"Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca", Jorge Luis Borges
24 de noviembre de 2018
Escritores noveles ignorados (?)
literatura
entrevistas,
escritores
22 de noviembre de 2018
Un guiño a la gratitud
"La gratitud, como ciertas flores, no se da en la altura y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes".
José Martí
En nuestra sociedad estadounidense, más que en ninguna otra de las que yo tenga conocimiento, damos las gracias por casi todo y constantemente. Las damos personalmente, por teléfono, por correo postal y electrónico, en las redes sociales y otros medios. Por lo general, lo hacemos instintivamente, por puro formulismo, como una simple norma de urbanidad, carente de suficiente sinceridad. El legítimo agradecimiento va más allá de la mera cortesía.
En contraste, la ingratitud sigue multiplicándose. Es una forma de egoísmo, un defecto incluso mayor que la envidia. “No des a nadie lo que te pida, sino lo que entiendes que necesita; y soporta luego la ingratitud”, son palabras de Miguel de Unamuno. José Martí, mientras preparaba la Guerra de Independencia de Cuba, escribió en una misiva dirigida a Máximo Gómez: “… no tengo más remuneración que brindarle que el placer de su sacrificio y la ingratitud probable de los hombres”.
Comúnmente, el que otorga favores espera reconocimiento. No se trata de recibir el favor de regreso, sino de recoger muestras de gratitud. Sin embargo, no siempre se reciben dichas manifestaciones. Existe una gran diferencia entre dar las gracias y el estar agradecido. El filósofo chino Lao-tsé afirma que “el agradecimiento es la memoria del corazón”. Agradecer, en cierto sentido, es recordar. “Nadie da gracias al cauce seco del río por su pasado”, sentencia Rabindranath Tagore.
En la obra cumbre de la literatura española, leemos en la carta que le envía don Quijote a Sancho, al ser nombrado el singular escudero gobernador de la ínsula de Barataria: “Escribe a tus señores y muéstrateles agradecido; que la ingratitud es hija de la soberbia y uno de los mayores pecados que se sabe, y la persona que es agradecida a los que bien le han hecho, da indicio que también lo será a Dios, que tantos bienes le hizo y de continuo le hace”.
Hay seres que ignoran (al menos así lo aparentan) las mercedes recibidas, o las retribuyen con prisa para no quedar moralmente endeudados. “Demasiado apresuramiento en pagar un favor ya es una muestra de ingratitud”, afirma François de la Rochefoucauld, autor francés del Siglo XVII, célebre por sus máximas morales.
En ocasiones, la amargura causada por la envidia recibe las dádivas como ofensas. Otros consideran el agradecimiento como una muestra de debilidad, de sentimentalismo, es decir, una manera de otorgar a los sentimientos la dirección de la conducta. Existe el caso de aquellos que reciben favores como si se les pagara una deuda. Los peores pagan con la traición.
Existen dadores, aunque parezca extraño, que pueden hacer más mal que bien al brindar ayuda. Se puede dar para resaltar una generosidad inexistente. "Por eso, cuando des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Les aseguro que ellos ya han recibido toda su recompensa" (Mateo 6:2); algunos, después de ayudar, se lo echan en cara a los beneficiados, humillándolos; lo comentan por doquier o emiten juicios que violan la intimidad de los receptores del aludido favor.
No hay mejor obsequio que el desinteresado, fomentado en la relación vencedor-vencedor, en la que ambas partes se benefician. Debe causar la misma satisfacción dar que recibir. Toda ayuda que rebaje la dignidad y estima personal de quien la reciba, es indigna. Por eso, debemos saber cómo pedir y ofrecer.
Cuando ofrecemos, no debemos esperar nada a cambio y realizarlo con alegría, tal como lo sugiere el apóstol Pablo: "Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría" (2 Corintios 9:7).
Del mismo modo, es saludable recibir con humilde gozo y gratitud. Aunque no nos lo propongamos, siempre recibiremos favores (somos entes sociales); de la misma forma, nos veremos involucrados en situaciones que nos presionen a otorgar ayuda.
En esta celebración a la gratitud y el amor, cuyo irrefutable origen es honrar a Yahvé –"Dios Padre, de quien todo procede y para quien somos nosotros, y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y nosotros también" (1 Corintios 8:6) –, nos preguntamos: ¿qué lugar ocupa la gratitud en la lista de nuestro sistema de valores éticos?
Cuerpo de espiritu (novela de realismo magico, ciencia ficcion, e historica)
Nota: clic sobre el titulo para ir AMAZON
CUERPO
DE ESPIRITU, fragmentos. Novela disponible en inglés.
Gary tosió
un poco. Había tragado un poco de agua. Volvió a coger el objeto. Le resbalaba
entre sus manos. Pudo asirlo por una
parte que se había dejado coger como si fuera un pez ciguato o borracho. Por un
instante creyó que el objeto cobraba vida o tenía algo similar a baterías en su
interior que lo hacía moverse. Al rato lo perdía. Se le perdía a través del
roce con las yemas de los dedos. Febles no podía creer que pudiera ser un pez
extinguido o una nueva especie aún por descubrir. Juró que jamás había visto
algo así, atrapado entre arrecifes y luego emerger y moverse por las ondas del
mar y las suyas, sí, y las suyas.
Se mueve,
¿se mueve?
No, tío. Es
la corriente marina.
Gary se
reía como un muchacho que había encontrado un juguete extraviado. Solo que
ahora tenía que hacerlo suyo. De su propiedad.
Claro que
sí, repetía, es mío, mío. Lo encontré yo.
Para que
sea tuyo, expresó Febles, tienes que nadar hasta aquella orilla.
Dónde...
¿allá?
