"Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca", Jorge Luis Borges


30 de junio de 2010

El mito de Hércules

Autor: Leonardo Venta


Heracles ó Hércules es en la mitología griega un héroe semidiós, célebre por su fuerza y valor, así como por sus muchas y legendarias hazañas. Es identificado también como Alcides, cuya representación típica lo muestra empuñando una clava. Este sobrenombre lo toma Hércules de Alceo, su abuelo.
Hijo de Alcmena y de Zeus. Su padre mortal es Anfitrión. Una noche en que Anfitrión se encontraba ausente, Zeus tomando la forma de Anfitrión se unió con Alcmena. De esta unión nació Hércules.
Creonte, el rey de Tebas, casó a Hércules con su hija Mégara, para honrar su valentía. Hera, por su parte, deseaba que abandonase Tebas y fuese a Argos para servir a Euristeo. La diosa provocó un acceso de locura en Hércules, bajo el cual él asesinó a sus hijos y a los de Íficles, su hermanastro. Cuando recuperó la razón repudió a Mégara entregándosela a su sobrino Yolao y partió para expiar sus crímenes.
Hércules se dirigió a Delfos donde la Pitia le aconsejó que primero se cambiase el nombre. Fue a partir de este momento que pasó a llamarse Heracles, que significa gloria de Hera. Después se encaminó a Argos para purgar su trasgresión y se puso al servicio de su primo Euristeo, rey de Micenas, quien le impuso el desafío de afrontar doce difíciles pruebas: los doce célebres trabajos o hazañas de Hércules.
Tras superar dichas arduas pruebas se consideraría purificado y se le otorgaría la inmortalidad. Antes de ponerse al servicio de Euristeo, Heracles fue convenientemente equipado por los dioses. Atenea le obsequió una túnica, Hefesto una armadura, Hermes una espada, Poseidón caballos, así como Apolo le otorgó un arco y unas flechas envenenadas.

20 de junio de 2010

Y no andábamos de Mojados (relato anecdótico)



Autora: Elia Casillas, narradora mexicana

Si la luna suave se desliza
Por cualquier cornisa
Sin permiso alguno
Por qué el mojado precisa
Comprobar con visa
Que no es de Neptuno

