Autora: Saima Ibarra
El roce de tus manos dibujaba mi silueta.
El pincel de tu boca humedecía mis labios
Las miradas, las sombras, las sonrisas
Mi cabello enredabas en tus dedos y tejías
Alrededor de mis oídos el susurro lento
De tu desordenada mirada de niño travieso.
El amor, el placer de la mano, los dos.
Sin mí no dabas un paso sin ti yo me detenía
Mi hombre perfecto. Mordías una rosa
Y regabas sobre mis senos su aroma, su
Aroma y sus pétalos y te alejabas torturándome.
No me gusta la prisa y quiero tu encanto.
Hablabas a cada centímetro de mi cuerpo
Como si descubrieses paso a paso una nueva
Y virgen tierra para abonarla con tu nombre
Te vi llorar...soy hombre y lloro – me dijiste
Sequé tus lágrimas con el ardor de mis ganas
Te abracé entre mis brazos y mis piernas
Mientras galopabas primero a mis sueños
Dejándote llevar por mí, una mujer delicada.
Que solo hace el amor con la lluvia fresca
De tu alma, alma de niño hombre que me
Hechizara, te quiero así como en mis sueños
Diferente al resto de los hombres, mío y tuya.
Yo siempre sabré cómo guiarte al corazón.
El roce de tus manos dibujaba mi silueta.
El pincel de tu boca humedecía mis labios
Las miradas, las sombras, las sonrisas
Mi cabello enredabas en tus dedos y tejías
Alrededor de mis oídos el susurro lento
De tu desordenada mirada de niño travieso.
El amor, el placer de la mano, los dos.
Sin mí no dabas un paso sin ti yo me detenía
Mi hombre perfecto. Mordías una rosa
Y regabas sobre mis senos su aroma, su
Aroma y sus pétalos y te alejabas torturándome.
No me gusta la prisa y quiero tu encanto.
Hablabas a cada centímetro de mi cuerpo
Como si descubrieses paso a paso una nueva
Y virgen tierra para abonarla con tu nombre
Te vi llorar...soy hombre y lloro – me dijiste
Sequé tus lágrimas con el ardor de mis ganas
Te abracé entre mis brazos y mis piernas
Mientras galopabas primero a mis sueños
Dejándote llevar por mí, una mujer delicada.
Que solo hace el amor con la lluvia fresca
De tu alma, alma de niño hombre que me
Hechizara, te quiero así como en mis sueños
Diferente al resto de los hombres, mío y tuya.
Yo siempre sabré cómo guiarte al corazón.
... bello mensaje!lo he copiado porque tiene algo mio!
ResponderEliminar