Febles le
señaló un punto de la costa por donde podía acceder a un trillo. Desde el bote
tenía una mejor ubicación del itinerario. Le pidió calma a su sobrino. Que no
lo abandonaría, pero que no podía subir el objeto a bordo.
Al cabo de
unos instantes, Gary se dio cuenta que el objeto reposaba sin preocupación como
él. Se había dejado domesticar como una mascota. Solo faltaba que hablara o
emitiera un gemido.
Comenzó a
nadar como un profesional, con estilo libre, a la vez que empujaba con su
cabeza el objeto. Febles lo siguió mientras pudo. Por detrás del bote Gary nadaba
en dirección a una parte de la costa donde no se divisaba a ningún bañista.
Febles
desistió. Ya no podía cubrirlo más. Pensó que era copartícipe de un robo. De
algo que tenía que devolver. Recordó las veces cuando su sobrino le hablaba de
la fragata española Navegador. También dudó que ese raro objeto perteneciera a
ese barco español. Volvió a pensar en
tantas cosas que le dio unos dolores de cabeza. Creyó que todo le daba
vueltas: el bote, los guardacostas, su privilegiada licencia de pescador, los
bañistas, un buzo furtivo que vio rondar próximo al bote y muy cerca de Boca
Chipiona, su sobrino, y otra vez el mentado objeto que no sabía su estructura,
pero que ´podía ser un baúl de media braza, sí, debe medir media braza´.
¡Recuerda
envolverlo bien!, le gritó a Gary.
Casi no lo
escuchó. Seguía nadando a estilo libre mientras empujaba el objeto con su
cabeza. Supuso que debía envolver el regalo del mar en un saco de yute que
Febles le había tirado dentro de una mochila. Apenas llegara a la costa tenía que
envolverlo. No quería que nadie lo viera llegar. Al dar pie sacó el saco de
yute. Metió el objeto cilíndrico dentro del saco y lo encestó en la mochila.
Comprobó que la táctica de Febles iba a dar resultado. Que sí cabía el objeto
en el saco de yute. Que la mochila camuflaba
el interior, el regalo del mar. Entonces respiró feliz. Pero caviló que
aún no tenía seguro ese antiquísimo objeto. Tendría que andar por la calle;
esperaría que su ropa se secara; abordaría un ómnibus público y luego llegaría
a casa. Solo hasta allí, hasta su
casa, estaría seguro.
Jamás
imaginó que un huracán le iba a evitar comprar equipos de inmersión para buscar
lo que había encontrado, asido entre arrecifes.
Aliento del viento atento (novela fantasia juvenil)
Nota: clic sobre el titulo para ir a AMAZON
ALIENTO
DEL VIENTO ATENTO, fragmentos. Novela disponible en inglés.
A medida
que se agrandaban aquellas bolas de aguas, se reventaban y la imagen de otros seres también se desaparecía, pero
convertida en otra existencia. Varios miembros de la tribu de los Magcaguas que
aseguraron ver dichas bolas en tiempos inmemorables, no eran más que anécdotas,
cuyo comienzo estaba escrito en la espalda de varias ancianas. La escritura era
imborrable. Solo se perdía el hilo informativo en caso de que ese miembro
tribal soportara una quemadura o alguna lesión que le raspara o desprendiera la
piel. Astutamente, esa información se
diseminaba en jóvenes de ambos sexos para que la leyenda sobreviviera hasta el
día actual.
”Habían
llegado desde lo ALTO __decía parte de la leyenda__ para posarse en la
superficie”. Mucho antes de topar la tierra o el suelo, esas bolas de aguas
flotaban y flotaban más allá y más allá __afirmaban los ancestros que venían “
desde el otro lado”__. Tenían reflejos multicolores. Algunas ancianas
expresaban que podían ser contaminaciones de la muerte hacia la vida.
Algunos
bólidos o bolas de aguas se habían separado. Parecían formar una afinidad
mediante grupos de tres, siete y hasta diez y quince bolas.
Un grupo de
tres se distanció más que los demás.
Fueron deslizándose por entre montañas. Aquel grupo escogió la montaña más
grande. Encima de cada bola había una mínima cantidad de nieve. Parecía haber
raspado la cresta de unas montañas a través de su paso. La nieve se fue derritiendo al sentir el calor de la
superficie del suelo.
El tamaño
de los tres bólidos se fue reduciendo. Cada bólido reflejaba lo que existía a
su alrededor: follaje, animales y seres magcaguanos como testigos oculares del
acontecimiento.
Evidentemente,
los tres bólidos no tenían la misma masa corporal. Tampoco la misma fuerza al
rodar encima de unas copas de los árboles, de arbustos, de plantas más débiles
e insectos sobrevivientes de aquel encontronazo.
Habían
descendido tan abruptamente que el reflejo le anunciaba a cada cual de un
peligro cercano: una laguna o río.
Por lo
visto, evitaron contacto con la laguna. No les era conveniente acercarse a
aquel depósito acuoso. Quizá porque se les asemejaba físicamente. Tal vez porque
no querían rivalidades, no solo ese grupo de tres bolas sino los demás grupos
de cinco, siete, de diez y quince bolas que rotaban y se trasladaban de un
lugar a otro. A su paso quedaba una resequedad, en vez de humedad.
Apenas
avistaron el lago, se desviaron unos metros. Comprobaban que el itinerario no
les afectaría. Ya no caerían en la laguna. Aquel mar de aguas, como a
ellos no les llamaba la atención
confrontarle, se desviaban. Para siempre habían grabado en su intrínseco
razonamiento aquella porción acuosa como su enemiga.
Se dieron
cuenta que unos niños magcaguanos les espiaban.
Para los pequeños magcaguanos eran seres de otro confín que los buscaban
para jugar.
