"Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca", Jorge Luis Borges


22 de noviembre de 2018

Un guiño a la gratitud

"El agradecimiento es la memoria del corazón”, Lao-tsé.


Por Leonardo Venta 

"La gratitud, como ciertas flores, no se da en la altura y mejor reverdece en la tierra buena de los humildes".  
José Martí 

            En nuestra sociedad estadounidense, más que en ninguna otra de las que yo tenga conocimiento, damos las gracias por casi todo y constantemente. Las damos personalmente, por teléfono, por correo postal y electrónico, en las redes sociales y otros medios. Por lo general, lo hacemos instintivamente, por puro formulismo, como una simple norma de urbanidad, carente de suficiente sinceridad. El legítimo agradecimiento va más allá de la mera cortesía.
            En contraste, la ingratitud sigue multiplicándose. Es una forma de egoísmo, un defecto incluso mayor que la envidia. “No des a nadie lo que te pida, sino lo que entiendes que necesita; y soporta luego la ingratitud”, son palabras de Miguel de Unamuno. José Martí, mientras preparaba la Guerra de Independencia de Cuba, escribió en una misiva dirigida a Máximo Gómez: “… no tengo más remuneración que brindarle que el placer de su sacrificio y la ingratitud probable de los hombres”.
            Comúnmente, el que otorga favores espera reconocimiento. No se trata de recibir el favor de regreso, sino de recoger muestras de gratitud. Sin embargo, no siempre se reciben dichas manifestaciones. Existe una gran diferencia entre dar las gracias y el estar agradecido. El filósofo chino Lao-tsé afirma que “el agradecimiento es la memoria del corazón”. Agradecer, en cierto sentido, es recordar. “Nadie da gracias al cauce seco del río por su pasado”, sentencia Rabindranath Tagore.
            En la obra cumbre de la literatura española, leemos en la carta que le envía don Quijote a Sancho, al ser nombrado el singular escudero gobernador de la ínsula de Barataria: “Escribe a tus señores y muéstrateles agradecido; que la ingratitud es hija de la soberbia y uno de los mayores pecados que se sabe, y la persona que es agradecida a los que bien le han hecho, da indicio que también lo será a Dios, que tantos bienes le hizo y de continuo le hace”.
            Hay seres que ignoran (al menos así lo aparentan) las mercedes recibidas, o las retribuyen con prisa para no quedar moralmente endeudados. “Demasiado apresuramiento en pagar un favor ya es una muestra de ingratitud”, afirma François de la Rochefoucauld, autor francés del Siglo XVII, célebre por sus máximas morales.
            En ocasiones, la amargura causada por la envidia recibe las dádivas como ofensas. Otros consideran el agradecimiento como una muestra de debilidad, de sentimentalismo, es decir, una manera de otorgar a los sentimientos la dirección de la conducta. Existe el caso de aquellos que reciben favores como si se les pagara una deuda. Los peores pagan con la traición.
            Existen dadores, aunque parezca extraño, que pueden hacer más mal que bien al brindar ayuda. Se puede dar para resaltar una generosidad inexistente. "Por eso, cuando des a los necesitados, no lo anuncies al son de trompeta, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente les rinda homenaje. Les aseguro que ellos ya han recibido toda su recompensa" (Mateo 6:2); algunos, después de ayudar, se lo echan en cara a los beneficiados, humillándolos; lo comentan por doquier o emiten juicios que violan la intimidad de los receptores del aludido favor.
            No hay mejor obsequio que el desinteresado, fomentado en la relación vencedor-vencedor, en la que ambas partes se benefician. Debe causar la misma satisfacción dar que recibir. Toda ayuda que rebaje la dignidad y estima personal de quien la reciba, es indigna. Por eso, debemos saber cómo pedir y ofrecer.
            Cuando ofrecemos, no debemos esperar nada a cambio y realizarlo con alegría, tal como lo sugiere el apóstol Pablo: "Cada uno debe dar según lo que haya decidido en su corazón, no de mala gana ni por obligación, porque Dios ama al que da con alegría" (2 Corintios 9:7).
            Del mismo modo, es saludable recibir con humilde gozo y gratitud. Aunque no nos lo propongamos, siempre recibiremos favores (somos entes sociales); de la misma forma, nos veremos involucrados en situaciones que nos presionen a otorgar ayuda.
            En esta celebración a la gratitud y el amor, cuyo irrefutable origen es honrar a Yahvé –"Dios Padre, de quien todo procede y para quien somos nosotros, y un solo Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y nosotros también" (1 Corintios 8:6) –, nos preguntamos: ¿qué lugar ocupa la gratitud en la lista de nuestro sistema de valores éticos?

Cuerpo de espiritu (novela de realismo magico, ciencia ficcion, e historica)


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CUERPO DE ESPIRITU, fragmentos. Novela disponible en inglés.

