Autor: Francisco Muñoz Soler
Te internaste por un camino de zarzas y espinos
sin saber que su maquiavélico sentido
te destrozaría cruelmente al transitarlo,
crepúsculo de una feliz infancia.
Cual poema abandonado y despojado
en una calle desierta adornada
por una violenta ventolera
que la mece aturdido sin dirección.
Tu delicada piel de espuma
blanca y suave se derritió
bajo un sol de resquemor
bordado en odio y avaricia.
De Juventud primera, 1980
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"Criticar no es morder; es señalar con noble intento el lunar que desvanece la obra de la vida", José Martí.