Las tres
bolas se detuvieron ante los pequeñines. Un adulto magcaguano había avistado el
suceso. Se dispuso a avisar a la tribu.
A ratos viraba el cuello y no quería admitir lo que veía: niños que trepaban
encima de esas bolas de aguas y se deslizaban por toda su masa corporal. Cada
bola reflejaba su presencia aún más grande de lo normal. Exageraban los rasgos
físicos de los pequeñines. Les adelantaba la edad.
Tayno cubao (novela historica)
Nota: Clic sobre el titulo par ir AMAZON
TAYNO
CUBAO, fragmentos. Novela histórica disponible en español.
La
expedición “pacífica”, en vez de conquistadora, se sentía confiada mientras
andaba por aquellos parajes del Nuevo Mundo.
La
vegetación a veces se le parecía o la confundían con algunas regiones de las
Españas. A uno de los soldados le había
llamado la atención una de las plantas que sin querer estaba pisando.
¡Madre mía,
exclamó Campo, esta planta se parece a la verdolaga!
¿Verdolaga?,
se interrogó García.
En Castilla
crece una como esa… ¿no lo crees?
Esta tiene
los tallos marrones como la has visto allá.
¿Eres de Valladolid,
García?
Pues sí,
Campo, y la extraño como a una jodida florecilla marchita.
Se fijaron
en la verdolaga o manibari, en sus florecillas que irradiaban primavera. García
sentía deseos de regresar. De volver a respirar el aire de Castilla, en Valladolid.
Caminaron encima del bacbey, un vegetal de los taínos. Observaron las hojas de
bijao muy parecidas a las matas de plátano con que los aborígenes cubrían sus
bateyes, sus techos; solo que estos no producían frutos. Un sinnúmero de
plantas les atraían: el cojibi, la curia,
el donguey o planta trepadora, la guanina, el bejuco guaniquí, la
guáyiga, la güira y el güiro, el
henequén o planta textil, el macaguaro,
la majibacoa, el tibisí, el saragüey, y hasta una variedad de palmera llamada
yarey.
¿Qué te llamó
la atención embarcarte en una carabela hasta acá?
Una mala
cosecha, García. Era campesino.
¿Me hablas
en serio, Campo?
Pues sí,
claro… ¿o me ves cara de bufón? Miró de reojo a García: ¿Y qué hacías en
Valladolid?
Quedé libre
y a merced de… No me juzgaron, y decidí borrar el pasado acá.
Campo
comprendió que la aventura tampoco era un engaño. Que todos sabían que no
perderían lo que no era recuperable.
Este lugar
es bello, expresó Campo, pero esconde secretos, más secretos que… lo que gozad
de un tesoro.
¿Por qué
dices eso?, inquirió García.
A otros
soldados les había llamado la atención otra planta de hojas verdes,
profundamente verdes, de florecillas amarillas con pétalos caedizos.
Con esos…se
preparan buenos guisos, le dijo Armenteros a Mendoza.
Oh, sí, la
buena sopa con carnes.
Se habían
agachado con suma prestancia. Arrancaban unas ramitas con mal genio. Las
partían sin piedad. Los tallos eran
verdes, con secciones amoratadas, que daban una consistencia de plantas
rastreras.
Otro
soldado se detuvo, de momento. Pateó unas ramitas de una planta que se
asemejaba al bledo.
¿Esto se
parece al bledo?, repetía, con dudas, Zubizarreta. No sé qué diablos…
A ver, se
entremetió Campo, pues sí. Se parece al bledo.
¿Es bledo?
¿Así que es un bledo?, se hacía el desentendido el soldado Armenteros. Pues…
¡me importa un bledo, jodida!
El sabor del paraiso (novela historica)
Nota: clic sobre el titulo para ir AMAZON
EL
SABOR DEL PARAISO, fragmentos. Novela histórica disponible en inglés.
Un día de
1916, la madre, después de intentos le confió un plan para que su hijo viajara
a Cuba.
— ¿A Cuba?
—Sí,
Milton. Debes viajar cuanto antes. Ya el azúcar de remolacha está escaseando en
el mercado. Su precio sube como la espuma y es muy importante que tomes cartas
en el asunto. Te recuerdo que necesitamos dinero para la obra de Dios. Por EL tú tienes un
gran negocio. ¿Te acuerdas que me juraste, debido a la ausencia de tu padre y
de tu hermanita, que ibas a ayudar a los
niños huérfanos y que donarías a nuestro Ministerio?
Sentado en una
silla, su vista pendía hacía una ventana, y la alternaba con la silueta de
Fanny:
—Oh, sí,
mima. Dile a Murrie que venga otra vez.
Vamos a hablar de negocios.
— ¡Eso es…
sí, ese es mi hijo amado!
Minutos
después se personó el administrador más importante que cuidó del pueblo de
Hershey, en Pennsylvania, durante décadas.
En la
quinta de High Point se respiraba otro aire de ambiciones y energías.
—No le
hables del pasado —susurró Fanny al señor Murrie.
El
administrador asintió y comprendió que su silencio valía más que todos sus años
de trabajo para la compañía.
Milton escuchó a descifrar lo que parlaban. Sin embargo, con autoridad y respeto le dijo a su
administrador:
—Ante todo
—hizo una pausa—, quiero honrar la presencia y el recuerdo de mi ex esposa. Así
que deseo colgar cuadros de Catherine Sweeney en un local que ya escogí. Luego
de que esté listo el… las fotografías de nuestros viajes, la boda en la
Catedral de San Patricio en New York…
—volvió a hacer otra pausa—, quiero que
reúnas a todo el personal de la fábrica
para un trabajo serio, que no es una aventura, fíjese bien, y no quiero
errores. Ahora pediré lealtad a nuestra firma, a la empresa que juntos
construimos, ¿entendió?
