"Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca", Jorge Luis Borges


27 de septiembre de 2011

No quiero conocer los límites, de Francisco Muñoz



NO QUIERO CONOCER LOS LIMITES

No quiero conocer los limites
de mi fonético mundo
abrazar las confortables cercas
que delimitan mi actual estancia,
quiero poseer una lengua
tan enorme y alta
que en la vertical de su espada
no se ponga el sol de las palabras,
amo la permanente incertidumbre
la que expande mis intangibles dominios
con avanzadillas de silabas
formando escuadras de ricos fonemas,
quiero doblegar todos los finisterres
domeñarlos en tierra fértil
de esponjoso limo y deleite,
que dejen de ser ignorados escenarios
de mis atribulados pasos
y si pasto devorador de mis vacilaciones
lumbre de atmósferas y significados
extensas formaciones de alejadas vertientes
de esdrújulas e irregulares componentes
que dote mi corporal mantra poético
de aletas, alas, branquias y vértigo,
un vértigo que recorra a latigazos
las membranas de mi poética
y de ellas broten mis sonoros silencios
arietes de conquista de adentros,
adentrarme en el infinito abierto
donde se esconden mis miedos
y con la espiral de mi léxico
succionar mi yo ignorado.

26 de septiembre de 2011

El oscuro cementerio (cuento), de Azálea Carrillo



10puntos.com  



El oscuro cementerio
Julio 18, 2011
Azálea Carrillo

Me rodeaba el silencio de un oscuro y fétido cementerio, las tétricas lápidas brillaban bajo la luz de la luna. Las efigies de ángeles en los mausoleos, con sus estáticas figuras, provocaban  una estela de alargadas sombras, danzando pavorosas entre las desoladas criptas. Las flores marchitas se acumulaban en el camino, el cual te conducía de una tumba a la otra. Las sombras se deslizaban sutilmente, algunas iban delante de mí, tal sepulcrales centinelas guiando los pasos de un hombre desesperado.
Los muertos dormían o se hacían los dormidos. Sentí que no tenía adónde ir; el cementerio era mi cobijo. Buscaba el lugar más esclarecido por las estrellas, donde reposar mis cansados huesos. ¿Cuándo fue que morí?, era mi pregunta constante. El aire está cargado de fantasmas que no hacen aparición; me temen ellos a mí... Sentí que no había otro lugar en este mundo, que no fuera el descuidado oscuro cementerio, con sus malezas cubriendo las fosas de las vetustas tumbas. Todo lo envolvía una quietud y un silencio espeluznante.
A pesar de todo estaba ahí, no tenía otro lugar adónde ir. Ese pensamiento me embargaba de una melancolía aterradora, que se agrandaba más por el profundo vacío que sentía dentro de mi alma… A veces pensaba que estaba vivo, mas la realidad de cuanto me rodeaba, me decía lo contrario…
Mis ojos se cerraron, al sentir el leve descanso del cuerpo, me sentí vivo; creí que había vuelto a renacer…  Si no estoy muerto, qué hago en este cementerio, que es la morada de los fallecidos y refugio de los perdidos…
Al ver la luz del alba, y sentir las tripas arderme del hambre, supuse que no era difunto. Mas, al mirar mis raídas ropas y ver la botella de vino vacía dentro del bolsillo del pantalón…
¡Fue cuando  comprendí, que estaba completamente muerto…!

11 de septiembre de 2011

Zigzaguear los inacabables y certeros pedregales, de Francisco Muñoz


sanjoselasflores.com

ZIGZAGUEAR LOS INACABABLES Y CERTEROS PEDREGALES
La tristeza no se acaba nunca, la felicidad si.
Por eso no disfrutarla cuando llega, es el
mayor de los desperdicios.
VINICIUS DE MORAES
Zigzaguear los inacabables y certeros pedregales
que afligen y acompañan nuestras vidas,
descalzándonos en la fugaz y trémula dicha
y traspasadoras caricias de mullidos helechos
penetren por los arcos de los pies
hasta besar en el libro de nuestros sentimientos,
esos intensos y penetrantes momentos
ese roce, ese beso, esas miradas recíprocamente entregadas
que indelebles configuran esenciales recuerdos,
tener plena conciencia de sentimientos únicos
donde el despilfarro no tiene hueco.