Gary tosió un poco. Había tragado un poco de agua. Volvió a coger el objeto. Le resbalaba entre sus manos.  Pudo asirlo por una parte que se había dejado coger como si fuera un pez ciguato o borracho. Por un instante creyó que el objeto cobraba vida o tenía algo similar a baterías en su interior que lo hacía moverse. Al rato lo perdía. Se le perdía a través del roce con las yemas de los dedos. Febles no podía creer que pudiera ser un pez extinguido o una nueva especie aún por descubrir. Juró que jamás había visto algo así, atrapado entre arrecifes y luego emerger y moverse por las ondas del mar y las suyas, sí, y las suyas.
Se mueve, ¿se mueve?
No, tío. Es la corriente marina.
Gary se reía como un muchacho que había encontrado un juguete extraviado. Solo que ahora tenía que hacerlo suyo. De su propiedad.
Claro que sí, repetía, es mío, mío. Lo encontré yo.
Para que sea tuyo, expresó Febles, tienes que nadar hasta aquella orilla.
Dónde... ¿allá?
Febles le señaló un punto de la costa por donde podía acceder a un trillo. Desde el bote tenía una mejor ubicación del itinerario. Le pidió calma a su sobrino. Que no lo abandonaría, pero que no podía subir el objeto a bordo.
Al cabo de unos instantes, Gary se dio cuenta que el objeto reposaba sin preocupación como él. Se había dejado domesticar como una mascota. Solo faltaba que hablara o emitiera un gemido.
Comenzó a nadar como un profesional, con estilo libre, a la vez que empujaba con su cabeza el objeto. Febles lo siguió mientras pudo. Por detrás del bote Gary nadaba en dirección a una parte de la costa donde no se divisaba a ningún bañista.
Febles desistió. Ya no podía cubrirlo más. Pensó que era copartícipe de un robo. De algo que tenía que devolver. Recordó las veces cuando su sobrino le hablaba de la fragata española Navegador. También dudó que ese raro objeto perteneciera a ese barco español. Volvió a pensar en  tantas cosas que le dio unos dolores de cabeza. Creyó que todo le daba vueltas: el bote, los guardacostas, su privilegiada licencia de pescador, los bañistas, un buzo furtivo que vio rondar próximo al bote y muy cerca de Boca Chipiona, su sobrino, y otra vez el mentado objeto que no sabía su estructura, pero que ´podía ser un baúl de media braza, sí, debe medir media braza´. 
¡Recuerda envolverlo bien!, le gritó a Gary.
Casi no lo escuchó. Seguía nadando a estilo libre mientras empujaba el objeto con su cabeza. Supuso que debía envolver el regalo del mar en un saco de yute que Febles le había tirado dentro de una mochila. Apenas llegara a la costa tenía que envolverlo. No quería que nadie lo viera llegar. Al dar pie sacó el saco de yute. Metió el objeto cilíndrico dentro del saco y lo encestó en la mochila. Comprobó que la táctica de Febles iba a dar resultado. Que sí cabía el objeto en el saco de yute. Que la mochila camuflaba  el interior, el regalo del mar. Entonces respiró feliz. Pero caviló que aún no tenía seguro ese antiquísimo objeto. Tendría que andar por la calle; esperaría que su ropa se secara; abordaría un ómnibus público y luego llegaría a casa. Solo  hasta allí, hasta su casa, estaría seguro.
Jamás imaginó que un huracán le iba a evitar comprar equipos de inmersión para buscar lo que había encontrado, asido entre arrecifes.

Aliento del viento atento (novela fantasia juvenil)

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ALIENTO DEL VIENTO ATENTO, fragmentos. Novela disponible en inglés.

A medida que se agrandaban aquellas bolas de aguas, se reventaban y la imagen  de otros seres también se desaparecía, pero convertida en otra existencia. Varios miembros de la tribu de los Magcaguas que aseguraron ver dichas bolas en tiempos inmemorables, no eran más que anécdotas, cuyo comienzo estaba escrito en la espalda de varias ancianas. La escritura era imborrable. Solo se perdía el hilo informativo en caso de que ese miembro tribal soportara una quemadura o alguna lesión que le raspara o desprendiera la piel. Astutamente, esa  información se diseminaba en jóvenes de ambos sexos para que la leyenda sobreviviera hasta el día actual.
”Habían llegado desde lo ALTO __decía parte de la leyenda__ para posarse en la superficie”. Mucho antes de topar la tierra o el suelo, esas bolas de aguas flotaban y flotaban más allá y más allá __afirmaban los ancestros que venían “ desde el otro lado”__. Tenían reflejos multicolores. Algunas ancianas expresaban que podían ser contaminaciones de la muerte hacia la vida.
Algunos bólidos o bolas de aguas se habían separado. Parecían formar una afinidad mediante grupos de tres, siete y hasta diez y quince bolas.
Un grupo de tres se distanció  más que los demás. Fueron deslizándose por entre montañas. Aquel grupo escogió la montaña más grande. Encima de cada bola había una mínima cantidad de nieve. Parecía haber raspado la cresta de unas montañas a través de su paso. La nieve se  fue derritiendo al sentir el calor de la superficie del suelo.
El tamaño de los tres bólidos se fue reduciendo. Cada bólido reflejaba lo que existía a su alrededor: follaje, animales y seres magcaguanos como testigos oculares del acontecimiento.
Evidentemente, los tres bólidos no tenían la misma masa corporal. Tampoco la misma fuerza al rodar encima de unas copas de los árboles, de arbustos, de plantas más débiles e insectos sobrevivientes de aquel encontronazo.
Habían descendido tan abruptamente que el reflejo le anunciaba a cada cual de un peligro cercano: una laguna o río.
Por lo visto, evitaron contacto con la laguna. No les era conveniente acercarse a aquel depósito acuoso.  Quizá porque  se les asemejaba físicamente. Tal vez porque no querían rivalidades, no solo ese grupo de tres bolas sino los demás grupos de cinco, siete, de diez y quince bolas que rotaban y se trasladaban de un lugar a otro. A su paso quedaba una resequedad, en vez de humedad.
Apenas avistaron el lago, se desviaron unos metros. Comprobaban que el itinerario no les afectaría. Ya no caerían en la laguna. Aquel mar de aguas, como a ellos  no les llamaba la atención confrontarle, se desviaban. Para siempre habían grabado en su intrínseco razonamiento aquella porción acuosa como su enemiga.
Se dieron cuenta que unos niños magcaguanos les espiaban.  Para los pequeños magcaguanos eran seres de otro confín que los buscaban para jugar.
Las tres bolas se detuvieron ante los pequeñines. Un adulto magcaguano había avistado el suceso. Se dispuso a avisar a la  tribu. A ratos viraba el cuello y no quería admitir lo que veía: niños que trepaban encima de esas bolas de aguas y se deslizaban por toda su masa corporal. Cada bola reflejaba su presencia aún más grande de lo normal. Exageraban los rasgos físicos de los pequeñines. Les adelantaba la edad.