Ricardo Arjona

I
Lo último que esperábamos era eso… si, que una Border Patrol (patrulla de migración) estadounidense, nos detuviera dos horas en pleno desierto, con un calor de esos que no sabes si lo envió Dios o Luzbel.
El viaje sería pesado, dos días sobre ruedas y dormir donde cayeran los ojos. Atravesaríamos parte de Sonora y casi todo el sur de USA, desde Arizona hasta Texas, aunque esta vez, Iván Villalobos nos acompañaba con nuestro querido Piano. Iván es hijo de Lauro Villalobos y de Jari. ¿Recuerdan, aquel parador corto de los Charros de Jalisco y Naranjeros de Hermosillo? Si, el mismo, hoy, gerente de los Mayos de Navojoa. Bueno, encaminábamos en perfecto estado, y en Nogales Arizona, compraríamos los permisos para atravesar suelo gringo. Entones; nos plantamos sonrientes, saludadores, amables, así como somos los mexicanos, yo con un sombrero que no dejaba duda de mi origen y creo que eso le caló a un pocho descolorido, y no sólo eso, si no que le hizo ampolla, harta ampolla. No sé a quien debí recordarle, porque él era hijo de mexicanos, su gafete decía Fuentes, rubio, ojo azul y hablaba perfecto español y el idioma… se mama en casa. Ni modo que fuera hijo de alemanes, ¡bah! Si lo que sobra en la sierra de Sonora son chinaleños de ojo verde, azul, gris y lila, de cabello dorado. Si los blanquitos también se van de mojados. El mojado no es únicamente el indígena moreno. De pronto, cuando me acerco a pagar los permisos y pregunto…
-¿Aceptan pesos mexicanos?
-No, ahí está el cesto de la basura para que los tires-. Contestó Fuentes.
-Ahhhh, si en México aceptamos dólares, no veo por qué ustedes no quieren nuestros pesos.
-Porque siempre han sido unos perdedores…
-¿Nosotros perdedores? ¿Ya olvidaste las chingas que les metía Pancho Villa? ¿Acaso no recuerdas que lo asesinaron y profanaron su tumba llevándose la cabeza? Le tenían pánico, por eso lo hicieron, sólo así estaban seguros que estaba muerto. ¿Te cuento que pasó el 5 de mayo, cuando en Puebla de los Ángeles sacamos a piedra limpia a los franceses que se querían quedar con el país? Y puro indio pata rajada. Hasta ustedes festejan ese día y no se diga Bush que manda por músicos y cantantes mexicanos, y en esa fecha come tacos y tamales y pozole y se echa sus tequilas. ¿De dónde somos perdedores? Contesté, mientras la sala se llenaba de aplausos con los expatriados que iban de regreso y por supuesto me daban su apoyo. No así los norteamericanos que extendían los permisos y me observaban como a una terrorista.
-Si ustedes nunca han ganado una guerra… contestó Fuentes.
-México no necesita guerras y ustedes si, cada vez que el dólar se devalúa inventan una. Finalicé.
Con esa respuesta, las carcajadas de la estancia salían hasta el estacionamiento, Fuentes ya no dijo nada, la felicidad de los compatriotas que veían el descaro y atrevimiento de como les contestaba, hizo que saliera contenta y de cola esponjada. Aunque algo noté en el rostro de uno de migración que no me dejó tranquila, no comenté nada. En cuanto terminamos agradecí aplausos a los paisanos, y fuimos a la salida. Fuentes se tragó su merecida clase de revolución mexicana a medias, y nosotros nos comimos sus hamburguesas gringas de Carl´s Junior´s. Luego encarrilamos hasta El Paso Texas y ahí se nos cansó el piano. Al día siguiente el llano se alargaba y nosotros como el acordeón lo hacíamos corto, lo que ansiábamos era llegar a Reynosa con Mercedes, en casa no había teléfono, así que le dejamos un recado en la oficina de Leo Clayton, avisando nuestra salida de Navojoa. Y qué les cuento… a Leo se le olvidó y Mel estuvo dos días con el Jesús en la boca. Aunque en eso de meterle al acelerador Luis es único, pero con todo y todo, el Dorado no era avión, reconozco que él es muy bueno manejando, y comiendo no se diga. ¡Ay mi niño, como te quiero! Antes quiero aclarar, si viajamos por lado norteamericano ha sido por seguridad, una; otra, las carreteras, son extremadamente buenas, digo, comparadas con las de México que cobran cuota y siempre están en reparación y allá no pagamos medio cinco. Bueno, la tercera es la gasolina, excelente, de inmejorable calidad y más barata, con decirles que en cuanto el automóvil entra a tierra mexicana y prueba nuestro combustible, empieza a toser y toser y toser y termina torcido. Ya íbamos llegando a Laredo Texas cuando… ¡Chan! Un retén. Luis detuvo el automóvil, inmediatamente nos hicieron a un lado, dijeron que el permiso de él traía año 2000 y debía traer, 2001. Entonces recordé la cara del que extendió los permisos. Nos pararon y el calor ya era del mismísimo diablo haciendo de las suyas. Nos dejaron dentro del auto y aquello nos estaba ahogando, quise salir y la policía no me dejó, Luis y Gaby se asustaron y me contuve, pero la niña necesitaba el baño y le hablé a la mujer de la migra para que le permitiera salir al baño público y ella contestó que no, en ese momento no soporté tanta prepotencia y que salto, la mujer iba a aprehenderme y vio que me fui directo sobre un automóvil que estaba en el retén, entonces hablé con el conductor.
-Disculpe ¿a dónde va?
-Aquí, a Laredo Texas, ¿se le ofrece algo?
-Si, ¿podría hablar a derechos humanos y decir que estamos detenidos injustamente?
-Si señora, con mucho gusto.
Los policías de la migra casi me aniquilan con la mirada, entonces le dije a uno de ellos un tal, Vásquez:
-La niña necesita el baño.
-No podemos prestárselo.
-Entonces le diré que haga en el monte
-Si lo hace, hablo con el sheriff para que los encarcelen.
-No somos delincuentes por lo tanto no debes tratarnos así, el auto es una olla hirviendo, ahora que vengan los de Derechos Humanos les voy a contar todo.
-Está bien, pueden salir… contestó de mala gana, el gordito. ¿Gordito? Puro salchichón hinchado.
Fui con los muchachos y les dije que salieran del auto. Ellos sacaron guantes de béisbol, pelotas y empezaron a jugar a un lado, pero a Gaby no le prestaron el baño y eso que era de uso público, pero… ellos tenían las llaves. Después de una hora y cuarenta y cinco minutos creo, vimos otro automóvil de la migra y rápidamente la mujer policía nos dijo que la niña podía pasar al baño. Eran tres los que nos detuvieron, increíblemente uno de ellos nunca participó, él siempre se mantuvo fuera de todo el bochinche, por supuesto los tres de origen mexicano, si, si, si el nopal ta duro pa´ que desaparezca de la cara. Entre paréntesis les diré, pida a Dios o en quien crea, que cuando lo detengan del otro lado, no sea uno de origen latino, o mexicano, suelen ser los peores. Despiadados, abusivos y crueles. Del auto bajó un hombre maduro y se encaminó apresuradamente al moviblehome que hacía las veces de oficina y Vázquez se fue detrás de él. El permiso para viajar en USA, cuesta seis dólares y cubre cierto millaje dentro del país, más allá no debes de ir, ellos tienen sus claves. Bueno, por el simple hecho de tener visa no debieron pararnos, el permiso sobraba, nosotros estábamos en el límite de millas que cubre la visa. Pero eso no les importó cuando discutimos, nos aprisionaron y para entonces habían pasado casi dos horas, todavía nos faltaba llegar a Laredo y de ahí a Reynosa, tres horas más. El hombre salió y dirigiéndose a nosotros dijo:
-Bueno, aquí están sus papeles, ya pueden irse, no pasa nada.
-¿Qué no pasa nada? Nos detienen dos horas y con el calor que ustedes saben es para dejar seco a un humano, no nos permiten salir del automóvil, no nos prestan el baño para la niña, nos tratan como delincuentes y dice ¿qué no ha pasado nada?- En leonada como a veces me pongo, volteé a donde estaba Vázquez y con la uña del dedo índice que era y es bastante larga, señalé con furia su gafete enterrándolo en su gordura y continué- Y tú Vázquez si te hubieras apellidado Smith nos hubieras dado mejor trato, no todos los mexicanos somos delincuentes ni narcotraficantes, tampoco somos responsables si eso existe, en todo caso la droga viene de allá, pero ustedes la dejan pasar. Porque en un auto como el mío no pasa, para eso tienen sus tráileres y sus avionetas. Sonora no es sinónimo de Narcotráfico. Y tú, -señalé a la mujer- pídele a Dios que nunca un familiar tuyo necesite un baño y te encuentres una como tú, que no se lo permita, para que sepas lo que sintió mi niña el tiempo que se aguantó. Ser mexicano señor no es equivalente a corrupción, gobernantes buenos y malos existen y en todo caso ¿Clinton no se cogió a cuanta se le puso enfrente? Otra cosa, ustedes están en la espina dorsal de América con la CIA y sus satélites espían hasta debajo del comal y México por ese lado no tiene problemas, no nos metemos con nadie. Ahora usted dice ¿que no hay ningún problema? Claro que hay problema, porque los voy a denunciar a Derechos Humanos por lo que hicieron.
-Señora, está en su derecho, lo único que puedo hacer es disculparme…
-Mire, Dios sabe que yo sé defenderme, si, por eso nos detuvieron… entonces, Dios quiere; no que yo los demande, si no que ustedes tengan piedad con los indocumentados que se vienen muriendo y cuando atraviesan el desierto, los rematan con un tiro…
-Señora nosotros no somos asesinos…
-Si no son asesinos ¿cómo es que no agarran a los texanos que acribillan indocumentados? Dios quiere que ustedes tengan compasión de esa gente, eso es lo que Dios quiere, por eso nos detuvieron, porque él quiere que ustedes los traten como lo que son: seres humanos. Por eso nos detuvieron, sólo por eso…

