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CAMILLE CLAUDEL
Desde la incógnita y desamparada tumba
Donde se pierde el tiempo y el espacio
De la consciencia vertebradora de memoria
Desde la innominada y fría reclusión
Donde los huesos forjaron cenizas
Y germinará alimento cárdenos labios
Desde cielos de arrojes invisibles
De imaginados días sin escenarios
De moldeadas tallas sin cincelado
Desde la lejana cercanía de la sangre
Páramos de colmillos inclementes
Desgarrada Gaia de eclipse lunar
Desde los vitrales de un tiempo excluyente
De la consustancial libertad inmanente
Del carácter apresador de movimiento
Desde el plenilunio del agudo detalle
Atalaya trasmisora del proporcionado énfasis
Que ilumina la cara oculta de los seres
Desde la certeza del sendero de búsqueda
Fragante melodía de un tiempo futuro
Alejado de las huellas de sus valientes pasos
Desde la paterna y desbordada alegría
La decidida complicidad de sueños e ideales
A partir de la pila de agua bendita: Camille
A Orlando Ferrand
No duermo aquí
ResponderEliminar¿Por qué te detienes en mi tumba?
¿Por qué sollozas, aquí? No estoy, aquí !
Búscame en el aire que cortan los pájaros.
Me verás en la primera luz del amanecer
reflejado en el jardín que tanto amé,
en alguna libélula aleteando en tu ventana,
en la brisa sorpresiva que te hace parpadear,
en el aire que te envuelve y que respiras,
en la estrella primera que en lo alto, brilla.
No te detengas , aquí, mi tumba está vacía
no descanso aquí.
Me gustó tu poema, Nucha. Pasa más por aquí. Saludos.
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