FRANCISCO DE QUEVEDO
(( Si me hubieron los miedos sucedido
como me sucedieron los deseos,
los que son llantos hoy fueran trofeos,
¡mirad el ciego error en que he vivido!))
F.Q
Si tus vitrinas no guardaron trofeos
si tu alacena no rebosó de viandas
ni en tu finca se sembró librea
no fue por ciego error de lo vivido.
Si conociste las reclusiones y el destierro
las burlas, la sátira y la malicia
de tus contemporáneos fue por algo más
que por la sucesión de deseos.
Porque si a ti llegó el desprecio
la pobreza, el llanto
que te quitaron la imaginación en el ocio
y te creíste de la riqueza esclavo, yo digo
que nazcan muchos esclavos de tu condición
cuya sola riqueza sea ser Quevedo.
(( Cualquier instante de la vida humana
es nueva ejecución, con que me advierte
cuán frágil es, cuán mísera, cuán vana))
F.Q
Existencia de desengaños
repleta de múltiples resentimientos y hastío,
de sufrimientos y amores perdidos,
pues la mujeres no fueron tu certeza
esa la dejaste para la palabra
la cual preñaste de nuevos signos,
la fecundaste de vida, de ingenio,
la palabra de la España creadora.
Vivan tus desengaños, viva tu pobreza
porque te dio esa agudeza, esa sutilidad
que suspendió los sentimientos en la belleza,
los sentimientos de la condición humana
esta especie de fugaz y mísera
existencia, frágil y amada.
((
Pues se huye la vida paso a paso,
que muriendo se nace y viviendo se muere.
y, en mentidos placeres,
muriendo naces y viviendo mueres.
Cánsate ya, ¡oh! mortal de fatigarte
en adquirir riquezas y tesoro
que últimamente el tiempo ha de heredarte))
F.Q
Qué fugaces somos hoy soñados
mañana vividos, siempre con cadenas
atados al carro de la fatiga
de una vida que no deseamos
siempre huyendo de nuestro destino
perdidos en la codicia,
envarados en los ejes de las normas
de la sociedad que hemos heredado;
normas que hay que deshacer
retorcerlas, darles el necesario cauce
para que nuestras desgracias no se eternicen
buscar en la autenticidad de nuestro ser
y apartar convencionales y mentidos placeres
que muriendo se nace y viviendo se muere.
Excelso trabajo poético Francisco Muñoz Soler sobre un grande de la Literatura universal, Francisco de Quevedo; gracias por brindarnos la ocasión de disfrutar de tan depurado y prístino estilo.
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