II
Sin embargo, hubiera querido ser profeta y en la oficina de permisos, decirle a Fuentes que en el primer mundial de béisbol se cuidaran de México, porque los íbamos a eliminar. Jajaja los gringos olvidaron que la carrera se gana en la última vuelta. Eso me recuerda a Judá Ben-Hur el héroe bíblico. Una noche, antes de la competencia en la que llevaría como contrincante al tribuno Messala, dijo a los caballos árabes: -Chicos, los quiero listos para la última vuelta, ahí ganaremos la carrera- Los caballos negros del tribuno y los caballos blancos de Ben-Hur: Antares, Aldebarán, Altaír y Rigel, el mal y el bien en manos de estos hombres. Ni todas las artimañas de Messala fueron suficientes para vencer a Judá Ben- Hur. De eso se olvidaron nuestros vecinos, hay que dejar el resto en la última vuelta. Y como les contaba, veía el juego de Japón contra Estados Unidos y no podía creer que el ampayer Bob Davidson, les robara descaradamente una carrera a los nipones, ¿recuerdan? Cuando el japonés anota en pisa y corre y no cuenta la anotación, porque dijeron que el jugador se despegó antes de la base y Davidson la anula. Entonces, levanté la mirada al techo como cuando estoy desesperada y dije:
-Señor; hasta en China eso es un robo, un robo que acá tiene un nombre: ampayer ladrón. Padre haz justicia por favor…
¡Jua! El juego terminó y los norteamericanos ganaron, no quiero contarles como estaba, no quiero, pero se los voy a contar.
-Señor ¿y tu justicia divina dónde quedó? ¿Cómo es posible que permitieras semejante robo?
Como algunas veces, Dios permaneció mudo, si; porque de que no habla, no habla, y de ahí no hay quien lo saque, ¿yo? Menos. Entonces viene el juego contra México, el mismo señor Bob Davidson le piratea un cuadrangular a Mario Valenzuela. La pelota pega en el poste amarillo que colindaba la zona de dentro y fuera y regresa con la mancha de la vergüenza a manos de Esteban Loaiza y éste, enfurecido la muestra a las cámaras televisivas y exhibe la más atroz ratería, y nosotros también sentimos rabia, impotencia, decepción. Un batazo de cuatro esquinas se convirtió en hit doble. Como quiera sirvió, ya que Mario nos puso arriba en el juego con hit de Cantú. ¿Cómo éste hombre (Bob Davidson), podía estar en las dos jugadas que pusieron en desventaja a estos equipos, contra los norteamericanos? Entonces, de nuevo regresé los ojos al cielo y dije:
-Le robaron al Japón y te quedaste muy tranquilo viendo a los gringos felices, hoy le hacen lo mismo a México y tú continúas ciego, bueno ¿de qué se trata esto?
Entonces; México gana y elimina a los norteamericanos y los aniquila con el más humilde de sus hijos, Mario Valenzuela, éste hombre hizo las jugadas claves para dejarlos fuera, un flaco carne pura, carne correosa como la de los mexicanos que se alimentan con frijoles y tortillas. Carne magra, fuerte, sana. Carne hambrienta de honor. Si; porque para ganar se necesita dignidad y ganas, y a este muchacho le sobra seguridad en piernas, y corazón. En ningún momento el baja californiano se sintió menos ante Roger Clames, que de esa manera nos convenció que su adiós del montículo estaba ahí, y que no tenía que persuadirnos si la decisión, ya la había tomado su brazo. En ese momento gozamos a nuestros compatriotas dando la cara a un pueblo de inmigrantes, a un pueblo de indocumentados, en estadios repletos por mexicanos. ¿Fuentes, no qué somos perdedores? El asombro no cabía en el rostro del equipo de USA, luego, poco a poco fueron asumiendo su derrota y ésta les cayó de lleno, bajándoles la sonrisa por buen tiempo. Si lloraron, eso no lo pudimos ver, pero de que el llanto les brincaba en el pecho, de eso no quedó la menor duda. Entonces caí en cuenta que Dios veía la jugada, y que me quedo callada. Si algo no perdonan nuestros vecinos (los gringos), es perder contra México o Cuba. Pueden quedar fuera de un torneo por cualquiera, pero no por estos dos países y con México menos, el odio nos viene de siglos y así seguirá. Mi abuela decía: -hay odios y amores que se heredan. Y tal vez nosotros no seamos tan rencorosos, pero a ellos los educan para ganar siempre y a nosotros, al ay se va. Felicidades Paquín Estrada, a ver cuando la Historia te hace justicia para el Premio Nacional al Deporte, pero como decía mi abuela, tú eres otro cantar. Y bueno, una tarde mientras daba una ojeada a la televisión, un grito de Gaby me hizo ir a ESPN2 y ahí estaba el equipo del Japón con su trofeo de campeones. Porque una vez que México estuvo fuera del torneo ya no fue lo mismo, mi querencia disminuyó para seguirle el hilo al campeonato mundial. En ese instante me dio gusto ver a los japoneses felices; por un momento fueron dioses, por un momento su momento viajó a todo el mundo, eran los únicos, los vencedores. Si hubo justicia divina, merecían ganar, les habían robado una carrera que les costó un juego, pero ellos se alzaron de su derrota, llevándose las medallas de oro a casa. Y bueno, si se levantaron de dos bombas atómicas, ¿qué es un descalabro de ésta índole, para ellos? Quien lo dijera, los nipones con organismos tan estéticos, cuerpos más bien de atletas de carreras o de patinadores artísticos, quizá, bailarines de ballet. Sin grandes figuras, pero con alma de metal. Demostraron que para el béisbol se necesita más que músculos: corazón. Y sabido de todos, es la gran disciplina y entrega al trabajo que tiene esta gente. Entonces si, tuve que disculparme con Dios y dije: gracias, Padre. A lo que Él contestó:
-¿Viste desesperada? Mi justicia a veces tarda, pero siempre llega.