Tayno cubao (novela historica)


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TAYNO CUBAO, fragmentos. Novela histórica disponible en español.


La expedición “pacífica”, en vez de conquistadora, se sentía confiada mientras andaba por aquellos parajes del Nuevo Mundo.
La vegetación a veces se le parecía o la confundían con algunas regiones de las Españas. A uno de los soldados  le había llamado la atención una de las plantas que sin querer estaba pisando.
¡Madre mía, exclamó Campo, esta planta se parece a la verdolaga!
¿Verdolaga?, se interrogó García.
En Castilla crece una como esa… ¿no lo crees?
Esta tiene los tallos marrones como la has visto allá.
¿Eres de Valladolid, García?
Pues sí, Campo, y la extraño como a una jodida florecilla marchita.
Se fijaron en la verdolaga o manibari, en sus florecillas que irradiaban primavera. García sentía deseos de regresar. De volver a respirar el aire de Castilla, en Valladolid. Caminaron encima del bacbey, un vegetal de los taínos. Observaron las hojas de bijao muy parecidas a las matas de plátano con que los aborígenes cubrían sus bateyes, sus techos; solo que estos no producían frutos. Un sinnúmero de plantas les atraían: el cojibi, la curia,  el donguey o planta trepadora, la guanina, el bejuco guaniquí, la guáyiga, la güira y el güiro,  el henequén o planta textil,  el macaguaro, la majibacoa, el tibisí, el saragüey, y hasta una variedad de palmera llamada yarey.
¿Qué te llamó la atención embarcarte en una carabela hasta acá?
Una mala cosecha, García. Era campesino.
¿Me hablas en serio, Campo?
Pues sí, claro… ¿o me ves cara de bufón? Miró de reojo a García: ¿Y qué hacías en Valladolid?
Quedé libre y a merced de… No me juzgaron, y decidí borrar el pasado acá.
Campo comprendió que la aventura tampoco era un engaño. Que todos sabían que no perderían lo que no era recuperable.
Este lugar es bello, expresó Campo, pero esconde secretos, más secretos que… lo que gozad de un tesoro.
¿Por qué dices eso?, inquirió García.
A otros soldados les había llamado la atención otra planta de hojas verdes, profundamente verdes, de florecillas amarillas con pétalos caedizos.
Con esos…se preparan buenos guisos, le dijo Armenteros a Mendoza.
Oh, sí, la buena sopa con carnes.
Se habían agachado con suma prestancia. Arrancaban unas ramitas con mal genio. Las partían sin  piedad. Los tallos eran verdes, con secciones amoratadas, que daban una consistencia de plantas rastreras.
Otro soldado se detuvo, de momento. Pateó unas ramitas de una planta que se asemejaba al bledo.
¿Esto se parece al bledo?, repetía, con dudas, Zubizarreta. No sé qué diablos…
A ver, se entremetió Campo, pues sí. Se parece al bledo.
¿Es bledo? ¿Así que es un bledo?, se hacía el desentendido el soldado Armenteros. Pues… ¡me importa un bledo, jodida!

El sabor del paraiso (novela historica)



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EL SABOR DEL PARAISO, fragmentos. Novela histórica disponible en inglés.

Un día de 1916, la madre, después de intentos le confió un plan para que su hijo viajara a Cuba.
— ¿A Cuba?
—Sí, Milton. Debes viajar cuanto antes. Ya el azúcar de remolacha está escaseando en el mercado. Su precio sube como la espuma y es muy importante que tomes cartas en el asunto. Te recuerdo que necesitamos dinero  para la obra de Dios. Por EL tú tienes un gran negocio. ¿Te acuerdas que me juraste, debido a la ausencia de tu padre y de tu hermanita, que ibas a ayudar a los  niños huérfanos y que donarías a nuestro Ministerio?
Sentado en una silla, su vista pendía hacía una ventana, y la alternaba con la silueta de Fanny:
—Oh, sí, mima. Dile a  Murrie que venga otra vez. Vamos a hablar de negocios.
— ¡Eso es… sí, ese es mi hijo amado!
Minutos después se personó el administrador más importante que cuidó del pueblo de Hershey, en Pennsylvania, durante décadas.
En la quinta de High Point se respiraba otro aire de ambiciones y energías.
—No le hables del pasado —susurró Fanny al señor Murrie.
El administrador asintió y comprendió que su silencio valía más que todos sus años de trabajo para la compañía.
Milton  escuchó a descifrar lo que parlaban. Sin  embargo, con autoridad y respeto le dijo a su administrador:
—Ante todo —hizo una pausa—, quiero honrar la presencia y el recuerdo de mi ex esposa. Así que deseo colgar cuadros de Catherine Sweeney en un local que ya escogí. Luego de que esté listo el… las fotografías de nuestros viajes, la boda en la Catedral  de San Patricio en New York… —volvió a hacer  otra pausa—, quiero que reúnas a todo el personal  de la fábrica para un trabajo serio, que no es una aventura, fíjese bien, y no quiero errores. Ahora pediré lealtad a nuestra firma, a la empresa que juntos construimos, ¿entendió?
—Lo de su ex…
—Ya le daré —le interrumpió Milton— las indicaciones a la servidumbre. A usted lo llamé porque quiero que… después de mi viaje a Cuba… —hizo una pausa—, pediré que me acompañen jóvenes y experimentados obreros y profesionales “a evangelizar” esa isla.
—Qué bien, MS —expresó Murrie—, hacía mucho tiempo que no lo escuchaba así.
Murrie miró hacia Fanny, quien elevó una plegaria al techo de la quinta que bien pudiera atravesarlo y llegar, subir más allá de las nubes.
—Otra cosa: ¿por qué Cuba… hay otro país con el que podamos negociar?
—MS, Cuba es la mayor productora de azúcar de caña desde el siglo XVIII. Los españoles la descubrieron, y por eso, tal vez, fue su última colonia.
—Manos a la obra —enfatizó Milton— que para luego es tarde.
— ¿Luego? —Bromeó Murrie— ¡Arriba, espanten a las moscas para que no se ahoguen en el pantano de chocolate!

