Crónica de un retorno, de Robert H. Moreno

1. DEL LIBRO CONFESIONES AL VIENTO:
   
   CRONICA DE UN RETORNO
   (AL POETA CHALACO JUAN GÓMEZ ROJAS, MI MAESTRO)
   
   Mis pies despertaron con celo.
   Pues mi espíritu movido quedo…
   El fuego del ayer empezó a nacer,
   y es así entonces decidí volver.
   La balsa la tomé, cargado de muchos nervios,
   ... emprendí el viaje más incierto.
   De sal se llenó mi garganta en este camino…
   Esta fiebre no paraba; hasta no dar conmigo mismo.
   Gaviotas mentirosas aturdían el paso.
   El aire me jalaban los pelos.
   Mis manos rezaron un rosario al cielo…
   Es que ya quería llegar a mi destino.
   No tenía nada. Ni plata, ni oro, ni abrigo.
   Sólo artilugios. Que una vez fui jovenzuelo,
   al sol lo tenía como sombrero.
   Mis manos llevaba el libro de los recuerdos.
   Este añejo perfume de mar,
   a mis narices entró…
   Fue el pasado que se vino deprisa.
   Como rayo vino el ocaso.
   
   Y llegue al palacio de las letras.
   Un verso me atendió abriéndome la puerta…
   -Sí, joven ¿a quién busca en esta odisea…?
   -Busco al gran amauta…
   Lástima, no lo encontré.
   Viajo a buscar versos escondidos en los peces,
   antes que otros los encuentren.
   Él va en busca de ese verso valiente.
   ¡Joven, joven…! Ahí está su poeta...
   Grito el verso que me abrió la puerta.
   -Dime Robert, este es tu poema.
   Me pregunto el amauta, fijándose en mis manos.
   Los pocos versos, que cogí a mis pasos.
   -Si, veinte años de lucha, tratando que este verso no muera.
   -No lloréis entonces…
   Seremos poetas azules en el universo entero.
   Poetas de vela esperanza para los ciegos.
   Poetas escondidos, en una pluma y un pergamino…
   Pues seremos dos poetas, con ilusión de niño.