Navojoa Sonora, marzo 11 del 2006

19 de junio de 2010

En la biblioteca con Borges

Autor:  Leonardo Venta


Una biblioteca es un lugar destinado al depósito de información, registrada básicamente en libros. Si bien el vocablo se deriva de la palabra latina bibliotheca y ésta, a su vez, del término griego biblion (libro), hoy en día ha alcanzado un sentido mucho más amplio. Su acepción comprende informes recopilados en muchos otros formatos, como microfilmes, revistas, grabaciones, películas, diapositivas, cintas magnéticas y de vídeo, además de variados medios electrónicos.
Las bibliotecas, fantásticas moradas del conocimiento, son refugios culturales y espirituales. Poseen, igualmente, una esencia mística y seductora. Quienes se han adentrado en el firmamento de una biblioteca, han podido comprobar, de una manera u otra, la armonía sin igual de su naturaleza.
En un principio, éstas eran simple museos donde los libros dormitaban lejos de la mirada reprobada del hombre común. La historia recoge la existencia de muchas de ellas. La Biblioteca de Alejandría, por ejemplo, se dice tuvo la mayor colección de la edad antigua. En Pérgamo, centro artístico y literario de Asia Menor, por otra parte, se estableció una institución de estudios gramaticales que rivalizó con la escuela de la Biblioteca de Alejandría.

12 de junio de 2010

Relación de premiados del XXXVI Concurso de Cuentos “HUCHA DE ORO”

Primer Premio: 30.000 Euros
Título “UN PÁJARO DE INVIERNO”
Seudónimo 1967 DLH
Autor José Manuel DE LA HUERGA RODRÍGUEZ

Segundo Premio: 12.000 Euros
Título “WELCOME HOME”
Seudónimo ARCANO
Autor Francisco Javier SERRANO SÁNCHEZ

Tercer Premio: 6.000 Euros
Título “EL SILENCIO DE DON LIMPIO”
Seudónimo DON LIMPIO
Autor Javier Álvaro ARNAU PALTOR

Premios de 300 Euros
Título “LA LIBRETA VERDE”
Seudónimo KOBVER
Autor Fernando María ALEJANDRE GARCÍA-CEREZO



Título “LA MONEDA”
Seudónimo CEDRIC
Autor Ricardo Adrián BARGAS


Título “ME CONOCÍAN YA MUY BIEN”
Seudónimo EC
Autor Eduardo Augusto CANO URIBE



Título “UNA CUENTA PENDIENTE”
Seudónimo HÉCTOR
Autor Andrés CARBALLO EXPÓSITO



Título “LETRAS”
Seudónimo JULIUS
Autor Josu DÍAZ GARCÍA


Título “LA JAURÍA”
Seudónimo HERMES F.
Autor Fabián Rubén DORIGO


Título “ENCUENTRO EN EL PARQUE”
Seudónimo ALEJANDRO BALMORI
Autor Pedro DURÁN DEL CAMPO

Título “EL FELPUDO”
Seudónimo CARLA ROBLES
Autor Marta ENCINAS CANO


Título “EL PERRO”
Seudónimo SARA KOPS
Autor Fernando ESCUDERO OLIVER


Título “UNA TARDE EXTRAÑA”
Seudónimo MARAZUL
Autor José Carlos FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ


Título “EL BÚHO PARDO”
Seudónimo BRUNO SANDERS
Autor Eduardo HALFON TENENBAUM


Título “VIDA DE MUÑECAS RUSAS”
Seudónimo LAMPEDUSA
Autor Emilio Luís LARA LÓPEZ


Título “TOMA DE POSESIÓN”
Seudónimo SALMIGONDIS
Autor José LÓPEZ CALVO


Título “LA NEGRA ENVOLTURA DEL MUNDO”
Seudónimo ALEXIS VRONSKI
Autor Dionisio MARTÍNEZ MARTÍNEZ


Título “ESPEJOS”
Seudónimo AURELIO CIRÓN
Autor Emilio MOROTE ESQUIVEL


Título “VIRGILIA”
Seudónimo GABRIELA
Autor Margarita PALACIOS MUÑOZ


Título “EL TRÁGICO FINAL DE MAZARIEGOS”
Seudónimo PEZA
Autor Carlos Miguel PEÑA CABALLERO


Título “DORADAS”
Seudónimo MADAME DE WARENS
Autor Alberto de la ROCHA MUÑOZ



Título “LA BROMA”
Seudónimo MANUEL TOMÁS PASCUAL
Autor Miguel TÉBAR PÉREZ



Título “LAS HORMIGAS DE BEIRUT”
Seudónimo PARMÉNIDES
Autor Concepción TERCIADO DEL HOYO



Título “LA INCERTIDUMBRE DE SER OBJETO”
Seudónimo ROBIT
Autor Pedro VARGAS HERNÁNDEZ



Título “EL DESERTOR”
Seudónimo LUÍS ALONSO
Autor Julio A. VECCHIONI



Madrid, 31 de mayo de 2010

9 de junio de 2010

Una decisión necesaria (poema)

Autor: Julio Rodríguez Santana


Me perdí en el tiempo

en la búsqueda imposible
de tu mirada traviesa
en esos ojos desconocidos
en esos ojos que se derriten
al paso del amor a través
de esas conversaciones
que evocan desde el silencio
las palabras escondidas
Yo no puedo hallarte
en ese poema extraviado
en esa ilusión
que se pierde
en la ventana
más lejana del olvido
porque no estarás ahí
no después de aquellas estrellas
que naufragaron en la ironía
no eres ese camino
esa señal que todos esperan
para comenzar a sonreír
no estarás
por eso no tomo el camino
que se me descubre
desde esos ojos desconocidos
un regreso
una simple alusión
a esos besos que alguna vez
formaron parte de mis poemas
de esas conversaciones
que emigraron en mi corazón
para no perderte en la lejanía
de un simple adiós
No estarás
lentamente comienzo a retomar
el camino que me conduce
directamente a tus labios
aunque para llegar a ti
deba descubrir el misterio
que se esconde en esas caricias
que me regalabas al describir
la eternidad de nuestro amor