—Lo de su
ex…
—Ya le daré
—le interrumpió Milton— las indicaciones a la servidumbre. A usted lo llamé
porque quiero que… después de mi viaje a Cuba… —hizo una pausa—, pediré que me
acompañen jóvenes y experimentados obreros y profesionales “a evangelizar” esa
isla.
—Qué bien,
MS —expresó Murrie—, hacía mucho tiempo que no lo escuchaba así.
Murrie miró
hacia Fanny, quien elevó una plegaria al techo de la quinta que bien pudiera
atravesarlo y llegar, subir más allá de las nubes.
—Otra cosa:
¿por qué Cuba… hay otro país con el que podamos negociar?
—MS, Cuba
es la mayor productora de azúcar de caña desde el siglo XVIII. Los españoles la
descubrieron, y por eso, tal vez, fue su última colonia.
—Manos a la
obra —enfatizó Milton— que para luego es tarde.
— ¿Luego?
—Bromeó Murrie— ¡Arriba, espanten a las moscas para que no se ahoguen en el
pantano de chocolate!
9 de mayo de 2018
30 de abril de 2018
El Arte Corzo de "Patrizia"
Hola, lectores y escritores, les presento un ensayo sobre mi obra pictórica titulada, El Arte Corzo de "Patrizia", la cual se encuentra disponible en español e inglés en Amazon:
Usted puede acceder al link haciendo clic en el título de arriba, o en AMAZON, para leer gratis unos fragmentos en ebook y luego la opción de tapa blanda. Muchas gracias a este blog donde confluyen autores latinoamericanos.
14 de abril de 2018
La sección estadounidense del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York
Vista panorámica del patio exterior Charles Engelhard, donde se encuentra ubicada
la renovada sección estadounidense del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York |
Por Leonardo Venta
El Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (conocido como el "Met”), uno de los más grandes y visitados del mundo, fue fundado en 1870 por un grupo de destacadas figuras públicas, filántropos y creadores artísticos. Las colecciones del museo están seccionadas en 18 departamentos, responsable cada uno de ellos de la adquisición, conservación y exposición de sus propias obras.
La sección de arte estadounidense –dentro de un perímetro de 136 mil metros cuadrados, enmarcados en el espacio de un hermoso palacio de cristal en el Parque Central– se extiende desde el período colonial hasta nuestros días. Su renovación, por un costo de 100 millones de dólares, culminó en 2011. La primera fase, que se concentró en remozar las galerías del primer piso, había terminado en 2007.
Inaugurado en 1980, como extensión del museo original, con muebles, artes decorativas y pinturas, el muestrario de este sector ha crecido considerablemente en número y calidad dentro de un ambiente en que visitantes y curadores coinciden en la búsqueda de elementos novedosos.
El patio exterior Charles Engelhard –en donde la luz penetra armoniosamente a través de los cristales– cuenta con la fachada del edificio bancario estadounidense Martin E. Thompson, de corte griego y piedra caliza, así como otras salas correspondientes a diferentes períodos.
Fachada del edificio bancario estadounidense Martin E. Thompson |
El espacio actual, con 30 por ciento más de su capacidad original, está ocupado por algo más de medio centenar de monumentos de mármol, bronce, mosaicos, ventanas de vitrales y elementos arquitectónicos, muchos de los cuales están situados de forma tal que los visitantes pueden examinarlos desde un ángulo más cercano. Antes, las esculturas realizaban una función simplemente decorativa; mientras ahora se enfocan mayormente en ilustrar de forma global la trascendencia del arte estadounidense.
La escultura de bronce dorado “Diana”, del artista Augustus Saint-Gaudens,
se erige en el centro del patio exterior Charles Engelhard
|
Entre las obras exhibidas en el patio, resalta en el centro la escultura de bronce dorado “Diana”, del artista neoyorquino de origen dublinés Augustus Saint-Gaudens, apuntando hacia la entrada, colocada sobre un pedestal de mayor dimensión que el que tenía antes. También se admiran piezas de mármol del escultor romántico Daniel Chester French, que estaban previamente colocadas en el balcón del segundo piso, donde no resultaba fácil admirarlas.
Además, se exhiben dos monumentales lámparas de estilo francés, de 1902, diseñadas por Richard Morris Hunt, que estuvieron guardadas por décadas y que ahora relumbran a cada lado de la entrada del museo. Asimismo, domina un puesto significativo en la exhibición un púlpito de piedra caliza tallada del escultor de origen vienés Karl Bitter, famoso para los neoyorquinos por su célebre fuente frente al Hotel Plaza.
El púlpito y la barandilla del coro de la Iglesia de todos los Ángeles (ahora demolida),
es una de las obras eclesiásticas más hermosas ejecutadas en Estados Unidos |
Alrededor de doscientos cincuenta obras de alfarería estadounidense, hechas entre 1876 y 1956, fueron donadas al museo por Robert A. Ellison Jr., un importante coleccionista neoyorquino. Se exhiben poco más o menos mil objetos decorativos y joyas de hasta el siglo XVIII. Ajustándose a la luminosidad arquitectónica del lugar, un nuevo elevador de cristal transporta a los visitantes a las salas representativas de las diferentes épocas.
Un elemento central de la renovación del "Ala estadounidense" es un llamativo ascensor de cristal
|
Después de la remodelación de 2011, los “curadores” decidieron agrupar los trabajos (3400 han sido añadidos en los últimos 30 años) cronológicamente, integrando los elementos –como la plata con la cerámica– para alcanzar efectos visuales más deslumbrantes. Los visitantes se enfrentan a una arquitectura que va desde la Massachusetts puritana del siglo XVII hasta un comedor de principios del siglo pasado, diseñado por el estadounidense Frank Lloyd Wright, uno de los principales maestros de la arquitectura del siglo XX. Las diferentes salas tienen pantallas sensibles al tacto, a través de las cuales los visitantes pueden informarse sobre los diferentes objetos en exhibición.