30 de abril de 2018

El Arte Corzo de "Patrizia"

Hola, lectores y escritores, les presento un ensayo sobre mi obra pictórica titulada, El Arte Corzo de "Patrizia", la cual se encuentra disponible en español e inglés en Amazon:



Usted puede acceder al link haciendo clic en el título de arriba, o en AMAZON,  para leer gratis unos fragmentos en ebook y luego la opción de tapa blanda. Muchas gracias a este blog donde confluyen autores latinoamericanos.

14 de abril de 2018

La sección estadounidense del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York

Vista panorámica del patio exterior Charles Engelhard, donde se encuentra ubicada
 la renovada sección estadounidense del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York

Por Leonardo Venta 

            El Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (conocido como el "Met”), uno de los más grandes y visitados del mundo, fue fundado en 1870 por un grupo de destacadas figuras públicas, filántropos y creadores artísticos. Las colecciones del museo están seccionadas en 18 departamentos, responsable cada uno de ellos de la adquisición, conservación y exposición de sus propias obras.
            La sección de arte estadounidense –dentro de un perímetro de 136 mil metros cuadrados, enmarcados en el espacio de un hermoso palacio de cristal en el Parque Central–  se extiende desde el período colonial hasta nuestros días. Su renovación, por un costo de 100 millones de dólares, culminó en 2011. La primera fase, que se concentró en remozar las galerías del primer piso, había terminado en 2007.
            Inaugurado en 1980, como extensión del museo original, con muebles, artes decorativas y pinturas, el muestrario de este sector ha crecido considerablemente en número y calidad dentro de un ambiente en que visitantes y curadores coinciden en la búsqueda de elementos novedosos.
            El patio exterior Charles Engelhard –en donde la luz penetra armoniosamente a través de los cristales– cuenta con la fachada del edificio bancario estadounidense Martin E. Thompson, de corte griego y piedra caliza, así como otras salas correspondientes a diferentes períodos.
Fachada del edificio bancario estadounidense Martin E. Thompson
            El espacio actual, con 30 por ciento más de su capacidad original, está ocupado por algo más de medio centenar de monumentos de mármol, bronce, mosaicos, ventanas de vitrales y elementos arquitectónicos, muchos de los cuales están situados de forma tal que los visitantes pueden examinarlos desde un ángulo más cercano. Antes, las esculturas realizaban una función simplemente decorativa; mientras ahora se enfocan mayormente en ilustrar de forma global la trascendencia del arte estadounidense.
La escultura de bronce dorado “Diana”, del artista Augustus Saint-Gaudens, 
se erige en el centro del patio exterior Charles Engelhard
            Entre las obras exhibidas en el patio, resalta en el centro la escultura de bronce dorado “Diana”, del artista neoyorquino de origen dublinés Augustus Saint-Gaudens, apuntando hacia la entrada, colocada sobre un pedestal de mayor dimensión que el que tenía antes. También se admiran piezas de mármol del escultor romántico Daniel Chester French, que estaban previamente colocadas en el balcón del segundo piso, donde no resultaba fácil admirarlas.
Una vista de la sección estadounidense del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, que muestra tres esculturas de mármol de Daniel Chester French: "Memory" (extremo izquierdo), "Mourning Victory" (izquierda) y "The Angel of Death and the Sculptor" ( derecha)
            Además, se exhiben dos monumentales lámparas de estilo francés, de 1902, diseñadas por Richard Morris Hunt, que estuvieron guardadas por décadas y que ahora relumbran a cada lado de la entrada del museo. Asimismo, domina un puesto significativo en la exhibición un púlpito de piedra caliza tallada del escultor de origen vienés Karl Bitter, famoso para los neoyorquinos por su célebre fuente frente al Hotel Plaza. 

El púlpito y la barandilla del coro de la Iglesia de todos los Ángeles (ahora demolida), 
es una de las obras eclesiásticas más hermosas ejecutadas en Estados Unidos

Se pueden admirar, conjuntamente, las ventanas de vitral Tiffany, a cuya colección fue agregada una de 1867 de Henry Sharp, llamada “Fe y Esperanza”, de la Iglesia St. Ann de Brooklyn; así como un nuevo entresuelo de vidrio con sus balcones originales.