8 de junio de 2010

El gran reto de escribir


Escribir bien, como suele decirse, parece llenar la imperiosa necesidad de aceptación que siempre asecha al hombre (excúsenme las feministas, la mujer viene también incluida en mi uso nada patriarcal del término ‘hombre’).
Como testimonio del poder de la palabra, permítaseme aquí referirme a la conmovedora historia del personaje de Cyrano de Bergerac, del drama en verso del poeta y dramaturgo francés Edmond Rostand, célèbre no sólo por su larga nariz sino por su noble corazón y maravilloso dominio del lenguaje.
Poeta de gran romanticismo, Cyrano, que se consideraba a sí mismo desprovisto de atractivo e indigno del amor de su bella prima Roxana, le escribía amorosas cartas (en la quietud del anonimato) para que Christian, el hombre que ella amaba, se las entreguase como si fueran suyas.
Roxana, en medio del dulce engaño, sentía pasión por el apuesto pero poco elocuente Christian; sin embargo, amaba más el alma (develada a través de la escritura) de su nada atractivo primo.
Escribir bien y hablar bien son actos que no necesariamente se justifican. Pocos son los escritores que han disfrutado de ambas virtudes. Tal es el caso del irlandés Oscar Wilde y el cubano José Martí.
De Wilde se ha dicho que "muchas veces eran mejores sus parlamentos que el resultado escrito". En cuanto al poder de la oratoria martiana, se asevera que “con sus discursos convertía en amigo al peor de los enemigos”.

7 de junio de 2010

Concursos literarios de Junio

XXXIV edición Certamen Internacional de Narrativa, premio “Tomás Fermín de Arteta”


Bilaketa de Aoiz (Navarra) convoca la XXXIV edición del Certamen Internacional de Narrativa, premio “Tomás Fermín de Arteta”, con arreglo a las siguientes
BASES:
1. El premio está abierto a la participación de escritores de cualquier nacionalidad, excluidos los galardonados en anteriores ediciones y con trabajo por autor.
2. El trabajo presentado deberá reunir las siguientes condiciones
a) Estar escrito en lengua castellana.
b) Ser original e inédito.
c) No haber sido premiado en ningún otro certamen ni estar presentado, con igual o distinto título, a otro premio literario pendiente de resolución
3. El trabajo tendrá una extensión entre 2 y 6 folios, mecanografiados y escritos por una sola cara, y con un máximo de 250 líneas totales. Será libre tanto el tema como la composición.
4. Los originales se presentarán por quintuplicado, sin firma, bajo lema o título y acompañados de plica cerrada con el mismo lema o título que contendrá nombre, apellidos, fotocopia del D.N.I. o pasaporte, declaración jurada o prometida sobre lo pedido en la base 2, b y c; dirección y teléfono del autor.
5. El original, sus copias y la plica serán remitidos, por correo postal, a Bilaketa, para el premio “Tomás Fermín de Arteta”, C/ Francisco Ynduráin, 12 31430 AOIZ (Navarra) antes del día 30 de junio de 2010.
6. Los relatos galardonados pasarán a ser propiedad de la entidad convocante, quien podrá disponer libremente de los mismos para su publicación o difusión a través de cualquier medio.
7. La entidad convocante designará al equipo técnico que realice la preselección. El jurado, que estará compuesto por escritores, críticos literarios y un representante de la entidad organizadora, deliberará exclusivamente sobre los originales preseleccionados.
8. El fallo del jurado se dará a conocer a través de los medios de comunicación y será comunicado, por carta o llamada telefónica, al galardonado, quien queda obligado a asistir al acto de entrega de premios.
9. La fecha de conocimiento público del fallo, así como la entrega de premios se dará a conocer oportunamente.
10. El premio estará dotado con SEIS MIL EUROS (6.000 €) otorgados al trabajo que a juicio del jurado sea acreedor al mismo. Sobre dicha cantidad se aplicará la retención establecida en la legislación vigente en materia de IRPF.
11. El premio se podrá dividir o declararse desierto si ajuicio del jurado no alcanzan la calidad suficiente. En todo caso la decisión del jurado será inapelable.
12. Los trabajos presentados no serán devueltos y se destruirán a los diez días siguientes al fallo.
13. No se mantendrá correspondencia con los autores de los trabajos presentados.
14. La resolución de todas las cuestiones que puedan surgir o plantearse sobre este certamen son de exclusiva competencia de la entidad convocante.
15. La participación en este certamen supone el conocimiento y aceptación de las bases que lo regulan, así como el acatamiento de cuantas decisiones adopte la entidad para que las mismas puedan ser interpretadas y aplicadas.