5 de marzo de 2018
Último libro del poeta argentino Carlos Barbarito
Ahora bajo el título de Radiación a fondo, el autor nos regala un poema a continuación:
myoldflorida.com
Sobrevive
el pájaro…
Sobrevive el pájaro en la rama
y mi mano no lo alcanza. Después,
la noche con su temor y su abalorio
y algún cuerpo ausente en el mundo
y, dicen, presente, sin abogado, ante el tribunal celeste.
No hay respuesta al llamado de mi boca.
No hay pregunta escondida en la hierba,
sólo un enjambre que vaticina la lluvia;
¿y lo leído como catecismo,
lo escrito en piedra blanda
que el tiempo, supuestamente, endurecería?
Hora tras hora se configura la muerte.
¿A quién besar si la virtud declina,
declina el verbo tras una cortina de nube
y cuanto figura en el agrio evangelio
es apenas notas al pie, aclaraciones?
Con prólogo de Floriano
Martins y traducción al portugués de Ana María Rodríguez González, bajo el
sello de la Editorial Abrace Cultura, este libro se publicará próximamente en
Montevideo, Uruguay.
18 de febrero de 2018
10 de febrero de 2018
La vigente universalidad de Doña Perfecta
"Retrato de Benito Pérez Galdós", carboncillo
sobre papel del artista Ramón Casas, Museo Nacional de Arte de Cataluña (1903)
|
Por Leonardo Venta
En 1876, a los 33 años de edad, Benito Pérez Galdós escribe Doña Perfecta. La retrógrada aldea de Orbajosa, de sólo 7 mil habitantes, "pueblo enano y por eso soberbio", es donde se desarrolla la trama de esta novela en que la protagonista, una viuda hondamente religiosa, acuerda con su hermano, residente en Madrid, casar a su hija Rosario con su sobrino Pepe, al que invita a su casa.
"¡Cómo abundan los nombres poéticos en estos sitios feos!", apunta Pepe Rey para referirse a Valleameno, Villarica, Valdeflores, parajes de Orbajosa, lugar donde nunca ocurre nada y la devastación, la pobreza y el desamparo pululan.
Doña Perfecta, pilar ideológico de la obra, representa a una España oscurantista; en tanto, el ingeniero Pepe Rey es prototipo del progreso, el espíritu ilustrado y tolerante. De esta manera, la pieza narrativa denuncia la maldad que subyace en la intransigencia religiosa, así como aborda la pugna entre progreso y tradición.
No hay una significativa complejidad en los personajes. Estamos ante una novela de tesis, en que la intención del autor excede la acción de la obra; por ende, la minuciosidad psicológica pudiera antojársenos exigua, aunque discrepo sobre dicha insuficiencia. Los caracteres son mayormente rígidos, con excepción de Pepe Rey, María Remedios, sobrina del canónigo, y Rosario, la hija de doña Perfecta. Por su parte, el personaje epónimo no supera su propia neurosis, intolerancia religiosa, autoritarismo moral e hipocresía.
Pérez Galdós se apoya en el Positivismo comtiano, que advierte en la actividad científica práctica la única vía para establecer y consolidar el poder del hombre sobre la naturaleza, estableciendo un contraste entre la España progresista y la conservadora, la urbana y la rural. Tanto en Doña Perfecta como en Marianela, nuestro maestro de la novelística manifiesta su identificación con el Positivismo a través de los personajes de Pepe Rey, ingeniero, y Teodoro Golfín, galeno.
De estilo fluido, opuesto a los afeites románticos, esta gema realista emplea la ironía, no sólo mediante hermosos calificativos para designar desapacibles lugares, como el "Cerrillo de los Lirios" –donde sólo hay piedras y hierba descolorida–, el aspecto antitético de los nombres que distinguen a doña Perfecta, don Inocencio y Licurgo, los cuales lejos de indicar perfección, inocencia e inteligencia sugieren imperfección, malicia y torpeza, así como también mediante un duelo de fuerzas discordantes y misteriosas en el devenir de los protagonistas.
Los contrastes entre la oscuridad y la luz, el amor y la muerte, el bien y el mal, develan al lector sagaz el odio que puede esconderse tras una máscara de perfección y piedad. Aunque la obra es anticlerical no es antirreligiosa, ya que no cuestiona los dogmas de la Iglesia sino su omnímodo perjuicio en los sectores políticos y sociales de la sociedad española de esa época. “El clero tiene todavía grandísimo poder”, afirmó el escritor canario en 1885.
Doña Perfecta en lugar de amar odia, la imagen pública que proyecta desaviene con su verdadera forma de ser; su hija Rosario, una dulce y débil criatura, pasa de un extremo a otro: de la luminosidad a las tinieblas. La apacible relación con su autoritaria progenitora se entenebrece paulatinamente. El obstáculo –la madre– para acercarse a la persona amada –Pepe Rey– se yergue en objeto de su odio. Incluso, los cándidos orbajosenses ocultan una naturaleza codiciosa, violenta y aborrecedora. El enjuto don Cayetano, erudito y bibliófilo de la región, se refiere a sus coterráneos de la siguiente manera: "En todas las épocas de nuestra historia, los orbajosenses se han distinguido por su hidalguía, por su nobleza, por su valor, por su entendimiento (...) Pues sí, teólogos eminentes, bravos guerreros, conquistadores, santos, obispos, poetas, políticos, toda suerte de hombres esclarecidos florecieron en esta humilde tierra del ajo". Si bien, sobre la experiencia de Pepe Rey, en el Casino, con los "varones insignes", el hablante narrativo expresa: "Lo que principalmente distinguía a los orbajosenses del Casino era un sentimiento de viva hostilidad hacia todo lo que de fuera viniese. Y siempre que algún forastero de viso se presentaba en las augustas salas, creíanle venido a poner en duda la superioridad de la patria del ajo". La disposición del poder en Orbajosa teme que el capitalino sobrino de doña Perfecta pueda desplazar a sus líderes locales, si éste llegara a posesionarse de un lugar promisorio entre ellos.