Henry Sharp proporcionó esta ventana, 1867-69, y muchas otras para la Iglesia Episcopal de Santa Ana en Brooklyn –de colores intensos, típicos de la época–, bajo el marco de una gran estructura de estilo neogótico construida por la firma Renwick and Sands
          Alrededor de doscientos cincuenta obras de alfarería estadounidense, hechas entre 1876 y 1956, fueron donadas al museo por Robert A. Ellison Jr., un importante coleccionista neoyorquino. Se exhiben poco más o menos mil objetos decorativos y joyas de hasta el siglo XVIII. Ajustándose a la luminosidad arquitectónica del lugar, un nuevo elevador de cristal transporta a los visitantes a las salas representativas de las diferentes épocas.
Un elemento central de la renovación del "Ala estadounidense" es un llamativo ascensor de cristal
          Después de la remodelación de 2011, los “curadores” decidieron agrupar los trabajos (3400 han sido añadidos en los últimos 30 años) cronológicamente, integrando los elementos como la plata con la cerámica para alcanzar efectos visuales más deslumbrantes. Los visitantes se enfrentan a una arquitectura que va desde la Massachusetts puritana del siglo XVII hasta un comedor de principios del siglo pasado, diseñado por el estadounidense Frank Lloyd Wright, uno de los principales maestros de la arquitectura del siglo XX. Las diferentes salas tienen pantallas sensibles al tacto, a través de las cuales los visitantes pueden informarse sobre los diferentes objetos en exhibición.

5 de marzo de 2018

Último libro del poeta argentino Carlos Barbarito



Ahora bajo el título de Radiación a fondo, el autor nos regala un poema a continuación:

myoldflorida.com

Sobrevive el pájaro…
Sobrevive el pájaro en la rama
y mi mano no lo alcanza. Después,
la noche con su temor y su abalorio
y algún cuerpo ausente en el mundo
y, dicen, presente, sin abogado, ante el tribunal celeste.
No hay respuesta al llamado de mi boca.
No hay pregunta escondida en la hierba,
sólo un enjambre que vaticina la lluvia;
¿y lo leído como catecismo,
lo escrito en piedra blanda
que el tiempo, supuestamente, endurecería?
Hora tras hora se configura la muerte.
¿A quién besar si la virtud declina,
declina el verbo tras una cortina de nube
y cuanto figura en el agrio evangelio
es apenas notas al pie, aclaraciones?


 Con prólogo de Floriano Martins y traducción al portugués de Ana María Rodríguez González, bajo el sello de la Editorial Abrace Cultura, este libro se publicará próximamente en Montevideo, Uruguay.



10 de febrero de 2018

La vigente universalidad de Doña Perfecta

"Retrato de Benito Pérez Galdós", carboncillo sobre papel del artista Ramón Casas, Museo Nacional de Arte de Cataluña (1903)



Por Leonardo Venta 

              En 1876, a los 33 años de edad, Benito Pérez Galdós escribe Doña Perfecta. La retrógrada aldea de Orbajosa, de sólo 7 mil habitantes, "pueblo enano y por eso soberbio", es donde se desarrolla la trama de esta novela en que la protagonista, una viuda hondamente religiosa, acuerda con su hermano, residente en Madrid, casar a su hija Rosario con su sobrino Pepe, al que invita a su casa.
            "¡Cómo abundan los nombres poéticos en estos sitios feos!", apunta Pepe Rey para referirse a Valleameno, Villarica, Valdeflores, parajes de  Orbajosa, lugar donde nunca ocurre nada y la devastación, la pobreza y el desamparo pululan.
            Doña Perfecta, pilar ideológico de la obra, representa a una España oscurantista; en tanto, el ingeniero Pepe Rey es prototipo del progreso, el espíritu ilustrado y tolerante. De esta manera, la pieza narrativa denuncia la maldad que subyace en la intransigencia religiosa, así como aborda la pugna entre progreso y tradición.
            No hay una significativa complejidad en los personajes. Estamos ante una novela de tesis, en que la intención del autor excede la acción de la obra; por ende, la minuciosidad psicológica pudiera antojársenos exigua, aunque discrepo sobre dicha insuficiencia. Los caracteres son mayormente rígidos, con excepción de Pepe Rey, María Remedios, sobrina del canónigo, y Rosario, la hija de doña Perfecta. Por su parte, el personaje epónimo no supera su propia neurosis, intolerancia religiosa, autoritarismo moral e hipocresía.
            Pérez Galdós se apoya en el Positivismo comtiano, que advierte en la actividad científica práctica la única vía para establecer y consolidar el poder del hombre sobre la naturaleza, estableciendo un contraste entre la España progresista y la conservadora, la urbana y la rural. Tanto en Doña Perfecta como en Marianela, nuestro maestro de la novelística manifiesta su identificación con el Positivismo a través de los personajes de Pepe Rey, ingeniero, y Teodoro Golfín, galeno.
            De estilo fluido, opuesto a los afeites románticos, esta gema realista emplea la ironía, no sólo mediante hermosos calificativos para designar desapacibles lugares, como el "Cerrillo de los Lirios" –donde sólo hay piedras y hierba descolorida–, el aspecto antitético de los nombres que distinguen a doña Perfecta, don Inocencio y Licurgo, los cuales lejos de indicar perfección, inocencia e inteligencia sugieren imperfección, malicia y torpeza, así como también mediante un duelo de fuerzas discordantes y misteriosas en el devenir de los protagonistas.
            Los contrastes entre la oscuridad y la luz, el amor y la muerte, el bien y el mal, develan al lector sagaz el odio que puede esconderse tras una máscara de perfección y piedad. Aunque la obra es anticlerical no es antirreligiosa, ya que no cuestiona los dogmas de la Iglesia sino su omnímodo perjuicio en los sectores políticos y sociales de la sociedad española de esa época. “El clero tiene todavía grandísimo poder”, afirmó el escritor canario en 1885.
            Doña Perfecta en lugar de amar odia, la imagen pública que proyecta desaviene con su verdadera forma de ser; su hija Rosario, una dulce y débil criatura, pasa de un extremo a otro: de la luminosidad a las tinieblas. La apacible relación con su autoritaria progenitora se entenebrece paulatinamente. El obstáculo –la madre– para acercarse a la persona amada –Pepe Rey– se yergue en objeto de su odio. Incluso, los cándidos orbajosenses ocultan una naturaleza codiciosa, violenta y aborrecedora. El enjuto don Cayetano, erudito y bibliófilo de la región, se refiere a sus coterráneos de la siguiente manera: "En todas las épocas de nuestra historia, los orbajosenses se han distinguido por su hidalguía, por su nobleza, por su valor, por su entendimiento (...) Pues sí, teólogos eminentes, bravos guerreros, conquistadores, santos, obispos, poetas, políticos, toda suerte de hombres esclarecidos florecieron en esta humilde tierra del ajo". Si bien, sobre la experiencia de Pepe Rey, en el Casino, con los "varones insignes", el hablante narrativo expresa: "Lo que principalmente distinguía a los orbajosenses del Casino era un sentimiento de viva hostilidad hacia todo lo que de fuera viniese. Y siempre que algún forastero de viso se presentaba en las augustas salas, creíanle venido a poner en duda la superioridad de la patria del ajo". La disposición del poder en Orbajosa teme que el capitalino sobrino de doña Perfecta pueda desplazar a sus líderes locales, si éste llegara a posesionarse de un lugar promisorio entre ellos.
            La ancestral operación de propinar golpes bajos con una fingida sonrisa, un gesto de aprobación, un estrechón de manos, una cálida frase –tan presente en Doña Perfecta– sigue ejercitándose en nuestros días, como si fuera parte de un estímulo incondicionado de nuestras más intestinas propiedades trascendentales.
          Hay quienes proyectan hostilidad hacia aquellos o aquellas –para no contrariar a las feministas– que no comparten sus arbitrios. Un observador genial, como es  Benito Pérez Galdós, realista en su esencia, refleja la pugna social entre valores e intereses discordantes y sus consecuencias; he ahí –apoyado por todo un complejo simbolismo– donde radica la vigente universalidad de esta obra. 