LABoral Centro de Arte y Creación Industrial en colaboración con la Semana Negra de Gijón y El Gaviero Ediciones convoca el Primer Certamen de Poesía Serie B según las siguientes BASES:
1. El presente certamen pretende apoyar la creación literaria al tiempo que reivindica la Serie B dentro del género poético, su aspecto lúdico y de entretenimiento; propiciando la transversalidad entre los modelos de expresión artística populares, vanguardistas e industriales.
2. En esta primera edición se aceptará como Serie B cualquier texto poético que se centre en alguno de los siguientes subgéneros:
- Policiaco
- Western
- Terror
- Ciencia Ficción

3. Podrá concursar cualquier persona mayor de edad que resida en el Estado Español.
4. Se enviará un solo poema con un mínimo de 14 versos y un máximo de 40.
5. El texto se presentará en formato electrónico e irá acompañado de un archivo adjunto con los datos personales del autor: nombre completo, dirección postal, correo electrónico, teléfono, edad, DNI.
La dirección de envío será la siguiente: poesiaserieb@gmail.com
6. Las obras serán inéditas, escritas en español, y no premiadas en otros certámenes. Tampoco se admitirán obras que hayan sido publicadas en formato electrónico.
7. Las obras se presentarán firmadas con el nombre del autor. No se admitirán pseudónimos.
8. El plazo de presentación finalizará el 1 de julio de 2010. Serán excluidos los trabajos presentados después de dicha fecha.
9. El jurado estará formado por cinco miembros del campo de la cultura, y un secretario, con voz pero sin voto, como representante de LABoral. Su composición se hará pública coincidiendo con la difusión de su fallo. El jurado, que actuará con libertad y cuyas decisiones son inapelables, discutirá y emitirá el fallo. Asimismo podrá otorgar el premio a una sola obra, declararlo ex-aequo, con finalistas, o desierto. En todo caso, entre los componentes del Jurado se encontrarán representantes de LABoral, de la Semana Negra de Gijón, de El Gaviero Ediciones, y representantes del mundo literario.
10. El premio estará dotado con 1.200 euros y con el viaje a la Semana Negra de Gijón. Dicho premio se entregará durante la celebración de la Semana Negra de Gijón.
11. El texto ganador se podrá editar y publicar por cuenta de LABoral y El Gaviero. Se entiende que el autor cede los derechos de reproducción del texto ganador a LABoral y a El Gaviero al recibir como anticipo la dotación económica del certamen.
12. Los originales no premiados se eliminarán tras el fallo del premio. No se mantendrá correspondencia alguna sobre ellos.
13. El fallo del jurado será inapelable y se hará público durante la celebración de la Semana Negra de Gijón (9-18 de julio de 2010), siendo comunicado personalmente al autor antes de su difusión en los medios.
14. El ganador se compromete a asistir al acto de entrega del premio el día 12 de julio en Gijón.
15. El hecho de participar en este premio supone la total aceptación de sus bases.
(Toda comunicación sobre el certamen se realizará a través de la dirección de correo electrónico indicada en las bases: poesiaserieb@gmail.com)


Siendo las 21.00 h. del día uno de junio, un jurado integrado por Onofre Rojano, Víctor Jiménez, Juan Miguel León y actuando como Secretario con voz pero sin voto Manuel Senra -Vicepresidente de la Institución Literaria Noches del Baratillo-, ha acordado por unanimidad conceder el VII PREMIO DE POESÍA NOCHES DEL BARATILLO al libro titulado Sólo queda la noche, del que una vez abierta la plica resultó ser su autor Francisco Basallote Muñoz. El jurado fundamenta su decisión en que “con un lenguaje sin excesos ornamentales, el autor muestra los estragos del tiempo y la presencia de la noche, que no es sino la senda de la muerte”. Asimismo, el jurado acuerda conceder el segundo premio al poemario titulado Esferas, del que abierta la plica resulta ser autora Saray Pavón Márquez.
La entrega de los premios tendrá lugar el próximo jueves 10 de junio a las 19.30 horas en la sede social de Emasesa en Sevilla, c/ Escuelas Pías, 1.

1 de junio de 2010

La viña y la cabra (fábula)


Autor: Esopo el fabulista

Una viña se encontraba exuberante en los días de la cosecha con hojas y uvas. Una cabra que pasaba por ahí mordisqueó sus zarcillos y tiernas hojas. La viña le reclamó:
-¿Por qué me maltratas sin causa y comes mis hojas? ¿No ves que hay zacate suficiente? Pero no tendré que esperar demasiado por mi venganza, pues si sigues comiendo mis hojas y me maltratas hasta la raíz, yo proveeré el vino que echarán sobre ti cuando seas la víctima del sacrificio.

Moraleja

Los maltratos hechos con intención, tarde o temprano regresan a quien los hizo, muchas veces bajo otra vestidura.

CONFESIONES (cuento)



Autora: Juliana López Janeiro
Cuando conocì a Silvia, entiendase la primera vez que nos vimos, ni siquiera reparè en ella. Una vez fijada mi atenciòn. Un efluvio desconocido me arrastraba hacia su persona como el magnetismo atrae los metales al imàn.

¿Què era aquello? Por què esa necesidad de comuniones y aunque tardè tiempo en responderme, finalmente hallè la respuesta. Yo era Silvia, o mejor dicho Silvia era mi yo, partìcula escapada de mi alma.

Silvia era la dulzura personificada, paz, equilibrio, yo era esos conceptos sin el contenido. A los ojos de todos era lo mismo que ella. Solo que no se percataban de que soy un fruto tentador de alta peligrosidad. Era lo externo, lo comestible, lo fàcil de vender, en resumen, una càscada intacta a la que le han roìdo el interior. Muchos se acercaron a mi atraìdos por la apariencia, buscando lo que no tenìa y yo me acercaba a Silvia buscando desesperadamente lo que otros buscaban en mì y ella desbordaba, despilfarradora, por todos sus poros.

Dios y filosofìas extrañas contribuyeron a acercarnos, a comprender mejor que tenìamos cosas en comùn y la fusiòn para una nueva amistad ofrecìa solidèz de base para su realizaciòn.

Yo atravesaba una de mis crisis depresivas; en pocos dìas comencè a nutrirme de una vitalicia fuerza renovante. Silvia me abrìa las compuertas del paraìso de su alma para que yo bebiera, para que cobrara confianza y recopilara las fuerzas perdidas en la constante bùsqueda.

