1. De los géneros literarios ¿cuál es el que cultivas con mayor éxito?
El "Arrebatado", es poco conocido, lo sé, pero me he dado cuenta de que es el que más parece gustar. Es un parto espontáneo, llega sin dolores y sin avisar. Me pilla en el autobús, comiendo en el parque, durmiéndome…Hijos bastardos del trabajo diario y de la rutina. Herederos de ese héroe que llamaron Inspiración y parece que todo el mundo se empeña en mancillar, ironizar, infravalorar y confundir. Un flash, una descarga, una tubería que se rompe y monta la gorda, un chispazo… Un nudo que se forma en el alma o donde quieran colocarlo, pero que sientes la irrefrenable necesidad de deshacerlo. A veces lo haces como Alejandro Magno, de un sablazo; y a veces lo haces como Gepetto, con paciencia. Y sangro suspense, drama, ficción, intriga, amor, locura… Mis tres novelas nacieron así, después, claro, llega el resto: Enseñarles a hablar, a andar, primer día de cole, ahorros para la universidad… hasta que un día pones "Fin", sonríes y le dices: Ale, chaval, a ver si te conviertes en un libro de provecho. Y en esas estoy, esperando algún provecho… Y ahora que me leo, creo que no he contestado, ¿o sí?
2. ¿Cuál es tu objetivo a la hora de escribir? Hobby, denuncia social, dinero, engrosar currículum…
En parte por lo dicho antes, y por eso de la coherencia, la verdad es que no hay un objetivo. ¿Publicar? ¿Dinero? ¿Denuncia?... No seré hipócrita, claro que hay algo de eso, pero me he pasado más de 20 años escribiendo en la clandestinidad, escondiendo mis papeles fugitivos en oscuros cajones, esclavizados por mi silencio. Durante esos 20 años mi vergüenza fue mucho más poderosa que mis ganas de publicar, que el dinero o cualquier otra cosa. Por lo tanto… podríamos decir que escribir es más bien una necesidad. Necesitamos respirar, necesitamos hablar, necesitamos comer, necesitamos tomar un café… Yo, antes que todo eso, necesito escribir. Soy una especie de psicópata que lo único que me mantiene cuerdo es escribir. Mi terapia son las frases y mis pastillas las palabras. Cuando no me tomo la dosis diaria, mi salud peligra. Así que, ahora sí dando respuesta a la pregunta, escribo por salud mental. Escribiría aunque no existieran las editoriales ni los lectores. Esas cosas son, más bien, un reto.