30 de enero de 2018

En el cuadragésimo primer aniversario de la muerte de Anaïs Nin

Anaïs Nin escribió narraciones eróticas para la publicación estadounidense Delta of Venus

Por Leonardo Venta

“Me niego a vivir en el mundo ordinario como una mujer ordinaria. A establecer relaciones ordinarias. Necesito el éxtasis. Soy una neurótica, en el sentido de que vivo en mi mundo. No me adaptaré a el mundo. Me adapto a mí misma” .
Anaïs Nin


            Si bien nació un 21 de febrero de 1903 en Neuilly-sur-Seine, ciudad que limita con el París que se abluciona en el Sena, y falleció de cáncer en Los Ángeles, cobijo de las celebridades, el 14 de enero de 1977, Anaïs Nin es tan cubana como francesa y universal.
            Vivió los primeros años de su infancia en la isla con forma de caimán. Sus padres fueron la cantante cubana Rosa Culmell, de origen francés y danés, y el compositor y pianista cubano Joaquín Nin y Castellano, de ascendencia catalana, aunque éste las abandonó cuando Anaïs iniciaba su pubertad.
            El bisabuelo paterno de Anaïs, Joaquín Nin y Güell, integraba la familia que ejerció el mecenazgo sobre el artista y arquitecto Antoni Gaudí. Su abuelo materno, Thorvald Cullmell, era danés, asentado en Cuba, casado con la francesa Anaïs Vaurigard, con quien tuvo ocho hijas. Rosa Cullmell era la mayor. Ella tenía 30 años cuando se casó, en 1902, con Joaquín Nin.
            Pionera de la liberación de la mujer, es la primera fémina de renombre en el mundo occidental que escribe relatos eróticos. Publica en Estados Unidos las compilaciones de narraciones de este género en Delta de Venus y Pajaritos, en los años setenta, aunque las escribió mucho antes, en la década de 1940, para un coleccionista anónimo por muy poco dinero, movida aparentemente por mera necesidad de peculio. “[…] como tengo un carácter muy parecido al de George Sand, que escribía toda la noche para poder cuidar a sus hijos, tuve que encontrar un trabajo. Me transformé entonces en lo que podría llamar la "Madama" de una poco común casa de prostitución literaria”, confesaba con desenfado.
            Así citamos, con más ánimo de mostrar el refinamiento de su lúbrico estilo que el de ruborizar al lector, un fragmento de uno de los relatos que aparecen en Delta de Venus: "Se acordó de Martínez, de su manera de abrirle el sexo como si fuera un capullo, de cómo los aleteos de su rápida lengua cubrían la distancia que mediaba entre el vello púbico y las nalgas, terminando en el hoyuelo al final de la espalda”.
            Es célebre, asimismo, por haber mantenido relaciones incestuosas con su padre, tras reencontrarse con él en París, después de 20 años de separación; se rumora que ese ejercicio transgresor respondió al consejo del doctor Otto Rank, su psiquiatra y amante, para seducir a su padre y luego rechazarlo como castigo por haberla abandonado siendo niña. Al mismo tiempo, ha sido tarea de sus biógrafos investigar el triángulo amoroso que estableció con el también escritor Henry Miller (cuyo Trópico de Cáncer prologó en 1934) y su esposa June Mansfield, antigua quastuosa: “menage a trois” del que se desabotona su iniciación en el voyeurismo y el lesbianismo.
             Sin subestimar sus novelas, Bajo la campana de cristalHijos del albatrosUna espía en la casa del amor, entre otras, lo que la hizo famosa, aparte de su deslumbrante audacia y sensual belleza, es su Diario, volúmenes del 1 al 7, cuyos manuscritos originales comenzó a escribir a los 11 años y alcanzan la cifra de 35 mil páginas. En la Universidad de California (UCLA) se encuentran los originales de su Diario, confidente catártico y compañero fiel de toda su existencia. Lo escribió ininterrumpidamente entre 1914 y 1977.  "En el diario soy natural; en la novela, artificial", confesaba Anaïs.
            El 20 de mayo de 1915, anotaba en su recién estrenado consuetudinario relato íntimo: "Soy Ángeles Anaïs Juana Antolina Rosa Edelmira Nin y Cullmell. Tengo 12 años y estoy bastante alta para mi edad; todo el mundo lo dice. Soy delgada, tengo los pies grandes y las manos también, con los dedos largos, que suelo crispar por nerviosismo. Tengo la cara muy pálida, unos grandes ojos castaños, perdidos, y temo que revelen mis insensatos pensamientos".
            Quien desee descubrirla a través del celuloide, puede catarla a través del filme "Henry y June", de Philip Kaufman (1990). Además, La casa del incesto, una morada en prosa poética con mil habitaciones bajo un colorido mar sahumado de placer venéreo, fue adaptada al teatro por Georgina Tábora. En 2001, la habanera Daína Chaviano le brinda nuevo aliento en su excelente novela Gata encerrada. En 2009, Wendy Guerra, otra natural de la capital cubana, se embebe del pasado antillano de la escritora para revisar algunos capítulos de su vida en su libro Anaís Nin: Posar desnuda en la Habana.
             Al final de tantos desesperados intentos por desperezarla, Anaïs, ceñida de La Habana –nodriza-madre, “tierra de la belleza”, “castillo encantando”–, ya se ha imbuido entre nosotros, clandestinamente erótica, conjetura de Venus, hálito de libertad entre la belleza, el arte y el ansia de conocimiento de sí misma.