Muchas veces me reprochò el exceso de pensamientos, los creìa una limitante a mi desarrollo como ser viviente; como mortal que debe vivir el corto momento que los dioses nos predestinan con la vida. Pero a mì me interesaba màs el encuentro conmigo misma; ir al rescate de lo perdido, de todo aquello que me lleva al fondo y no encontraba còmo tornar a la superficie. No parecìa importarme que ese viaje al interior de mi alma me tomara toda la vida, que comsumiera el tiempo en contemplarme y ya luego para vivir socialmente, amar, crear, tener mi propia descendencia. Desafortunadamente nacì pensadora y si en mi interior deseaba por todas las cosas amar y vivir a plenitud libremente, tenìa aùn màs urgencia de reconocerme, de orientarme, de recuperar lo extraviado; porque sin esto, mis sueños los encontraba remotamente inalcanzables.

Porque llena de descontento y frustraciòn no se puede vivir, porque despojada de toda bondad, en mi interior solo reinaba lo malo, la desconfianza, el recelo, el miedo constante a continuar siendo lacerada, y mirando a travès de un ente distorcionado, todo resulta demasiado sombrìo.

Se imponìa el muro; Silvia reìa cuando yo explicaba que entre el mundo y yo, Dios habìa levantado el muro; entre el muro y yo el susto y el hacinamiento de todas las adversidades pasadas, entre el muro y el mundo mi vida por lograr, deslindada de mì, completamente incomunicada de mi ser. Yo debìa derribar el muro, pero antes era imprescindible la transformaciòn de todo lo malo en bueno.

Silvia no creìa en varitas màgicas, sòlo en la capacidad humana de borrar con el olvido; de aprender a vivir con los decepcionados, yo estaba de acuerdo,pero me costaba un esfuerzo sobrehumano aprender a vivir con el pasado y aunque me proclamaba ante todo realista y objetiva debo asumir con valentìa que creìa en esa vara y en los consabidos milagros.

Silvia se convertìa, por elecciòn, en un bastòn que me ayudaba a apoyarme; pasaba a ser el psicofàrmaco que auyentaba mis crisis y disipaba temores; por lo que me creè cierta dependencia. Creìa fielmente en que era la clave para el encuentro con mi mundo interior. Solo tenìa que aprender de ella su capacidad de asimilar las derrotas, la alquimia necesaria para su trasmutaciòn en provecho. Provecho que aumenta su caudal de bondad porque viendo la vida de modo positivo se redondea la esfera del equilibrio que aprisiona lo bueno.

Todo era fàcil, solo debìa lograr la traslaciòn de esa partìcula de Silvia a mi persona. Desgraciadamente no resultò. Silvia no estaba dispuesta a despojarse de un solo tomo que pudiera descompletar una de sus molèculas, molèculas necesarias para la ecuaciòn de su equilibrio.

Ella ofrecìa otra variante, nada de traslaciones, tan sòlo la fusiòn de su ecuaciòn a la mìa, incorporarnos en un solo proceso donde ambas resultarìamos beneficiadas. Aportaba màs, entregaba todos los sentimientos que abarrotaban su corazòn, esta vez abierto al mundo. Libre la entrada en toda su extensiòn para que yo franqueara sus lìmites.

Silvia jugò tan limpio que el impacto de su sinceridad me dejò perpleja; desconcertada, tan desarmada como ella. No podia dar crèdito a lo que escuchaba porque no habìa sido mi objetivo semejante meta. Y es que en mi egoìsmo, en el absolutismo de mi propio problema la ignorè como ser, por mistificarla, no pude percibir que en su afàn de acoger o protegerme fue dejando mucho de sì misma, obviamente, no adivinè, que aquel halo de equilibrio tal vez fuera pura apariencia, apariencia que nada tiene que ver con su entereza para enfrentar adversidades.Mientras me ocupaba en llenarme de fuerzas no notè que se llenaba de esperanzas.

La confesiòn me dejò afàsica y mi miedo surgiò con nuevos matices de temblores ante esta persona que me inspiraba tanta confianza. En un momento volvì a quedarme desnuda, nuevamente en cero, me tornò al punto de partida. Con la cabeza baja; no sè si culpable por equivocarse o porque tal vez la halla decepcionado, escuchò mi respuesta, en mi torpeza le ofrecì mi amistad incondicional pero debiò resultar muy poco, porque con los dìas se fue escapando, aumentando la distancia.

Me duele este aislamiento, los ìndices que la separan con desprecio, y la sitùan del otro lado de la vida con falsos dogmatismos. Lamento encontrarme en ese banco de intolerantes, incapaz de comprender la naturaleza de su esencia.

Rezo todas las noches a la misma hora, en silencio, de vuelta obligada a la pared, sobre la cama y es que me apena que me vean rezar, a mì misma me cuesta convencerme es ocasiones de esta doctrina que abrazo a fragmentos, que se me vuelve añicos fragmentada por la flaqueza y la pèrdida de fè.

Còmo he de rogarte Dios, me cuestiono, y no hallo las palabras correctas para que recibas mi alma y entres en mì con la luz, me devuelvas el sosiego y termine este loco enfrentamiento. Necesito comprender mejor la cosas; ser justa a la hora de juzgar a mis semejantes.

Por momentos pienso que no he sido una de tus elegidas, que para vivir conforme a ti, a tu igual y semejanza hay que saber escoger la estrella.

Muchas veces te roguè para que pusieras en mi camino un hombre que me amara y a quien poder amar y que hallas ofrecido todo esto en la persona de Silvia ha sido la peor y màs terrible de tus bromas.

He de confesar que de no ser como soy habrìa aceptado el reto a la aventura. Pero hay normas que se llevan tatuadas en el alma, que existe en nuestro espìritu antes de que existamos y no se pueden violar porque serìa dejar de reconocernos.

Tal como Silvia lleva sus patrones, llevo los mìos por los siglos de los siglos y eso nada puede cambiarlo ni siquiera un boleto a la felicidad sin retorno que es la mayor tentaciòn que he tenido.

Estoy segura de que habrìa sido feliz de poder amarla, creànme, no miento, porque Silvia es todo lo que espero de un hombre.