La ancestral operación de propinar golpes bajos con una fingida sonrisa, un gesto de aprobación, un estrechón de manos, una cálida frase –tan presente en Doña Perfecta– sigue ejercitándose en nuestros días, como si fuera parte de un estímulo incondicionado de nuestras más intestinas propiedades trascendentales.
Hay quienes proyectan hostilidad hacia aquellos o aquellas –para no contrariar a las feministas– que no comparten sus arbitrios. Un observador genial, como es Benito Pérez Galdós, realista en su esencia, refleja la pugna social entre valores e intereses discordantes y sus consecuencias; he ahí –apoyado por todo un complejo simbolismo– donde radica la vigente universalidad de esta obra.
Hay quienes proyectan hostilidad hacia aquellos o aquellas –para no contrariar a las feministas– que no comparten sus arbitrios. Un observador genial, como es Benito Pérez Galdós, realista en su esencia, refleja la pugna social entre valores e intereses discordantes y sus consecuencias; he ahí –apoyado por todo un complejo simbolismo– donde radica la vigente universalidad de esta obra.
30 de enero de 2018
En el cuadragésimo primer aniversario de la muerte de Anaïs Nin
Anaïs Nin escribió narraciones eróticas para la publicación estadounidense Delta of Venus |
Por Leonardo Venta
“Me niego a vivir en el mundo ordinario como una mujer ordinaria. A establecer relaciones ordinarias. Necesito el éxtasis. Soy una neurótica, en el sentido de que vivo en mi mundo. No me adaptaré a el mundo. Me adapto a mí misma” .
Anaïs Nin
Si bien nació un 21 de febrero de 1903 en Neuilly-sur-Seine, ciudad que limita con el París que se abluciona en el Sena, y falleció de cáncer en Los Ángeles, cobijo de las celebridades, el 14 de enero de 1977, Anaïs Nin es tan cubana como francesa y universal.
Vivió los primeros años de su infancia en la isla con forma de caimán. Sus padres fueron la cantante cubana Rosa Culmell, de origen francés y danés, y el compositor y pianista cubano Joaquín Nin y Castellano, de ascendencia catalana, aunque éste las abandonó cuando Anaïs iniciaba su pubertad.
El bisabuelo paterno de Anaïs, Joaquín Nin y Güell, integraba la familia que ejerció el mecenazgo sobre el artista y arquitecto Antoni Gaudí. Su abuelo materno, Thorvald Cullmell, era danés, asentado en Cuba, casado con la francesa Anaïs Vaurigard, con quien tuvo ocho hijas. Rosa Cullmell era la mayor. Ella tenía 30 años cuando se casó, en 1902, con Joaquín Nin.
Pionera de la liberación de la mujer, es la primera fémina de renombre en el mundo occidental que escribe relatos eróticos. Publica en Estados Unidos las compilaciones de narraciones de este género en Delta de Venus y Pajaritos, en los años setenta, aunque las escribió mucho antes, en la década de 1940, para un coleccionista anónimo por muy poco dinero, movida aparentemente por mera necesidad de peculio. “[…] como tengo un carácter muy parecido al de George Sand, que escribía toda la noche para poder cuidar a sus hijos, tuve que encontrar un trabajo. Me transformé entonces en lo que podría llamar la "Madama" de una poco común casa de prostitución literaria”, confesaba con desenfado.
Así citamos, con más ánimo de mostrar el refinamiento de su lúbrico estilo que el de ruborizar al lector, un fragmento de uno de los relatos que aparecen en Delta de Venus: "Se acordó de Martínez, de su manera de abrirle el sexo como si fuera un capullo, de cómo los aleteos de su rápida lengua cubrían la distancia que mediaba entre el vello púbico y las nalgas, terminando en el hoyuelo al final de la espalda”.
Es célebre, asimismo, por haber mantenido relaciones incestuosas con su padre, tras reencontrarse con él en París, después de 20 años de separación; se rumora que ese ejercicio transgresor respondió al consejo del doctor Otto Rank, su psiquiatra y amante, para seducir a su padre y luego rechazarlo como castigo por haberla abandonado siendo niña. Al mismo tiempo, ha sido tarea de sus biógrafos investigar el triángulo amoroso que estableció con el también escritor Henry Miller (cuyo Trópico de Cáncer prologó en 1934) y su esposa June Mansfield, antigua quastuosa: “menage a trois” del que se desabotona su iniciación en el voyeurismo y el lesbianismo.
Sin subestimar sus novelas, Bajo la campana de cristal, Hijos del albatros, Una espía en la casa del amor, entre otras, lo que la hizo famosa, aparte de su deslumbrante audacia y sensual belleza, es su Diario, volúmenes del 1 al 7, cuyos manuscritos originales comenzó a escribir a los 11 años y alcanzan la cifra de 35 mil páginas. En la Universidad de California (UCLA) se encuentran los originales de su Diario, confidente catártico y compañero fiel de toda su existencia. Lo escribió ininterrumpidamente entre 1914 y 1977. "En el diario soy natural; en la novela, artificial", confesaba Anaïs.
