ballet de Londres.
El bailaor español "El Pipa" estrenará con el Ballet Nacional de Cuba su coreografía “Amor brujo'', música de Manuel de Falla, en la primera incursión del bailaor en el reino de las puntas con su usual atuendo flamenco.
Julio Bocca, quien bailó por última vez en Cuba en 2006 con su espectáculo "Bocca Tango", un año antes de retirarse ante cientos de miles de admiradores frente al Obelisco de Buenos Aires, estará en La Habana como recién estrenado director del Ballet Nacional del Sodre (Uruguay), que presentará "Nuestros Valses", una pieza del coreógrafo y bailarín venezolano Vicente Nebrada (1930-2002), con música de la caraqueña María Teresa Carreño.
El programa de la gran fiesta danzaria también incluye galas dedicadas a los centenarios de Galina Ulanova, la primera prima ballerina assoluta de Rusia y de Lezama Lima, así como un homenaje al bailarín y ex director artístico del Ballet del Teatro Bolshói, Vladimir Vasiliev, que en 1980, dentro del marco del VII Festival de Ballet de La Habana acompañó a la Alonso en una memorable “Giselle”.
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"Criticar no es morder; es señalar con noble intento el lunar que desvanece la obra de la vida", José Martí.