Nota: tomado del Proyecto Cultural Banco de Ideas Z, La Habana, Cuba

Todo comienza cuando no hay perdón... (poema)




Autor: Carlos Barbarito

Todo comienza cuando no hay perdón,
ni salida hacia una claridad
al final del pasillo, con una mano débil
que apenas puede aferrarse al pasamanos,
cuando es tarde y nadie riega
el jardín olvidado por la lluvia,
las palabras arden sin humo
en los invernaderos vacíos,
todo se desata cuando el porvenir
se disipa, el presente se disipa,
las caras, aún las más amadas, se esfuman,
la exploración acaba en el desierto,
todo se inicia cuando no queda follaje,
ni vuelo de ave, ni panes,
en el más crudo invierno,
en la más cerrada castidad,
en las ruedas hundidas en el barro,
en el desmayo de la invención,
en el fracaso del cálculo,
en la ceguera, en el exilio,

cuando sólo nos miran los animales, las estrellas.

El caballo de guerra (fábula)


Autor: Esopo el fabulista
Un caballo de guerra, al que se le presentaban las enfermedades de los mayores de edad, fue enviado para trabajar en una granja en vez de salir para luchar.
Pero cuándo lo obligaron para transportar la hierba en vez de servir con las guerras, él lamentó su cambio de fortuna y trajo a la memoria su antiguo estado, diciendo,
-¡Ay agricultor!, en efecto yo iba a las campañas antes, y yo era alistado elegantemente, y un hombre iba a cepillarme; y ahora no puedo entender lo que me pasó para que me trajeran a la granja en lugar de a la batalla.-
-No sigas-, le dijo el agricultor, -soñando con lo que fueron tiempos anteriores, ya que es parte común de todos los mortales sostener los altibajos de fortuna."

Moraleja
Es mejor encarar el presente con sinceridad, que sentir dolor por la ausencia del pasado.

Tal vez en la chispa, en el fugaz resplandor...(poema)



Autor: Carlos Barbarito

Tal vez en la chispa, en el fugaz resplandor,
en la ola que llega o en la que se retira,
en la conjetura, en la perplejidad,
en el adiós desde el anden,
en un papel plegado, en un vidrio húmedo,
en una mujer que cruza la calle
como si cruzara un prado cubierto de flores,
en la palabra extranjero, en el polvo
que se acumula sobre los muebles,
en algún pasillo, en Tiziano o Van Eyck,
en la sábana nupcial, en una camisa,
a ras de tierra, bajo el agua clara u oscura,
por droga o placebo, al cabo de horas
o años o seis respiraciones de caballo o virgen,
quizás por depuración, por saturación,
por acumulación de cenizas,
por la marca de un cuchillo en la madera,
por ebriedad, por apetito, por fracaso,
tal vez el viento, el mismo y eterno viento,
más allá de la ventana,
las mismas y eternas hierbas que se agitan...

¡AAAAADAAAAA! (cuento)


Autor: Miguel Angel Fraga

Lo había visto todo, hasta la forma en que lo bajaron del auto atado de pies y manos con un pañuelo tapándole la boca. Poco antes, por esas cosas que tienen los niños, ella se había introducido en el pequeño montecillo de uvas de caleta para jugar con su osito de peluche. En la orilla del mar había mucho aire y ambos estaban saturados de arena. Al conversar con su oso repetía las mismas palabras que usaba su madre para amonestar al padrastro.

Lo había acomodado muy cerca de sí cuando escuchó el ruido de un motor y rápidamente pensó que ya la andaban buscando para regresar a casa. Pero hizo bien en no moverse del sitio. Al no escuchar su nombre siguió esperando el llamado de la madre hasta convencerse de que no era su familia quien venía por ella. A una distancia aproximada de cincuenta metros vio a los tres tipos cargando a un cuarto hombre en dirección a la playa. Su primer instinto fue sujetar fuertemente al osito para protegerlo del peligro. Después creyó conveniente quedarse escondida ya que no había sido advertida por esos individuos tan extraños. Con los ojos bien abiertos, de rodillas, pendiente de los movimientos de aquellos, asistió a algo que podría ser un juego aunque extravagante. Aquellos hombres no parecían divertirse con lo que hacían, jugaban muy serios. La persona maniatada se retorcía entre las cuerdas con afán de soltarse sin ningún éxito. Los otros tres, al asegurarse de que no había bañistas en la zona, le dejaron a un lado y comenzaron a cavar en la arena.

La niña impresionada abrazaba a su peluche con grandísima emoción sin comprender la escena. Los hombres trabajaron afanosos durante un buen rato hasta conseguir la profundidad deseada y cargando nuevamente al que yacía amarrado lo metieron dentro del hoyo. Flexionaron sus rodillas y lo reclinaron hacia atrás. Enseguida empezaron a cubrirlo con la arena apilada. Ella los oyó hablar pero no entendía gran cosa. El elegido había quedado virtualmente cubierto; sólo la cabeza sobresalía muy poco sobre la arena. Entonces fue cuando escuchó la voz de la madre.

El bailarín ruso de Montecarlo, de Abilio Estévez (novela)


Quien haya leído las primeras páginas __ cibernéticas__ de El bailarín ruso de Montecarlo, puede que haya seguido su lectura, a través de la imaginación, después de agotarse en una veintena de páginas, en formato pdf. El protagonista, Constantino Augusto, parece ser el doble de Abilio “Estévez, el bailarín ruso”, según el título de un supuesto capítulo.
El autor comienza narrando en primera persona del presente todo su peregrinar por distintos lugares de Barcelona, esa multicolor ciudad española y oscura, en varios lugares, bien descrita por el narrador-personaje. La intensidad es tan a gusto, a pesar de la escasez de diálogos, que recuerda a La Habana en idas y regresos, en comparaciones con su vida anterior y posterior, del narrador-personaje, y logra fluir sin contrariedades, de cabo a rabo por cada lugar.
El personaje, al parecer, ha logrado su objetivo: desertar. ¿Quizás advierta o declare que los más importantes __ mejores y peores__ intelectuales cubanos siempre han querido desertar? Es una pregunta que me reservo y tal vez me la responda cuando compre la cuarta novela de Estévez presentada por Tusquets Editores.