Autora: María Antonia Díaz
Algunos hechos de la historia de la Humanidad siguen siendo increíblemente desconocidos y vale preguntarse por qué. En la reciente publicación de Ediciones Almuzara, “Cuentos históricos del pueblo africano” de Johari Gautier Carmona (publicado este año), se desvela un acontecimiento histórico conocido por muchos historiadores y que, sin embargo, el gran público sigue desconociendo.
Un emperador pacifista y amante del mar, Abubakari II, trató en dos ocasiones de cruzar el océano Atlántico y, con ese fin, movilizó unos recursos nunca visto antes. El gobernador acudió a la ayuda de Egipto, solicitó el apoyo de técnicos de otros pueblos del norte de África, para construir más de cuatrocientas embarcaciones de una calidad impresionante. En esa época (en los años 1310 -1312), el imperio de Malí era tan poderoso o más que cualquiera de los pueblos europeos, se extendía sobre gran parte del oeste del continente y disponía de un oro de una calidad, que más tarde, sería reconocida por los mercantes genoveses como insuperable. Entrar en los detalles de semejante empresa sería inútil ya que está bien documentada en los libros especializados pero cabe la necesidad de preguntarse: ¿Por qué no sabemos nada de aquello? ¿Por qué seguimos inculcando a nuestros niños que la historia de la Humanidad se limita a Europa y poco más?
“La historia africana va mucho más allá de la trata negrera y del colonialismo”
Al hablar con Johari Gautier Carmona, entendemos que nuestro continente sigue reproduciendo patronos colonialistas, seguimos pensando de forma paternalista y considerando que África es un continente desértico. Al indagar en sus raíces, Gautier ha descubierto todo lo contrario y ha aprendido a amar y admirar esa tierra tan cercana y, sin embargo, tan lejana a la vez. Ser conscientes de que “en África han ocurrido muchas cosas, de que ha habido civilizaciones tan prósperas como las ha habido en otros lugares del planeta, nos ayuda a apreciar ese continente y también dignificar al pueblo africano en su conjunto”.
En su obra, el autor no se limita a hablar del Imperio de Malí. También retrata la época en que Egipto era un ejemplo de cultura y de progreso, la riqueza de Etiopía en los tiempos en que los bizantinos trataban de estabilizar su régimen, la increíble construcción del Imperio de Songhai o, también, las notables cualidades del pueblo lebou. “La historia africana va mucho más allá de la trata negrera y del colonialismo”, ésta es una realidad en la que el autor insiste a menudo...
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