Posa Sagrada
de aguas viajeras,
y visitas frecuentes
de almas en la niebla.
Cuantas veces vine
a inspirarme en tus aguas,
sentimientos sublimes
por la mujer que se ama.
Bella musa,
Dulcinea encantada.
La imaginé limpia, pura
en ti la retrataba.
Cuantos deslices
como flores por doquier,
rozagantes y felices
recibiendo el amanecer.
Jinetes candentes
galopando sobre el agua,
amantes indecentes
huyendo en la alborada...
Porqué no me dijiste
que ella me engañaba,
que encontró otro príncipe.
¡¡Se volvió un fantasma¡¡
Llamadas perdidas,
el tiempo que avanza,
silencio que lastima
ausencia que mata.
Esta mañana de invierno
vine aquí a recordar,
sin saber el infierno
que se iba a desatar.
Sus labios tan suaves
su cuerpo angelical..
El no quería soltarla
y ella se ceñía más.
Mis piernas se doblaron
mi pecho parecía estallar.
Tomé una piedra en mis manos
y golpeaba sin cesar.
Ayer "Posa Sagrada",
cobija de mi alma.
Hoy silencio y mortaja,
soledad, dolor. ¡¡Nada¡¡
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"Criticar no es morder; es señalar con noble intento el lunar que desvanece la obra de la vida", José Martí.