El 20 de mayo de 1915, anotaba en su recién estrenado consuetudinario relato íntimo: "Soy Ángeles Anaïs Juana Antolina Rosa Edelmira Nin y Cullmell. Tengo 12 años y estoy bastante alta para mi edad; todo el mundo lo dice. Soy delgada, tengo los pies grandes y las manos también, con los dedos largos, que suelo crispar por nerviosismo. Tengo la cara muy pálida, unos grandes ojos castaños, perdidos, y temo que revelen mis insensatos pensamientos".
Quien desee descubrirla a través del celuloide, puede catarla a través del filme "Henry y June", de Philip Kaufman (1990). Además, La casa del incesto, una morada en prosa poética con mil habitaciones bajo un colorido mar sahumado de placer venéreo, fue adaptada al teatro por Georgina Tábora. En 2001, la habanera Daína Chaviano le brinda nuevo aliento en su excelente novela Gata encerrada. En 2009, Wendy Guerra, otra natural de la capital cubana, se embebe del pasado antillano de la escritora para revisar algunos capítulos de su vida en su libro Anaís Nin: Posar desnuda en la Habana.
Al final de tantos desesperados intentos por desperezarla, Anaïs, ceñida de La Habana –nodriza-madre, “tierra de la belleza”, “castillo encantando”–, ya se ha imbuido entre nosotros, clandestinamente erótica, conjetura de Venus, hálito de libertad entre la belleza, el arte y el ansia de conocimiento de sí misma.
29 de enero de 2018
Entrevista a Pedro Merino por Ana Granger
ENTREVISTA A PEDRO MERINO para El aventurero de papel:
¿Podrías hablarnos un poco sobre ti (de dónde
eres, a qué te dedicas, premios recibidos…)?
Ese es mi nombre real, sin tapujos ni seudónimo ni alter
ego. Soy estadounidense de origen cubano, con residencia en Colombia. Sufrí un
accidente de trabajo en Tampa, EE.UU. en 2007.
Poco he podido hacer
desde entonces debido a mis limitaciones físicas, a pesar de haber estudiado
Nursing Assistant o Asistente de Enfermería, y pasar un curso intensivo de
inglés en dos colegios, uno de Tampa, y el otro de Miami.
Solamente he obtenido un premio literario, el Premio de
Novela Breve Juan March 2003 en España con Quinta de la Caridad (Operación
¨Fula¨) cuando vivía en Cuba. Y ese fue mi primer libro publicado. Empecé al
revés. Los subsiguientes han sido auto publicaciones.
Aunque en Colombia, Pijao Editores, de Pablo Pardo, tiene en proyecto la
segunda edición de mi novela Quinta de la Caridad y mis Cuentos para niños. Hay
otras editoriales colombianas interesadas en parte de mi obra. Aún sigo
escuchándolas.
Por favor, háblanos brevemente de cada una de
las obras que llevas publicadas por el momento.
OBRAS DE FICCIÓN
Operación ¨Fula¨, Premio de Novela Breve Juan March 2003,
España, en ediciones Bitzoc 2004.
Voces de la sombra (compilación de una serie de 4 novelas
policiacas: Quinta de la Caridad, El cuño, El caso Jimaguas, El país de la
ciguaraya) en 2011 en Amazon.
Vaivenes del desencuentro (compilación de 3 novelas negras:
Amistad es una calle de La Habana, Los guapos no toman sopa, y Las ilusiones
separadas) en 2011 en Amazon.
Giros del deseo (compilación de 3 volúmenes de cuentos: Pan
con tomates verdes, El pescador y la cámara, y La laguna roja: versión en español e inglés) en 2011 en
Amazon.
Ancho de colores: poesía, en 2011 en Amazon.
Dientecito de leche: literatura infantil juvenil, en 2012 en
Amazon.
Cuentos para niños (contiene 6 partes). En 2016 en Amazon. Versión en español e inglés.
OBRAS DE NO FICCIÓN
Escribiendo un cuento: ensayo. En 2014 en Amazon.
Escribiendo un ensayo: ensayo. En 2014 en Amazon.
Glosario de cubanismos: ensayo. En 2014 en Amazon.
NOTA: tengo 3 novelas inéditas, y busco agente literario
para su edición.
¿En qué género se enmarcan y a qué público
van dirigidas?
Escribo literatura para niños, jóvenes y adultos. Mi género
favorito es el cuento, aunque he incursionado en poesía, novela, ensayo, guion
literario, periodismo.
¿Tienes previsto nuevos proyectos?
Por ahora me interesan más las novelas históricas. Quiero
escribir una segunda novela histórica para un lector culto, exigente, basta ya
de las malas palabras y las historietas policiacas, el éxito fácil, ya sabes.
¿Qué te hizo escribir estas novelas? ¿De
dónde vino la inspiración?
La cruda realidad cubana me fastidió cuando vivía en Cuba.
De ahí el realismo sucio, el robo, la corrupción, la prostitución, la
emigración ilegal, etc. El medio circundante es muy constructor y destructor
para un escritor u obrero de la pluma. No sé qué más me falta o si lo dije
todo, pero sí fui sincero, desde mi verdad absoluta o relativa, o mentira para
unos pocos.
Libros y/o autores predilectos. ¿Alguno que
te haya marcado especialmente?
Las ilusiones perdidas, de Honorato de Balzac, fue mi reto.
De la literatura no se vive, pero la literatura sí puede vivir de las
creaciones literarias. Y claro está, los grandes escritores, los canonizados
por los hipercríticos, esos no lo dijeron todo, así que siempre hay una novela
por escribir.
También El viejo y el mar, de Ernest Hemingway, y los
cuentos de Guy de Maupassant. El perfume: historia de un asesino, de Patrick
Sunkind. Los ensayos de José Ingenieros. La Biblia, por supuesto. Las Rimas y
Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer. Hay muchos libros más que se me escapan de
la memoria y autores importantes y menos importantes, pero creo que esos libros
sobresalen en mi formación o gusanillo literario.