6 de septiembre de 2011

La maravilla (cuento) de Miguel Angel Fraga




irinacapriles.es  



La maravilla

Llegaban cada vez más personas al coro que ya sumaba miles. Nadie, por el momento, detendría la multitud. Todo fue consecuencia de un hombre que se detuvo a mirar el infinito. Algo raro apareció en su expresión. Con la observación, su gesto involuntariamente contraído, se había relajado hasta quedar en paz consigo mismo. Había visto la maravilla.

Verdades que el tiempo ignora, poemario de Ihosvany Hernández González


A book of poems by the Cuban poet Ihosvany Hernández González illustrated by Daniel Zafra, a Cuban painter. Both, the poet and the painter are living in Montreal, Canadá.

Published by Belkis Padilla

1 de septiembre de 2011

La laguna roja (fragmentos del cuento), de Pedro Merino


panoramio.com



  

LA LAGUNA ROJA

1

Dos seres vivían en una casa a la cual se llegaba mediante un terraplén. Había otro camino: una carretera. Pero los carros no tenían choferes y los albañiles decidieron ir por el terraplén.
 Los árboles eran anómalos a medida que un extraño se acercaba al único hogar en kilómetros a la redonda. Casi todos los postes eléctricos no tenían bombillos y los albañiles, a pesar de ser de día, le pedían a Dios y a los santos que no les cogiera la noche.
¿Estás seguro que es por aquí?
Oye, Cuzo, yo no nací ayer.
Con lo que nos paguen, estaremos un año sin trabajar.
Avanzaban en bicicleta y el calor los asfixiaba. Cuzo volvió a preguntarle a Heras por la dirección y escuchó un ramalazo de genio:

Sin título, de Carlos Barbarito



encuentraregalo.com

Se helarán nuestras memorias
cuando la tierra que pisamos esté seca.
Se helarán ante nosotros las olas,
la Vía Láctea, el libro, el relámpago.
¿Cómo evitarlo? ¿Cómo
evitar que nos suceda
lo que va a sucedernos?
¿Por qué en toda playa,
cuando atardece, un cadáver de pez
y entre las galaxias, un galaxia oscura,
que ya no emite sonido ni luz?
¿Por qué no pueden ser eternos
el movimiento del nadador entre las olas,
el aroma de las rosas en el jardín,
nuestras imágenes reflejadas en charcos y espejos?

Tríptico de singladura, de Francisco Muñoz


datuopinion.com
TRÍPTICO DE SINGLADURA
I
“Los amores, si llegan con pujanza excesiva,
ni buena fama ni virtud proporcionan al hombre”
EURÍPIDES (en boca de Medea)
Mi vida traspasada por el impulso del tenso arco de Cipris,
fue tanto su fulgor que aún reminiscentes rescoldos
ulceran el equilibrio de mi otrora calma áurea,
triste amor que fue alimentado por idílicos sueños
donde la fascinante antorcha que vislumbré fue señuelo
que me condujo irremisiblemente a barrancas del campo de Marte.
II
“Siento dolor al recordar cómo me besaba,
ya arteramente pensando en abandonarme”
PAPIRO GRENFELL
Siento implacable dolor en lo profundo de mi seno
cuando observo bondadosos destellos fulgiendo en los hermosos párpados
del hijo más inocente, entrañable y bueno, entonces recuerdo
como arteros labios untaban pasión de arco dorado
en mis entrañas y mis sueños, mientras preparaban
borrascosa tormenta de arena en el cielo de mis días.
III
“¿Qué es lo que haces otra vez? De tu enajenación ¿Cuál es el fin?
¿No te has percatado todavía de que tienes canas en las sienes?”
TEÓCRITO
Me dejé enardecido por mis ansias e insensatos ensueños arrastrar
y enajenado estuve a punto de sucumbir otra vez
en la más amarga de las siniestras desdichas,
ahora en mi recién edad discreta me dedico a nobles pensamientos
alejados de las cenizas de mi pasión celebrada,
… sensata singladura deseo a mis días, ojalá en Ítaca esté Afrodita