29 de enero de 2018

Entrevista a Pedro Merino por Ana Granger


ENTREVISTA A PEDRO MERINO para El aventurero de papel:
¿Podrías hablarnos un poco sobre ti (de dónde eres, a qué te dedicas, premios recibidos…)?
Ese es mi nombre real, sin tapujos ni seudónimo ni alter ego. Soy estadounidense de origen cubano, con residencia en Colombia. Sufrí un accidente de trabajo en Tampa, EE.UU. en 2007.
 Poco he podido hacer desde entonces debido a mis limitaciones físicas, a pesar de haber estudiado Nursing Assistant o Asistente de Enfermería, y pasar un curso intensivo de inglés en dos colegios, uno de Tampa, y el otro de Miami.
Solamente he obtenido un premio literario, el Premio de Novela Breve Juan March 2003 en España con Quinta de la Caridad (Operación ¨Fula¨) cuando vivía en Cuba. Y ese fue mi primer libro publicado. Empecé al revés.  Los subsiguientes han sido auto publicaciones. Aunque en Colombia, Pijao Editores, de Pablo Pardo, tiene en proyecto la segunda edición de mi novela Quinta de la Caridad y mis Cuentos para niños. Hay otras editoriales colombianas interesadas en parte de mi obra. Aún sigo escuchándolas.
Por favor, háblanos brevemente de cada una de las obras que llevas publicadas por el momento.
OBRAS DE FICCIÓN
Operación ¨Fula¨, Premio de Novela Breve Juan March 2003, España, en ediciones Bitzoc 2004.
Voces de la sombra (compilación de una serie de 4 novelas policiacas: Quinta de la Caridad, El cuño, El caso Jimaguas, El país de la ciguaraya) en 2011 en Amazon.
Vaivenes del desencuentro (compilación de 3 novelas negras: Amistad es una calle de La Habana, Los guapos no toman sopa, y Las ilusiones separadas) en 2011 en Amazon.
Giros del deseo (compilación de 3 volúmenes de cuentos: Pan con tomates verdes, El pescador y la cámara, y La laguna roja: versión en español e inglés) en 2011 en Amazon.
Ancho de colores: poesía, en 2011 en Amazon.
Dientecito de leche: literatura infantil juvenil, en 2012 en Amazon.
Cuentos para niños (contiene 6 partes). En 2016 en Amazon. Versión en español e inglés.
OBRAS DE NO FICCIÓN
Escribiendo un cuento: ensayo. En 2014 en Amazon.
Escribiendo un ensayo: ensayo. En 2014 en Amazon.
Glosario de cubanismos: ensayo. En 2014 en Amazon.
NOTA: tengo 3 novelas inéditas, y busco agente literario para su edición.
¿En qué género se enmarcan y a qué público van dirigidas?
Escribo literatura para niños, jóvenes y adultos. Mi género favorito es el cuento, aunque he incursionado en poesía, novela, ensayo, guion literario, periodismo. 


¿Tienes previsto nuevos proyectos?
Por ahora me interesan más las novelas históricas. Quiero escribir una segunda novela histórica para un lector culto, exigente, basta ya de las malas palabras y las historietas policiacas, el éxito fácil, ya sabes.
¿Qué te hizo escribir estas novelas? ¿De dónde vino la inspiración?
La cruda realidad cubana me fastidió cuando vivía en Cuba. De ahí el realismo sucio, el robo, la corrupción, la prostitución, la emigración ilegal, etc. El medio circundante es muy constructor y destructor para un escritor u obrero de la pluma. No sé qué más me falta o si lo dije todo, pero sí fui sincero, desde mi verdad absoluta o relativa, o mentira para unos pocos.
Libros y/o autores predilectos. ¿Alguno que te haya marcado especialmente?
Las ilusiones perdidas, de Honorato de Balzac, fue mi reto. De la literatura no se vive, pero la literatura sí puede vivir de las creaciones literarias. Y claro está, los grandes escritores, los canonizados por los hipercríticos, esos no lo dijeron todo, así que siempre hay una novela por escribir.
También El viejo y el mar, de Ernest Hemingway, y los cuentos de Guy de Maupassant. El perfume: historia de un asesino, de Patrick Sunkind. Los ensayos de José Ingenieros. La Biblia, por supuesto. Las Rimas y Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer. Hay muchos libros más que se me escapan de la memoria y autores importantes y menos importantes, pero creo que esos libros sobresalen en mi formación o gusanillo literario.
¿Y de niño?