¿Y de niño?
La edad de oro, de José Martí. Un libro dedicado a los
niños, escrito en verso y prosa, una gran obra maestra del único y verdadero
escritor cubano (de padres españoles) que escribió de todo y para todos, que
cultivó con éxito en todos los géneros literarios, y que jamás debió hacer
carrera política, desde mi punto de vista. Por ello se truncó su obra
literaria.
Lugar preferido para leer y/o escribir tus
libros.
¨No hay mejor palacio que la
casa de familia¨, dijo José Martí, así que en mi casa me gusta
escribir y leer mis libros. Pero la
biblioteca a veces es la sustituta, claro, también es muy cómoda y práctica.
¿Siempre quisiste ser escritor? ¿Es para ti
un hobby o te gustaría que se convirtiera en tu profesión?
Uno sueña sueños: realidades y fantasías. A veces acierta y otras veces,
la mayoría, desacierta. La literatura es mi desayuno, mi almuerzo y mi comida
cuando sueño, pero cuando me despierto el hambre es peor. Así que ¨entre col y
col, lechuga¨, pues la sobrevivencia está en el verdadero trabajo. Por mi
accidente no he podido acopiar dinero. El escritor es un vago, una carga
pública, alguien mantenido por la sociedad o por alguien, en el mejor sentido
de la frase, con todo respeto. Es un ser que tiene tiempo que perder y no se
lamenta si sí… o si no. Ahora bien, cuando se escribe en serio el trabajo rudo
como la construcción o la agricultura
conspira contra lo literario, es un dinosaurio cuya presa es la
literatura. En otra pregunta hay parte de esta respuesta. Creo que fui transparente.
¿Qué rutina o manías tienes a la hora de
escribir? ¿Eres muy sistemático o, por el contrario, muy caótico?
Escribo por la mañana porque es la hora más fresca y productiva, sin
preocupaciones por las horas que han de venir. Siempre temprano, para mí, es el
mejor momento. Y solo una o tres horas, no más. Por la tarde sigo pensando,
creando ideas, dándole forma, pero sin regresar a la cuartilla.
Primero escribo en una hoja aparte el contenido y la forma: la historia y
el discurso. Si voy a escribir en primera o en tercera persona, si es en pasado
o en presente. Detesto escribir en segunda persona, muy difícil y aburrida.
¿Cuánto te lleva de media escribir un libro?
Sobre la realidad cubana, tres o cuatro meses, una novela policíaca o un
tema inmerso en el realismo sucio como mis cuentos, cosas así. Aunque los he
releído tiempo después de escribirlos, pero solo he hecho algunas correcciones
durante tres o cuatro meses más.
Para las historias infantiles y juveniles, los temas sobre realismo
mágico, o una novela histórica, les he dedicado entre 15 y 20 meses, más menos.
¿A la hora de publicar te encontraste con
muchos obstáculos? ¿Cómo fue?
Billones y trillones de obstáculos, desde recursos hasta censuras, desconfianzas.
En Cuba me fue muy difícil publicar, ¿publicar?, creo que solo publiqué un mini
cuento de 25 palabras en la revista Somos Jóvenes que no sé si todavía hay
papel para editarla en La Habana. Las demás ¨colaboraciones¨ jamás las vi.
Cuando salí del país me enteré que por desertor me habían eliminado de una
larga cola de ¨colaboradores¨ en una malograda revista literaria en La Habana.
Y en verdad quiero dejar bien claro que nunca he militado en un partido
político.
¿Le darías algún consejo a aquellos que
sueñan en convertirse en escritores?
Amazon (ebook) y CreateSpace (libro impreso según demanda) son las mejores
opciones para un escritor novel: auto publicación. Esas editoriales online son
gratis y controlan más del 70 % del
negocio editorial en la red de redes: internet. También los certámenes
literarios en ayuntamientos y fundaciones de España. En Latinoamérica hay mucha
corrupción, pero las opciones gubernamentales tienden a ayudar más que las
privadas cuando se trata de fomentar la creación literaria.
No le pagues a ningún editor desconocido o conocido que siempre elogia tu
obra y te promete un artículo en la gran prensa, o una entrevista en la radio o
en la televisión. Si lo haces, verás que
te mintió.
Escribe con gente como tú, e intercambia en talleres literarios. Sin
embargo, registra tu obra, tu propiedad intelectual.
¿Tienes alguna web o blog desde donde tus
potenciales lectores puedan informarse más sobre tus obras? ¿En qué redes
sociales podemos encontrarte? (Si quieres pon los enlaces)
Las redes sociales no son sinceras aunque haya gente honesta. Si un
millón de ¨amigos¨ hace clic en ME GUSTA, no quiere decir que vas a vender un
millón de libros, ni tampoco amerita tu calidad literaria. Facebook y las demás
redes sociales son negocios que piensan con el cerebro, no con el corazón.
¿Dónde podemos adquirir todas tus obras?
(Si quieres pon los enlaces)
En Amazon está mi andadura literaria, allí me podrán encontrar.
Por último, ¿qué le dirías a nuestros
lectores para que se animen a leerte?
Que no van a perder su tiempo si
me leen, o al menos voy a conquistarte en algún género, en alguna historia, en
la ficción o la no ficción. Arriésgate por mí.
Gracias a Ana Granger, la autora de EL AVENTURERO DE PAPEL, por esta
entrevista, ojalá puedan alcanzarme
algunos lectores. Nota: todavía no ha sido publicada la entrevista en ese blog por dicha autora debido a una larga espera de otros autores.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)