LA NOCHE AVANZA BREVE POR MI CUERPO
La noche avanza breve por mi cuerpo.
Ante su abrazo tiemblo como un niño.
ando en sombras, secreto, temeroso,
perdido para siempre sin remedio.
Siento lo oscuro en mí como un castigo
de dioses y de ángeles sombríos.
Mi destino es la noche. La penumbra
interminable vuelve por mis pasos.
No va detrás de mí sino el silencio,
sino el eco de nada y ya de nadie,
nunca el amor, la gloria o lo que ha sido
ya del musgo o del oro un tibio anillo
acaso descubierto entre la fuente,
ave de luz en sombras, fulgurando.
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"Criticar no es morder; es señalar con noble intento el lunar que desvanece la obra de la vida", José Martí.