Sin título, de Carlos Barbarito



hablarconpropiedad.blogspot.com


Cómo debo llamarla? ¿Hermana,
máscara, hocico de lobo,
pozo o tejado, reflejo, laurel,
demonio? Siento
que cualquier palabra puede hacerlo
pero que ninguna puede alcanzarla
allí donde nace y consiste.
Huye, se extravía en la niebla.
Está detrás de mí, en el espejo.
Vive en una altura indefinida, inmedible.
No tiene peso, torna inútil la balanza.

El imperceptible deterioro de los días, de Francisco Muñoz


periodistadigital.com

EL IMPERCEPTIBLE DETERIORO DE LOS DÍAS

El imperceptible deterioro de los días
suave puñal seccionador de vida
que líquidamente huye y se derrama
en fugaces percepciones ambarinas,
hálitos plenos de consciencia eterna
de inmortalidad sin limites ni medidas
que se afanan en sublimes grandezas
desde minúsculas y frágiles resonancias,
el declinar pausado de breves potencias
proyecta ansias hacia ánimas celestes
allí de donde proviene el sumo intangible
que da cobertura a la silenciosa existencia
esa que rogamos magnifica y eterna
cuando las fuerzas nos piden descanso.

El amor no es paraíso, de Francisco Muñoz


tarotyvidencias.com

EL AMOR NO ES PARAÍSO

“El amor no es un paraíso, es la pérdida
de conciencia de la personalidad”
ANTONIO GALA
El amor no es paraíso, sólo
en el platónico mundo es edén
donde los dioses disfrutan deleites,
en nuestro árido mundo
es despojo de conciencias, se desgajan
trocito a trocito cual Pulgarcito
depositando en el transitado camino
gajos de nuestra disminuida personalidad,
para cuando el primigenio fuego disminuya o desaparezca
tener norte de regreso al origen.

Sin título, de Carlos Barbarito



vertte.wordpress.com


Sumerge la mano en la sombra
y la cree, por un momento, agua.
No sueña. Sueña con un maniquí bajo la lluvia.
Muere y despierta en la misma cama,
bajo la misma frazada.
Afuera, abejorros entre las flores,
lejanos ladridos de perros,
que no ve ni oye.
Al alba, como siempre,
habrá un llamado que no atenderá
y, del otro lado, de nuevo,
tal vez por última vez,
una boca pura, una música celeste y pura:
por qué no vamos al mar,
por qué en el mar no nos desnudamos.

Primigenia devastación, de Francisco Muñoz


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PRIMIGENIA DEVASTACION

No manipules mis palmas y mi emociones
diáfanas y francas, sin mácula
recibidoras de comprensión sin limites
para revertir sus contornos
y me las encadenes y cercenes
por su indomable convicción,
si quieres saciarte de cristalina libertad,
no niegues sus derechos a desahogar su sed
desde los principios en que la molécula del hidro
rompe la aurora de sus designios,
a nutrirse del brillo de la mañana boreal
ahíta de los claroscuros de su belleza,
si quieres los caños de mis palmas
no apropies y moldees las arcillas
que contornean los cantos de mi libertad
cual zapatos de porcelana china
para disminuir la base de mi equilibrio
desde antes de nacer mis manos.

Vestigio, sueño puesto del revés..., de Carlos Barbarito


saludmentesana.com




Vestigio, sueño puesto del revés…



Vestigio, sueño puesto del revés,
una sombra incierta
recortada sobre arena blanca.
Fue cosa, llena o hueca.
Fue órgano, fluencia, mecánica.
Le hablo, no responde.
O responde no el cuerpo sino su imagen,
no el ansia sino lo que del ansia
se separa del mundo y se ahoga.
De la vida huye el poco aire
que queda bajo las hojas,
nada lo retiene. Asfixia,
cordón que aprieta,
el cuerpo que pende,
inmóvil, sobre aislados vestigios de amor,
de mundo.