La edad de oro, de José Martí. Un libro dedicado a los niños, escrito en verso y prosa, una gran obra maestra del único y verdadero escritor cubano (de padres españoles) que escribió de todo y para todos, que cultivó con éxito en todos los géneros literarios, y que jamás debió hacer carrera política, desde mi punto de vista. Por ello se truncó su obra literaria.
Lugar preferido para leer y/o escribir tus libros.
¨No hay mejor palacio que la casa de familia¨, dijo José Martí, así que en mi casa me gusta escribir  y leer mis libros. Pero la biblioteca a veces es la sustituta, claro, también es muy cómoda y práctica.
¿Siempre quisiste ser escritor? ¿Es para ti un hobby o te gustaría que se convirtiera en tu profesión?
Uno sueña sueños: realidades y fantasías. A veces acierta y otras veces, la mayoría, desacierta. La literatura es mi desayuno, mi almuerzo y mi comida cuando sueño, pero cuando me despierto el hambre es peor. Así que ¨entre col y col, lechuga¨, pues la sobrevivencia está en el verdadero trabajo. Por mi accidente no he podido acopiar dinero. El escritor es un vago, una carga pública, alguien mantenido por la sociedad o por alguien, en el mejor sentido de la frase, con todo respeto. Es un ser que tiene tiempo que perder y no se lamenta si sí… o si no. Ahora bien, cuando se escribe en serio el trabajo rudo como la construcción o la agricultura  conspira contra lo literario, es un dinosaurio cuya presa es la literatura. En otra pregunta hay parte de esta respuesta. Creo que fui transparente.

¿Qué rutina o manías tienes a la hora de escribir? ¿Eres muy sistemático o, por el contrario, muy caótico?
Escribo por la mañana porque es la hora más fresca y productiva, sin preocupaciones por las horas que han de venir. Siempre temprano, para mí, es el mejor momento. Y solo una o tres horas, no más. Por la tarde sigo pensando, creando ideas, dándole forma, pero sin regresar a la cuartilla.
Primero escribo en una hoja aparte el contenido y la forma: la historia y el discurso. Si voy a escribir en primera o en tercera persona, si es en pasado o en presente. Detesto escribir en segunda persona, muy difícil y aburrida.
¿Cuánto te lleva  de media escribir un libro?
Sobre la realidad cubana, tres o cuatro meses, una novela policíaca o un tema inmerso en el realismo sucio como mis cuentos, cosas así. Aunque los he releído tiempo después de escribirlos, pero solo he hecho algunas correcciones durante tres o cuatro meses más.
Para las historias infantiles y juveniles, los temas sobre realismo mágico, o una novela histórica, les he dedicado entre 15 y 20 meses, más menos.
¿A la hora de publicar te encontraste con muchos obstáculos? ¿Cómo fue?
Billones y trillones de obstáculos, desde recursos hasta censuras, desconfianzas. En Cuba me fue muy difícil publicar, ¿publicar?, creo que solo publiqué un mini cuento de 25 palabras en la revista Somos Jóvenes que no sé si todavía hay papel para editarla en La Habana. Las demás ¨colaboraciones¨ jamás las vi. Cuando salí del país me enteré que por desertor me habían eliminado de una larga cola de ¨colaboradores¨ en una malograda revista literaria en La Habana. Y en verdad quiero dejar bien claro que nunca he militado en un partido político.

¿Le darías algún consejo a aquellos que sueñan en convertirse en escritores?
Amazon (ebook) y CreateSpace (libro impreso según demanda) son las mejores opciones para un escritor novel: auto publicación. Esas editoriales online son gratis y controlan más del 70 %  del negocio editorial en la red de redes: internet. También los certámenes literarios en ayuntamientos y fundaciones de España. En Latinoamérica hay mucha corrupción, pero las opciones gubernamentales tienden a ayudar más que las privadas cuando se trata de fomentar la creación literaria.
No le pagues a ningún editor desconocido o conocido que siempre elogia tu obra y te promete un artículo en la gran prensa, o una entrevista en la radio o en la televisión.  Si lo haces, verás que te mintió.
Escribe con gente como tú, e intercambia en talleres literarios. Sin embargo, registra tu obra, tu propiedad intelectual.
¿Tienes alguna web o blog desde donde tus potenciales lectores puedan informarse más sobre tus obras? ¿En qué redes sociales podemos encontrarte? (Si quieres pon los enlaces)
Mi blog personal Quinta de la Caridad es mi legado: www.quintadelacaridad.blogspot.com
Las redes sociales no son sinceras aunque haya gente honesta. Si un millón de ¨amigos¨ hace clic en ME GUSTA, no quiere decir que vas a vender un millón de libros, ni tampoco amerita tu calidad literaria. Facebook y las demás redes sociales son negocios que piensan con el cerebro, no con el corazón.

¿Dónde podemos adquirir todas tus obras? (Si quieres pon los enlaces)
En Amazon está mi andadura literaria, allí me podrán encontrar.
Por último, ¿qué le dirías a nuestros lectores para que se animen a leerte?
Que no van a  perder su tiempo si me leen, o al menos voy a conquistarte en algún género, en alguna historia, en la ficción o la no ficción. Arriésgate por mí.
Gracias a Ana Granger, la autora de EL AVENTURERO DE PAPEL, por esta entrevista, ojalá  puedan alcanzarme algunos lectores. Nota: todavía no ha sido publicada la entrevista en ese blog por dicha autora debido a una larga espera de otros autores.